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Nuevo Curso

QUIJOTADAS. PAPELES AL VIENTO Y CARTELES A LA NADA. EL REFORMISMO MUESTRA SU INVIABILIDAD.

NUEVO CURSO

En los Grundrisse puede ubicarse  una afirmación sustantiva de Carlos Marx, que tiene la virtualidad de ubicar en su adecuado sitio al reformismo vernáculo a cuyos exponentes parlamentarios,  hoy hemos tenido ocasión de ver con cartelitos en sus bancas , exhibiendo aquiescencia  para con  el mismo modelo de acción política que aquellos de quienes se dicen adversarios,  alentando a la vez la posibilidad de modificación  del orden social dentro de la misma estructura  capitalista y su poder estatal.

Se lee en los Grundrisse una poderosa definición, sin duda ninguneada por los parlamentarios del FIT-U  y las organizaciones políticas que se estructuras tras esa representación: “Si la sociedad tal cual es no contuviera, ocultas, las condiciones materiales de producción y de circulación para una sociedad sin clases, todas las tentativas de hacerla estallar serían otras tantas quijotadas”.

        Expuesta en estos términos la cuestión ligada al reformismo, los diputados del FIT-U, sus cartelitos con leyendas dirigidas hacia la nada misma en un entorno de poder burgués al que le son funcionales, producen exposiciones y hacen declaraciones que invitan todo el tiempo a la pelea contra molinos de viento, y en ese estricto sentido no son otra cosa que “Quijotes”.

         El FIT-U y colaterales, reclaman, denuncian, se manifiestan sorprendidos, se violentan ante una realidad social que no es otra cosa que la materialización de una anulación del funcionamiento cíclico del capital, que implica, por lo tanto condiciones críticas de existencia. Niegan  con ese hacer lo que  es la esencia del planteamiento marxista que señala que con imperialismo llegamos a la fase final o superior del capitalismo, que se trata de una época de reacción en toda la línea, de catástrofes económicas y convulsiones sociales, de guerras y revoluciones, de una época en que el capitalismo alcanza los límites de su misión histórica y que plantea la célebre alternativa de socialismo o barbarie.

El FIT-U y sus colaterales no nos llaman ni nos convocan a saltar por encima de la existencia de determinadas relaciones de producción y por tanto de determinadas relaciones de clase. No hay en su presencia, ningún atisbo de los paradigmas que enuncia el manifiesto comunista y con eso dejan señales de su apartamiento de toda estrategia de poder obrero revolucionario, con programa socialista.

      En la definición que nos da Marx en los Grundrisse, está contenida la categoría analítica relaciones de producción que los “parlamentarios desconocen” por razones de su posicionamiento ideológico. Debemos entonces recordar que  las relaciones materiales de producción y de circulación capitalistas, contienen ocultas las relaciones materiales de producción y de circulación para una sociedad sin clases. Pero que determinadas relaciones materiales de producción contengan ocultas otras condiciones materiales de producción significa inevitablemente un choque, una contradicción, la interpenetración de contrarios y la necesidad de un proceso político revolucionario y no la reforma de lo que perece objetivamente generando ese conflicto agudo de clases.

Se plantea así un problema fundamental omitido en las prácticas y discursos de los parlamentarios voceros del FITU, que hace que sus cartelitos suenen quijotescos. La ley del valor hoy subsiste bajo condiciones de crisis, es decir bajo fenómenos sociales que implican que resulta cada vez más difícil convertir en capital las nuevas masas de trabajo no pago

Es precisamente la contradicción creciente entre la producción del valor asociada a la efectivización de la ley del valor o a la conversión de trabajo no pago en capital y, la producción de valores de uso, ya inserta originalmente en la mercancía la que genera las tensiones agudas existentes y crecientes al interior del modo de producción capitalista. Es esta contradicción entre producción de valor y producción de valores de uso la que se manifiesta, como una colisión violenta entre la socialización creciente de la producción y la apropiación privada de sus frutos por un lado, entre la planificación creciente de la producción al interior de las unidades productivas y la anarquía de la producción en su conjunto.

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La riqueza bajo las condiciones capitalistas de producción, está fundada, en el robo de trabajo ajeno Por ese fenómeno objetivo, no puede abandonar su forma a menos que deje de ser lo que es, es decir, que deje de implicar y requerir del robo de trabajo ajeno.

Por ello Marx califica de quijotesco el escenario que vende con denuedo el FIT-U, sea en períodos de farsa electoral o en el que transcurre entre uno y otro circo parlamentario del poder burgués. Claramente no   es reformando los efectos de un orden social caduco desde la objetividad misma de su gestación, como pueden encontrar satisfacción las demandas por condiciones justas de vida.

El camino es precisamente el inverso, es decir, es necesario que el trabajo deje de ser fuente de la riqueza, el tiempo de trabajo deje de ser medida de la riqueza y el valor de cambio abandone su condición de medida de los valores de uso.

 La solución de este proceso es la superación del capitalismo, nunca su reforma. Es el abandono de la forma actual de la riqueza (robo de trabajo ajeno) y el reemplazo por su contenido (valores de uso) situación está que, evidentemente no puede darse bajo relaciones de producción capitalistas.

La ilusión de los reformistas, por lo tanto, es creer que algunas de las partes de este sistema pueden alterarse en su naturaleza y hacer que el conjunto funcione de otra manera.

No es posible resolver los problemas del capitalismo a través de reformas. Marx señala el carácter radicalmente contradictorio y potencialmente explosivo de las relaciones sociales capitalistas, al gestar en su interior las condiciones que posibilitan su superación. Es en ese sentido que completa esa afirmación paradigmática indicando que “la antítesis de los intereses privados genera intereses de clase

  Finalmente no puede dejarse de lado el carácter parlamentario de los voceros del FITU. Este posicionamiento social, los liga necesariamente a la gestación y producción de leyes. En ese sentido, Marx dice lo siguiente:

Las formas jurídicas, en las que las transacciones económicas aparecen como actos de voluntad de los involucrados, como exteriorizaciones de su voluntad común y como contratos cuya ejecución puede ser impuesta por el Estado a las partes contratantes, no pueden determinar, como meras formas que son, ese contenido. Ellas solo pueden expresarlo. Cuando corresponde al modo de producción, cuando le parece adecuado, ese contenido es justo; cuando lo contradice, es injusto.

El discurso crítico y la demanda de superación del orden burgués no se fundamenta en una condenación moral de este, tampoco en una ética universal del hombre, cimentada en principios eternos de justicia. Antes de eso, los presupuestos para las relaciones de producción socialistas aparecen en el seno de la propia sociedad burguesa y se tornan evidentes en su crisis .