Desde los medios de comunicación de la ciudad se difundió que el viernes 10 de junio de 2022, pasadas las 17, un grupo de madres y padres se dirigió al establecimiento, ubicado en calle Clavel al 7.200, a denunciar públicamente la situación de presunto abuso, y mientras el docente al que ese grupo de personas indicaban como responsables era retirado del edificio escolar, los manifestantes empezaron a lanzar piedrazos, en señal de protesta.
Se amplía en ese sentido que cuando el supuesto abuso trascendió la gente del barrio concurrió al jardín con el fin de linchar al profesor y en el medio del intento fueron golpeadas algunas docentes, según se indicó. Y por la magnitud de la indignación de las personas que concurrieron al lugar el establecimiento escolar «fue destrozado». Esa situación se produjo , en momentos en que niñas y niños debían salir del establecimiento y la acción policial , hizo que todos –alumnos y personal docente– se refugiaran dentro del Jardín para resguardarse
En la ocasión miembros de la agencia represiva estatal fueron convocados al lugar circunstancia que determino a su arribo que los empleados policiales generaran disparos desde una calle lateral.
Pensar en un abuso y la pueblada. La constatación de violencia cuando el ámbito escolar debería ser otra cosa, es la primer impresión que dejan ver alguno de los docentes que trabajan en la escuela .
La noticia del presunto abuso también generó la intervención de la Fiscalía de Delitos Sexuales El docente en cuestión transitará el proceso de la investigación en libertad puesto que hasta el momento no se encontraron indicios suficientes para pedir su prisión preventiva.
Desde el plano sindical la pagina de AMSAFE Rosario, da cuenta de manera breve, bajo el título “basta de violencia hacia las escuelas”que llama y convoca a una concentración frente a la sede de Gobernación el día lunes 13 a las 11 hs. Aclarando que lo hace con Desobligación de 10:30 a 14 hs.
El titular de Amsafé Rosario, Gustavo Terés agregó en declaraciones públicas que :. Es necesario entender que muchas veces los espacios públicos son un lugar de manifestación del profundo malestar por la situación social en que se vive y en donde reinan la inseguridad, la desigualdad, la ausencia del Estado. Además, está el acompañamiento de la docencia. Como gremio tenemos que acompañar, somos parte de la escuela pública y en algunos momentos somos agredidos cuando los docentes están poniendo el cuerpo. Pero hay situaciones límite donde no solo hay agresiones físicas violentas sino verbales que generan un profundo malestar y un deterioro en la salud de nuestros compañeros. Incluso en situaciones se ha puesto en riesgo la vida de los maestros. Por eso exigimos soluciones y un Estado presente, un Estado que muchas veces abandona a la comunidad educativa, que no garantiza los servicios ni los derechos».
Tomando en cuenta lo señalado inicialmente es preciso puntualizar que, los elementos objetivos que exhibe el fenómeno, de acuerdo con lo sucedido el pasado 10 de junio, lo cierto es que en el juego de tendencias que operan al interior de esa situación da cuenta de aristas que centran la cuestión en el plano cultural excediendo la simple consideración sindical del tema que por definición se enfrenta con los límites que le impone su función puramente economicista de la representación que exhiben con referencia a cada uno de los docentes que realizan sus tareas en el área territorial de la ciudad, dentro de establecimientos educativos públicos.
Buscando dar cuenta de estas cuestiones, se ha dicho con acierto que: “Si la educación pública fuera como la tierra que cultivan los campesinos americanos, veríamos que está arrasada por una cantidad increíble de plagas, que destruye semillas, vegetales, frutos y al propio trabajador de la tierra. Nuestra educación pública está seca, árida, asolada por décadas de maltratos y abandono. ….“los grandes medios de propaganda que utiliza el sistema y que trata de incidir fundamentalmente en la conciencia de los jóvenes o de la gente que no tiene una preparación crítica, que es una gran mayoría también. La propaganda es el equivalente al glifosato, es tóxica.”
( Adolfo Pérez Esquivel, argentino Premio Nobel de la Paz en la conferencia titulada Desafíos de Nuestra América en Tiempos de Pandemia el pasado 25 de agosto de 2020 en el canal de Youtube Otras Voces en Educación
Lo que deja ver el suceso en sí, es fundamentalmente un contraste en los procederes y métodos de los que se valen los colectivos sociales que se agrupan territorialmente en torno del establecimiento escolar y las visiones -representaciones que emergen desde quienes realizan sus tareas en ese mismo establecimiento , con alta incidencia de la respuesta punitiva al conflicto social desatado.
Estamos nuevamente frente a un problema convivencial por el que se demanda del Estado , con específica intervención de sus agencias represivas pretendiendo la aplicación de una respuesta exclusivamente punitiva. Sin embargo, lo cierto es que la situación excede con holgura esa perspectiva que debe ser solo excepcional y de última instancia y no adquirir nunca centralidad dentro del marco de defensa de las libertades democrática que los trabajadores deben exigir dentro del marco jurídico-político que propone la república burguesa.
Los medios de comunicación medran sobre la cuestión resaltando el aspecto violento de la acción comunitaria y de familiares sobre quienes laboran en el establecimiento educativo y las instalaciones, ubicando a la respuesta represiva sobre el grupo como necesaria, con lo cual naturalizan este tipo de intervenciones de la agencia policial dentro de un contexto barrial-territorial donde esa forma de actuación se generaliza como único recurso.
La acción sindical, revela sus límites en la medida en que la demanda desde la conducción de la organización gremial se centra sobre el Estado, no buscando en ningún caso un acercamiento al problema de conjunto por fuera de la esfera Estatal, con lo cual resulta funcional a los intereses represivos de esta última. En ese orden la respuesta de presentarse en una plaza en los frentes de la delegación del gobierno provincial en Rosario, es un simple escape de la situación en sí, buscando funcionalmente descomprimir, transfiriendo “responsabilidades” en el orden público a través de la demanda de mayor seguridad para el personal docente.
Con esto se advierte claramente que Amsafe , frente a la situación de crisis que exhibe la materialidad de la vida cotidiana en la base social en contexto de reproducción del capital , opta por adaptarse al Estado capitalista y “lucha” por su cooperación en lugar de su cuestionamiento y denuncia del orden de explotación y opresión que impone el capital en su lógica reproductiva
En este plano la falta de un curso de acción clasista e independiente por parte de los dirigentes sindicales marca un camino sin salida para la resolución de la situación objetivamente planteada en sentido favorable a la clase trabajadora de conjunto.
La situación exige una intervención política que excede a la militancia docente en clave sindical reformista y economicista ,ya proyecta sus tendencias contradictorias internas , en causas y efectos sobre el problema educativo en general y sobre las condiciones de reproducción de existencia de la clase trabajadora y sectores oprimidos que han salido de la esfera productiva para pasar por tiempo prolongado a la esfera de la población económicamente sobrante .
Lo propio sucede con la asimilación pasiva de las recetas políticas generales que se bajan desde el Estado , en torno a las conductas que pueden implicar situaciones de afectación de la integridad sexual de personas menores de edad en establecimientos públicos, todas ellas centradas sobre la base de un discurso exclusivamente represivo que impide abordajes de otro tenor que apunten a la solución convivencial de fenómenos como los que se dejan traducir de la denuncia de los familiares de la niña que se dice afectada .
La presión mediática hacia el discurso represivo hace carne de modo ideológico – en sentido estricto de formación de falsa conciencia- en la clase social explotada y los desplazados del empleo , profundizando su opresión y justificando la dominación del poder burgués, quien frente a sus carencias habilita la respuesta violenta que luego justifica un segundo momento de intervención de la agencia represiva frente a lo que caracteriza como actos vandálicos o linchamientos que dice evitar pero que primariamente propugna de modo solapado.
Por lo demás cabe advertir sobre la tendencia a justificar la acción de los vecinos y familiares de la niña caracterizándola erróneamente como la emergencia de una acción popular “justicieras”, presentando discursivamente al conato de “linchamientos”, como la única acción activa popular frente a la inseguridad, con lo cual se desmerece en los hechos y se oculta una amplia diversidad de formas de acción y mecanismos de protección diversos de aquel que tomó cuerpo en estas circunstancias que comentamos .
Así las cosas, siendo permeable y funcional a esa presión cultural de clase que despliega por todos los medios la burguesía, suele justificarse sucesos como los reseñados indicando que la justicia del linchamiento se ha convertido en un instrumento rutinario para aquellos que no pueden contar ni con la protección de la policía, ni con el castigo al perpetrador por un sistema de justicia rebasado
En otras palabras, esta de por medio la construcción social y cultural del sentido de agravio con carácter de clase que impone la posición cultural dominante que detenta la burguesía a través del aparato estatal y sus agencias ; los lazos sociales en la reacción colectiva violenta; la función de la representación del “criminal” como elemento que legitima la violencia que se le infringe, y la posición del sujeto “criminal” victimizado por linchamiento en relaciones de poder simbólico y social.
Las acciones violentas, que se exhiben en el fenómeno social que nos convoca , se encuentra en parte enmarcada por “la producción, el reparto, la circulación y la utilización de las emociones y los valores, las normas y las obligaciones en el espacio social”. Es decir, hay marcos culturales y significados que conforman las violencias y establecen los lindes de su consentimiento
Defender al linchamiento como fenómeno particular, exhibiendo que esa operatoria tiene propósito abierto hacia su generalización justificante de la intervención de la agencia estatal represiva se constituye en el soporte funcional de la respuesta estatal exclusivamente violenta .
Todos estos extremos deben ser invertidos por vía de la acción política militante de los sectores de la vanguardia obrera, construyendo programa y organización política partidaria que asocie la cuestión a la necesidad ineludible de alteración del orden jurídico-político burgués, y la intervención dominante de la clase trabajadora en sí, para la conformación de una nueva sociedad superadora de la explotación y la opresión social burguesa.
Nuevo Curso-Daniel Papalardo