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Nuevo Curso

El adiós al precedente Roe vs. Wade . Estados Unidos cambia el criterio sobre la interrupción de embarazos

UN NUEVO SIGNO DEL AGOTAMIENTO DE LAS POLITICAS DE DECLARACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE  DERECHOS SUBJETIVOS

              La Corte Suprema de Estados Unidos anuló este viernes la histórica sentencia conocida como Roe contra Wade, que desde 1973 garantizaba el derecho al aborto en el país. Con esta decisión, respaldada por la mayoría de jueces conservadores del tribunal por 5 votos contra 4, se abre el camino para que el aborto pueda ser ilegalizado en los estados que así lo decidan.

             Se espera que aproximadamente la mitad de los estados en el país introduzcan nuevas restricciones o prohibiciones. Misuri se autoproclamó como el primer estado en prohibir el aborto inmediatamente después de la decisión del alto tribunal, según anunció su fiscal general, el republicano Eric Schmitt. Y le siguió Texas, tal como expresó también su fiscal el fiscal general Ken Paxton, del mismo partido.

Este fallo dictado por el órgano máximo del poder judicial de la meca del capitalismo desmiente básicamente la condición de derecho subjetivo que hasta entonces se reconocía a la facultad de  interrumpir una gestación en curso. Por consecuencia de esa determinación sustantiva se desvanece la condición esencial de legalidad con la que venía revestida esa práctica médica.

Esta situación , ínsita en la fetichización de la lógica discursiva contenida en las políticas de defensa de derechos, sin advertencia de la condición de instrumento de clase que detenta el Estado de la burguesía , es ahora motivo de repudio por quienes en nuestro país a su turno festejaron la sanción de una ley con contenidos similares al entonces precedente norteamericano que incluso fue citado buscando amparo en la demanda , siendo que es precisamente ese precedente del tribunal superior norteamericano el que acaba de fenecer.

Esa omisión de dar cuenta que el mismo sujeto estatal legitimante de una ley, siendo esta un instrumento de consenso social para mantener el dominio de clase que impone la burguesía sobre la clase trabajadora esta facultado por miles de procedimientos a deteriorar o abolir ese precepto permisivo con sentido inverso,  fue deliberadamente impuesta por la agitación militante dada la centralidad que la política de asignación o reconocimiento de derechos subjetivos tiene como táctica dentro de la estrategia de corte reformista que sostienen como objetivo político.

         En este contexto, por fuera de estos lamentos impuestos a la impotencia reformista por el fallo judicial que comentamos , lo importante es tomar cuenta que es la particular conformación policlasista  sin determinación dirigencial y de una vanguardia que se organice en los destacamentos de la clase obrera presentes en la lucha, lo que marca la  matriz desde donde debe buscarse la  razón de la derrota implícita en este fallo

El pronunciamiento del tribunal superor de Estados Unidos, da cuenta de su funcionalidad en el sistema y el carácter de intelectuales órganicos al capital de sus miembros. El pronunciamiento instaura un nuevo  paradigma social, que emerge de las objetivas condiciones de una sociedad  que ve tambalear las bases de su modelo productivo y su dominación política internacional en crisis por crisis de su modelo productivo  .

 Mediante el fallo, se diseña una arquitectura cultural y social de crisis que impone y busca consensuar  una  sociedad en la que , el rol social básico que ocupan las mujeres trabajadoras y las económicamente excluidas de la producción de bienes, se reduce a la reproducción y protección de los hijos, paradigma inverso de lo que se desprendía de la jurisprudencia que acaba de ser dejada de lado.

   El énfasis en el empeño por   no institucionalizar el viene definido por esta cuestión básica; queda inscripto en la determinación política de los jueces en tanto  operadores de la burguesía en el poder. Esto muestra a las claras que está bien que debatan los colectivos en pugna, que se aten los pañuelos, que se movilicen pero los tiempos críticos endurecen los vínculos relacionales entre la sociedad civil y el poder de clase constituido en estado.

Así, el poder judicial de la organización normativa e institucional llamada     Estados Unidos , ha dicho no y con ello abre la brecha para la renovación de la cuestión en los países capitalistas dependientes como el nuestro y en los propios estados de la confederación .

Los jueces acaban de puntualizar que  por ahí no. Y es no, porque ese Estado se estructura con forma jurídica, dando cuenta de una alianza imprescindible y necesaria entre la explotación capitalista, de diseño liberal, y el contenido religioso de la ideología, junto con sus aparatos reproductores;.

  Por eso, es esencial a partir de la tendencia abierta por este precedente judicial advertir nuevamente a partir del carácter  policlasista que asumió en nuestro país la búsqueda de  considerar la interrupción de gestación como derecho subjetivo que debe ser declarado por el Estado  y no como defensa de una libertad democrática en el uso de una práctica médica , buscar que esa defensa  sea protagonizada con carácter de vanguardia por la clase trabajadora y su programa socialista revolucionario , evitando en sentido inverso que la clase obrera  se diluya en un frente dominado por la pequeña-burguesía  . En este sentido, la marea verde a dado cuenta objetiva de sus límites y de las dificultades relativas que afronta sus pretensiones, en la medida de que no forme parte del programa político de la vanguardia obrera, convertida en conductora organizada; un partido que sea la punta de lanza, en manos de los explotados y oprimidos por el modo de producción capitalista.

         Por eso pensamos que corresponde destacar que hay otro color que vive en el tiempo, señalando la sangre de todos los caídos en la lucha de clases, que nunca se detiene pero que no hace carne explicita en la vanguardia luchadora. Ese rojo socialista y revolucionario  solo tiene un objetivo: terminar con el  Estado, es decir , acabar con la dominación política de la burguesía. Para terminar con la relación capital –trabajo,

Hay un interés específico que defender, y es el que encarna la clase trabajadora, cuyo objetivo es en terminar con la explotación capitalista y el Estado que le da forma institucional, cuando monopoliza la violencia sobre los cuerpos y las libertades, y legitima a través de sus tribunales el accionar de los aparatos represivos Si se pierde de vista ese objetivo estratégico, si no se difunde, si no se hace carne “socialismo o barbarie”, la película seguirá repitiéndose, y seguiremos caminando indefinidamente en las calles con carteles, gritándole a la luna, con la esperanza de que el Estado de la burguesía genere políticas que le sean antagónicas a su propia constitución como tal.

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      Por último, debe resaltarse que a  diferencia de la mayoría de los estados nacionales, Estados Unidos nació como un Estado laico. La separación entre la Iglesia y el Estado lo distinguió de los estados confesionales europeos, fundados en el “modelo constantiniano” de la religión oficial.

Esta gran diferencia hizo que mientras en Europa, a partir de la Revolución Francesa de 1789, el laicismo fue un movimiento orientado a emancipar al Estado de la tutela eclesiástica, en Estados Unidos el laicismo, consagrado constitucionalmente en Filadelfia en 1787, fue considerado una garantía para la no intervención estatal en los asuntos religiosos. Ese carácter no estatal de la religión desató el funcionamiento de singulares mecanismos del mercado en la esfera religiosa. Las distintas iglesias, sin ninguna subvención ni ayuda estatal para sobrevivir, se vieron siempre obligadas a competir entre sí para atraer y conservar a sus feligreses.

       Con esta aclaración  debe advertirse que  finalmente el fallo  hecha luz sobre lo estéril de la premisa del Estado Laico, con el que suele unirse la acción por reconocimientos de derechos , en tanto el Estado. No es ese el objetivo de la clase obrera en esta fase del capitalismo que marca su crisis estructural, y su incapacidad de atender a las demandas inmediatas de la sociedad en su conjunto.

Daniel Papalardo NUEVO CURSO