NUEVO CURSO

Son tiempos en los que aprovechando indecorosamente el deceso de un actor, se busca llevar agua para el molino que genera una nueva versión del olvido de un régimen político dictatorial  de corte cívico-militar , que produjo entre 1976-1983, un genocidio , según así lo han señalado incluso los propios órganos jurisdiccionales del Poder Burgués.

Sin embargo, casi por reacción de la vida ante la muerte, casi por actuación de eros sobre kanatos , desde los hechos que propician las masas , gran parte del pueblo cordobés, que se embandera con la celeste, desde barrio Alberdi al país,  celebra con alegría legítima, su ascenso a la primera división del fútbol profesional argentino, tras consagrarse campeón del campeonato nacional b.

Los gritos de un barrio, los festejos extensos y merecidos, retumban sin embargo, en una pared específica que simboliza a todo el pueblo trabajador . En el Gigante de Alberdi sobre la calle Orgaz un mural diseñado por el artista Lucas Chami, pintado con la colaboración y el trabajo de Murales CAB, honra la memoria de Pascual Delfín Ludueña Leyva, socio desaparecido del Club Atlético Belgrano.

Pascual fue delegado sindical de FIAT Concord y tenía 29 años cuando fue secuestrado el #24DeMarzo de 1976. Hacía una semana se había asociado a Belgrano con el nro. 14104.

El nombre de Pascual se conoció y pudo verificar a partir del trabajo articulado entre los Espacios de Memoria de la Provincia, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba y Belgrano para la reconstrucción de la memoria de cada socio y cada socia, víctimas del terrorismo de Estado. 

Pascual, como tantas y tantos otros, habitó el club, sin duda es parte de esta felicidad de perfil deportivo. Desde las paredes del Julio César Villagra llama y se asocia  al presente, recuperar la Memoria y hacer que el Club Atlético Belgrano siga siendo consecuente con su propia historia, hoy galardonada con el campeonato.