El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, de la cabeza hasta los pies (Carlos Marx)
Se trata de Cristian Orozco y Martin Zulpo. Dos trabajadores argentinos. Tal vez sus nombres pasen a engrosar las” listas del anonimato”, en la que se cuentan los por estos días olvidados 6.500 operarios inmigrantes contratados para las obras del reluciente mundial de futbol en Qatar. Es la base de datos del crimen laboral contenido como posibilidad en todo vínculo que implique la contratación de fuerza de trabajo para producir mercancía y con ella el valor que realizado se apropia el burgués con forma dinero.
El jueves 11/11/21, en las costas de San Antonio Oeste (Rio Negro), se hundió el Buque “7 de Agosto”, la familia del tripulante Cristian Orozco oriundo de Sierra Grande se enteró de su deceso por l a terrible noticia del hallazgo de su cuerpo, mientras que Martin Zulpo de General Lavalle aún continúa desaparecido.
Frente a la noticia corresponde una reflexión primaria “Si puede evitarse no son accidentes, son asesinatos laborales” . El buque pesquero 7 de agosto zarpó sólo, siendo que una embarcación de ese porte , y en esas condiciones debe hacerlo en convoy junto a otras naves . A ese factor se suma el natural deterioro que con el paso del tiempo tenía el buque, dato objetivo que es común al conjunto de las naves que se emplean en la industria pesquera en nuestro país , todo lo cual hace al desempeño de ese trabajo como uno de los de mayor riesgo .
A la voracidad acumulativa de la reproducción del capital con estos medios, se le añade el rol del Estado, facilitador de la apropiación del plusvalor .El DNU 145/19, emitido durante el gobierno de Macri (Cambiemos) y mantenido intacto por el actual gobierno de Alberto Fernandez (Frente de Todos), da 20 años al empresariado para renovar la flota.
El fenómeno relativo a las consecuencias de la instalación de la relación capital – trabajo, da cuenta de lo sucedido en su estructura primaria , tan pronto se vuelva a analizar la incidencia de la acumulación y reproducción del capital. El salario está determinado por la lucha de clases abierta entre capitalista y obrero. En ella el capitalista puede vivir más tiempo sin el obrero que éste sin el capitalista. …Además el terrateniente y el capitalista pueden agregar a sus rentas beneficios industriales, el obrero no puede agregar a su ingreso industrial ni rentas de las tierras ni intereses del capital. Por eso es tan grande la competencia entre los obreros. Luego sólo para el obrero es la separación entre capital, tierra y trabajo una separación necesaria y nociva. El capital y la tierra no necesitan permanecer en esa abstracción, pero sí el trabajo del obrero.
Para el obrero es, pues, mortal la separación de capital, renta de la tierra y trabajo.
El nivel mínimo de salario, y el único necesario, es lo requerido para mantener al obrero durante el trabajo. y para que él pueda alimentar una familia y no se extinga la raza de los obreros. El salario habitual es, según Smith, el mínimo compatible con la simple humanité, es decir, con una existencia animal.
La demanda de hombres regula necesariamente la producción de hombres, como ocurre con cualquier otra mercancía. Si la oferta es mucho mayor que la demanda, una parte de los obreros se hunde en la mendicidad o muere por inanición. La existencia del obrero está reducida, pues, a la condición de existencia de cualquier otra mercancía. El obrero se ha convertido en una mercancía y para él es una suerte poder llegar hasta el comprador. La demanda de la que depende la vida del obrero, depende a su vez del humor de los ricos y capitalistas. Si la oferta supera a la demanda entonces una de las partes constitutivas del precio, beneficio, renta de la tierra o salario, es pagada por debajo del precio; una parte de estas prestaciones se sustrae, pues, a este empleo y el precio del mercado gravita hacia el precio natural como su centro. Pero, 1.) cuando existe una gran división del trabajo le es sumamente difícil al obrero dar al suyo otra dirección; 2) el perjuicio le afecta a él en primer lugar a causa de su relación de subordinación respecto del capitalista.
Con la gravitación del precio de mercado hacia el precio natural es así el obrero el que más pierde y el que necesariamente pierde. Y justamente la capacidad del capitalista para dar a su capital otra dilección es la que, o priva del pan al obrero, limitado a una rama determinada de trabajo, o le obliga a someterse a todas las exigencias de ese capitalista. (Carlos Marx Manuscritos Económicos)
La acumulación propiamente dicha y en su rol específico dentro del modo de producción capitalista no puede ser reducida a un acontecimiento histórico pasado, sino que se encuentra necesariamente presente en los sistemas capitalistas “maduros” como proceso inherente que, dada la naturaleza conflictiva de las relaciones capitalistas, asume un carácter continuo.
Una vez consumada la escisión originaria entre productores y medios de producción, la acumulación capitalista se perpetúa y reproduce a escala ampliada mediante mientras esta regulación impersonal naturalizada funciona,
las luchas históricas de la clase trabajadora representan una ruptura en la aceptación de las leyes de la oferta y la demanda y, por lo tanto, una potencial reducción de la distancia entre productores y condiciones de existencia. En estas circunstancias, la acumulación primitiva se reactualiza como estrategia reactiva del capital para restablecer el “curso ordinario de las cosas”, preservando y expandiendo dicha separación primigenia. De esta manera el capital despliega nuevamente y sobre nuevas formas jurídicas, procesos que profundizan la privatización y mercantilización de lo común, toda vez que el trabajo se erige como un obstáculo para su reproducción y genera rigideces en la dinámica de la acumulación, de allí la apuesta a la llamada flexibilización de las condiciones laborales o el embuste ficcional del microemprendimiento , donde la víctima se autoexplota en la creencia de que trabaja para sí.
En ese mismo contexto es donde se acude , también con igual propósito defraudatorio a la alegada reducción de costos de producción y la demanda de subsidios del Estado por las patronales, con los que estas encubren su nula inversión original en el desarrollo productivo, de manera tal que se incrementa en forma insostenible al punto de llevar a la muerte la extensión de la vida útil de maquinaria ya suficientemente amortizada en el tiempo. La lectura del luctuoso suceso , pone en primer nivel la demanda concreta relativa a la investigación del suceso que termina con la vida de estos dos operarios, pero necesariamente debe destacar sobre ello, que lo sucedido no es fenómeno aislado y responde a la propia lógica de producción del capital, que únicamente puede ser superado por una nueva sociedad fundada sobre otros modos productivos excluyentes en el máximo posible de todo riesgo en el trabajo humano , a través del control de los propios trabajadores de las formas en que se desenvuelve las tareas, y la expropiación colectiva de los medios de producción.
NUEVO CURSO