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USO, ABUSO Y ADULTERACION DEL 24 DE MARZO

USO, ABUSO Y ADULTERACION DEL 24 DE MARZO

Las determinaciones políticas de las organizaciones que asoman en el escenario nacional, algunas con pretensiones internacionalistas no confirmadas en los hechos, según se puede ver con los episodios que dan lugar a la guerra en Ucrania, no pueden ser vistas sin que las mismas supongan en sí una desenfrenada apelación a las marchas , sin objetivo estratégico claro y con documentos que son armados y leídos de compromisos con la muletilla de la “mas amplia unidad”

Ya en la historia podemos constatar diversos usos del 24 de marzo que implican una larga enumeración dado el tiempo transcurrido y las particulares característica que tuvo la lucha de clase en cada uno de esos empleos. Lo cierto es que básicamente el recordatorio siempre ha sido derivado hacia el eje de la defensa de la democracia, sin poderse despegar de las consignas otrora alfonsinistas de que con la democracia se comen , se educa y se progresa.

Hoy ese eje viene exhibido por su negación , es decir, por la afirmación de su falta de constatación y el llamado a más democracia, es decir, a la misma democracia que es forma de gobierno de un Estado Republicano , impuesto por la burguesía.

Con este esquema, se convoca a una nueva marcha, esta vez anexando el acuerdo con el FMI y se le da a la fecha el carácter de una jornada de lucha, olvidando u ocultando que es feriado nacional , con lo que la afectación del acto al sistema económico no tiene trascendencia alguna y el grueso de la población utiliza la fecha para otros menesteres. Ese grueso, que luego se convoca a votar en otro feriado y toma determinaciones políticas inversas a las que se vociferan en documentos “unitarios” en una marcha con fecha de calendario. En sentido inverso, parece necesario marchar para recuperar el sentido histórico , de la lucha desenvuelta por los caídos en su batalla contra el capital, quienes para ser vencidos debieron afrontar el despliegue más otros de fuerzas militares y represivas desenvuelto por el enemigo de clase. 

Esta claro que la fecha no puede ser más regalada de lo que ya está. Que la fecha no puede tener un contexto poli clasista y mucho menos puede implicar la defensa de una forma de gobierno que lleva a la clase trabajadora, a los explotados y oprimidos a situación de sobrevivencia próximas a la miseria social. 

La estafa es el capital como forma social de organización. Una deuda generada por el desenvolvimiento de ese sistema en forma atrasada y dependiente dentro de un Estado , es solo un síntoma del mismo y no el sistema en sí. La lucha no puede tener por objetivo la inmediatez de un compromiso de pago, sino la destrucción del sistema mismo. Si no se liga el problema de la deuda tácticamente con esa estrategia se hace reformismo y se engaña a quienes encarnan esa lucha con banderas roja que ocultan la traición de los dirigentes que ocuparon el 2021 buscando lograr bancas en el parlamento y mantener su aparato de acción política . Nunca se puso el eje en la burocracia sindical como enemigo de clase. Tampoco se agitó socialmente la consigna de la huelga general como herramienta necesaria de los trabajadores y no se centró en esta clase social la vanguardia de la lucha de explotados y oprimidos. Hoy con el acuerdo firmado, las consecuencias económicas a la vista, la depreciación del nivel de vida cotidiano a espacios de miseria , lucen carteles, utilizan fechas donde la memoria no puede perder de vista que los caídos en la década del 70 no lucharon por parlamento sino a la inversa, pusieron el cuerpo por el poder obrero socialista y revolucionario.

Hoy el reformismo, asume las más bastas variantes. Lo son incluso aquellos que se identifican con siglas donde consta la palabra revolucionario. Otros en sus nombres, acuden sin sonrojarse a las palabras trabajadores, obreros , socialismo, a sabiendas que han capitulado frente a la premisa no constatable de la inviabilidad de la revolución en tiempo próximo , aceptando una derrota histórica que no es tal, y de la que dan testimonio con su sola presencia. En esa misma premisa hacen reposar su llamado a la más amplia unidad.

La revolución , no puede ser anunciada como un pronóstico meteorológico. Es un estadio específico de la lucha de clases, que como da cuenta la realidad en ningún modo ha cesado, sino que ha presentado nuevos contornos que indican fuerte tendencia al pase de otro estadio de la misma marcado por enfrentamiento concretos y directos , ajenos a la mediación jurídica hasta hoy imperante, por advertencia de las masas de la inviabilidad de la forma legal para atender a sus necesidades más elementales siendo que precisamente la legalidad es la que opera en sentido inverso.

De esa lucha ideológica con aquellos que “naturalizan” la construcción negativa de la revolución como hecho social y política negándole el ser, nace la necesidad de acudir a la definición de programa revolucionario y partido de clase que lo sostenga con una estructura organizativa que concentre la acción en ese objetivo y no sucumba a la agenda prefigurada que la burguesía le sirve mediáticamente a toda la p oblación. 

El 24 de marzo no puede ser referenciado en otro extremo que la acción política desenvuelta por los protagonistas históricos de ese espacio de la lucha de clase. Su memoria es hoy la necesidad de defensa del programa revolucionario y la organización de la vanguardia obrera en búsqueda de construir el poder obrero estatal , la dictadura de su clase y la construcción del Socialismo.