Jaime Ramón Mercader, consiguió infiltrarse en los círculos más cercanos de Trotsky. El 20 de agosto de 1940 fue recibido por este en su vivienda y en el espacio destinado al trabajo del revolucionario , estando a solas, sacó un piolet y le asestó un golpe brutal en la cabeza. Trotsky fue llevado al hospital de la Cruz Verde y sometido a infructuosas operaciones. El 21 de agosto, finalmente murió, Cabe señalar que a sus exequias, celebradas en la capital mexicana, asistieron cerca de trescientas mil personas, en una ciudad que por aquel entonces contaba con unos cuatro millones de habitantes
Tal vez para ilustrar la situación y cuanto trae la misma a nuestros tiempos, lo más oportuno sea recordar palabras poéticas de Miguel Hernadez, que si bien no fueron dichas ante el suceso que nos ocupa, tienen con el mismo pertinencia literaria y expresa el sentimiento más profundo del dolor, emoción con la que los seres humanos nos emparentamos ante cualquier situación que lo provoque.
Un manotazo duro,
un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
Por fuera del relato histórico, y de esta ardiente presencia del poeta Miguel Hernandez que le ilustra aún cuando no estuviera en el propósito del escritor . Por fuera del brazo inmediato y materialmente asesino de Mercader, nuestros tiempos llaman a muchas organizaciones que por estas horas evocan a Trotsky a dar cuenta de sus acciones reales y concretas por las cuales con perversa regularidad , asestan un golpe helado a la tarea inconclusa de organizar la IV Internacional como partido mundial de la clase obrera.

Lo cierto es que aquí , en Argentina, atravesando una crisis política y social profunda, estamos frente a un nuevo aniversario del atentado que terminó con la vida de León Trotsky. Es un giro específico de la militancia de nuestro país, acudir a la determinación del calendario y el hecho histórico, posicionándose como observadores narradores que lavan sus ropas para el evento , omitiendo desarrollar cuanto les incumbe con su presente, cuando se asocian a la trayectoria de vida y las acciones políticas de uno de los líderes bolcheviques de la revolución rusa y fundador de la IV Internacional . La reacción burguesa ya ha tomado cuenta del fenómeno y ni lerda ni perezosa adjetiva con la palabra “trosko” y la carga de significado peyorativo y estigmatizante, añadiendo un nuevo hito a la larga cadena de ofensas y ataques que no terminaron en aquel día de Coyoacan y que se continuaron en otros planos muchos más violentos , en todos los compañeros que levantando la bandera bolchevique y los aportes del revolucionario dieron su vida por el socialismo a lo largo de todo el mundo. Por nuestras tierras dan testimonio Ana María Martinez ,Jorge Fischer , Miguel Bufano, Mariano Ferreyra y otros muchos mas.
Nada de este fenómeno que hoy nos abarca, traducido en el lavado del programa troskysta , cuando no su abandono, de la mano de quienes se dicen sus seguidores , es ajeno al tiempo de crisis que nos convoca y a las circunstancias mismas que derivaron en la muerte física del revolucionario. De hecho la obsesión por quitarle la vida , respondía más a la eliminación del símbolo de la revolución que permanecía activo en cualquier lugar a donde fuera desterrado . Luego se comprendió que en realidad la tarea exigía un segundo momento que era hacerse del símbolo una vez fallecido el hombre. Es este segundo tiempo el que estamos atravesando y del que debemos advertirnos todos aquellos que tenemos en nuestra existencia un solo objeto de vida que es plasmar la revolución obrera y socialista. El reformismo, el populismo y otras expresiones de la política burguesa que habitan en las masas de trabajadores , colocan sus garras sobre el programa revolucionario y no dudan en hacerse de los símbolos de la historia socialista para frustrar su desarrollo
Es que el ataque desatado sobre León Trotsky , lo encontró en en tareas que implicaban su mayor desafío , en el momento más difícil para la clase obrera mundial, que imponía la fundación de la IV Internacional. Los oradores de hoy , deben dar cuenta de cómo siendo ajustado y correcto el diagnóstico y la acción, han hecho precisamente todo lo contrario, es decir, desarrollar lo indecible para que ese resultado vital para la revolución no se plasmara organizativamente en los hechos.
Hoy para saber cual ha sido la suerte de esa iniciativa, vital y llena de entrega en miles de seguidores bolcheviques, la realidad exhibe una diáspora de grupos que usan los símbolos de la IV Internacional y corrompen tanto la metodología ínsita al programa fundacional de esa organización, como a uno de sus factores genéticos específicos que precisamente es , la defensa del marxismo
Pero hoy opera un fenómeno que debe ser combatido por su significativa trascendencia para la lucha de clases que es aquel que viene dado por la representación que las masas tienen ante el problema , asociando con izquierda y con marxismo a una junta de reformistas, oportunistas , fundamentalistas del parlamentarismo, cultores malversadores , que ocultos tras un pretendido desarrollo táctico emulado de una mala copia de la guerra de posiciones en el arte del combate solo resultan ávidos de una banca, con lo que consiguen su lugar bajo el sol del Estado de la burguesía.
Estas expresiones políticas contra las cuales se impone la lucha sin cuartel en los escenarios donde ella materialmente se presente, solo exhibe aptitud para el manejo burocrático de presupuestos, cotizaciones, ingresos recibidos del Estado , etc y a eso se reduce su miserable existir..
La palabra embuste, describe con algún acercamiento certero el fenómeno que intentamos describir, en tanto la praxis política y el discurso de estos oportunistas se condensa en una mentira disfrazada con artificio, en tanto son generadores cotidianos de la formación de falsa conciencia en la clase trabajadora buscando orientar la vanguardia de nuestra clase hacia recorridos que ineludiblemente conducen hacia el agotamiento individual y la frustración permitiendo que en definitiva la reproducción del capital financiero alcance materialidad a costa de la miseria de la mayoría del pueblo
. Los que permiten que se asocie a Trotsky y el programa fundacional de la IV internacional, con actitudes oportunistas y básicamente revisionistas, gestadas desde el reformismo y el oportunismo , han buscado protegerse en lo simbólico para poder operar desde el prestigio que la historia le termina dando objetivamente a la lucha de la oposición rusa de izquierda y a todos los militantes internacionalistas que en el mundo dieron su esfuerzo y sus vidas por la fundación de la IV Internacional y con ella por un orden social de definición socialista.
En ese contexto, y buscando sacar de las escolásticas videos-conferencias de los enemigos de la clase obrera y el pueblo oprimido, el hecho histórico por el cual el Stalinismo organizado en bandas asesinas terminó con la vida de León Trotsky ,solo es preciso tener en claro que la tarea sigue vigente, que la lucha de clases no se detiene por la presencia de estas estructuras organizativas claudicantes. Los trabajadores siguen bregando donde quiera que sea, consciente o inconscientemente por un nuevo modelo de producción y un nuevo orden mundial .socialista gestado desde la dictadura del proletariado .
Viene al caso recordar en estos tiempos, algo que los exhibicionistas del reformismo nunca evocan :
“ la revolución es ante todo el despertar de la personalidad humana en el seno de aquellas masas que supuestamente no la poseían
La revolución es ante todo y sobre todo el despertar de la humanidad, su movimiento progresivo, el crecimiento del interés por la dignidad propia y ajena, el crecimiento de la simpatía por el débil y por el más débil.
La revolución no es tal si no ayuda con todos sus medios y fuerzas a la mujer, doble y triplemente oprimida, a tomar el camino del desarrollo personal y social.
La revolución no es tal si no muestra la más grande simpatía por los niños, ellos son el futuro en cuyo nombre se hace la revolución
Se puede crear una nueva vida basada en el respeto mutuo, en el respeto por sí mismo y la amistosa igualdad de la mujer , en una verdadera preocupación por los niños “ (L. Trotsky. Literatura y Revolución , pag.742)
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