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Nuevo Curso

LUCHA DE CLASES. LA OCUPACION DE FÁBRICA COMO METODO MARX Y LA CERVECERÍA CÓRDOBA.

NUEVO CURSO

En mayo, tenemos la ocasión de traer a cuento dos sucesos que, pese a la distancia en el tiempo de uno y otro, se vinculan entre sí, en forma tal que es posible pensarlos como uno solo, en tanto el segundo es derivación necesaria de la existencia vital del primero.

Karl Heinrich Marx nació en Tréveris, 5 de mayo de 1818. Desde sus aportes en el plano del conocimiento, podemos compartir una conclusión necesaria afirmada como premisa en el Manifiesto Comunista:” Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases.” A más de un siglo de esta afirmación certera, en Córdoba , también en la primer semana de mayo , más precisamente el El 4 de mayo de 1998,   los trabajadores de la Cervecería Córdoba  amanecieron en las instalaciones es de esa empresa  y con el apoyo de vecinos del barrio Alberdi donde se radicaba ,ocuparon las instalaciones siendo una toma que  en defensa de la fuente de trabajo y percepción de salarios  se prolongó por 105 días  .adquiriendo por ello , la condición de ser la más larga e n la historia de la clase trabajadora  en Argentina.

Esta confirmación en hechos del choque directo entre explotadores y explotados, implica además reconocer un factor esencial de la existencia humana también legado por Marx desde su texto “El 18 Brumario de Luis Bonaparte” al indicar que: “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado …..” buscando mantener el orden social existente.

En esta conjunción específica de teoría y práctica que deja como balance aquella lucha obrera y popular en suelo cordobés, es señal que ha quedado inscripta como un mojón de la lucha de clases y como tal, un indicador del camino a recorrer para la superación dialéctica de la opresión y explotación que sufren los trabajadores, en particular cuando los elementos objetivos de la realidad dan cuenta de la crisis global del capital para sostener su reproducción como orden social dominante.

La Cervecería Córdoba se inauguró en 1917.Luego n la apropiación del valor creado por el empleo de la fuerza de los trabajadores que allí laboran permitió su expansión y la consiguiente reproducción capitalista. En ese contexto se constituyó en una suerte de motor del crecimiento de algunos de los primeros barrios obreros de la ciudad con mayor relevancia en Alberdi y Villa Páez.  

Una mirada más próxima al dato sociológico muestra sin dudas que la empresa con su consolidación vino también a resultar una suerte de medidor de los comportamientos humanos en la zona. En ese lugar de la historia emerge la emblemática chimenea que con su sirena indicaba sin observaciones no solo los horarios de ingreso y salida de los operarios, sino que además hacía las veces de despertador general y de convocador para las comidas en el vecindario

Sobre la prevalencia y estabilidad productiva pudo avanzar el menemismo y su aplicación de planes neoliberales , en el marco de una reformulación salvaje de la relación laboral y la producción de valor que puso a los sistemas de trabajo utilizados en la Cervecería en desventaja con sus competidoras , casi como la ilustración de cuanto sucede en la producción de mercancías cuando la relación del capital constante con el variable no permite una productividad al menos acorde con la media de la generación de ese producto de modo tal que el mismo no puede ya competir con ventaja relativa dentro del propio mercado interno.  

Es así que siendo el capitalista de mayor prevalencia el tristemente célebre Francisco Ríos Seoane quien además de su gestión en la empresa, fue el presidente de Deportivo Español durante 18 años a su modo y manera: sin cuidar las formas. Ríos Seoane afrontó causas por estafas, defraudación, calumnias, injurias, lesiones y hasta instigar un homicidio.

La Cervecería se declaró en quiebra en el año 1997 y un juez llamó a convocatoria de acreedores. El reclamo de los trabajadores logró instalar un compromiso: el nuevo propietario debía mantener la fábrica funcionando. El monopolio CCU-Lucsik -de las marcas Budweiser, Schneider, Salta y Santa Fe- ganó la licitación. Pero, una vez efectuada la compra, anunció que iba a cerrarla.

La situación narrada fue la que derivo en la toma por los trabajadores del inmueble donde se situaba la Cervecería, con la particularidad de que prontamente los vecinos y otros sectores populares como estudiantes universitarios se plegaron en apoyo y colaboración con la medida de fuerza que transformó a esa acción colectiva en la mayor toma por su extensión en el tiempo de la historia de la lucha obrera en la Argentina.

El 4 de mayo de 1998, quienes se decían los nuevos dueños debían tomar posesión de la cervecería, los trabajadores amanecieron en la fábrica. Ese fue el primero de los 105 días que duró la toma.

Dicho en otras palabras, los trabajadores de la planta se dispusieron a defender los puestos de trabajo. Y un movimiento barrial que sentía mucha pertenencia con el lugar hizo suya esa lucha. Esos dos sujetos hicieron que se movilizara una parte importante del movimiento obrero que sufría el ajuste. Es allí donde radica la trascendencia de esta lucha en la medida en que, la Cervecería Córdoba se convirtió en un eje aglutinador de todas esas luchas que protagonizaban los trabajadores.

Es relevante destacar como enseñanzas de las tácticas aplicables en las confrontaciones abiertas que se desenvuelve en la lucha de clase entre el capital y los trabajadores que esta toma se sostuvo con el apoyo de toda la comunidad y un gran protagonismo de las mujeres del barrio, los estudiantes y las familias de los obreros. En ese plano son significativas las medidas de autodefensa de quienes materializaban la ocupación, montadas con la participación activa del barrio, como sucedió en las numerosas escarnamusas desarrolladas en cado intento de los adquirentes del paquete accionario con fuerzas policiales, para tomar posesión efectiva del inmueble y las maquinarias que se ubicaban en su interior

Hubo muchos intentos de desalojo y la policía tuvo que retroceder por las barricadas que realizaban los vecinos. Hay una herramienta muy importante que se vuelve a repetir ahí, una imagen de obreros, estudiantes y el barrio, remedando aquel obrero y estudiantes, unidos delante de gestación en las jornadas del Cordobazo que también tuvieron uno de esos epicentros en Alberdi

Finalmente, el 17 de agosto a la madrugada, el Gobierno provincial de Ramón Bautista Mestre desplegó un operativo represivo para el desalojo en el que se empleó una cifra superior a los 800 efectivos policías suficientemente pertrechados, que militarizaron todo el barrio, mientras entraban a la planta golpeando y deteniendo a los obreros y sus familias.

Lo que a simple vista parece dar cuenta de una derrota en plano bélico sin embargo sentó las bases para la continuidad de la disputa judicial por la percepción de los créditos laborales abiertos por el cierre y la declaración de apertura del proceso de quiebra de la Cervecería y lo que es más importante aún para que en el territorio próximo a esa industria, se establecieran nuevas instancias de organización vecinal. Plasmadas en el Centro Vecinal Alberdi, ya que los terrenos de la cervecería quedaron de agentes capitalistas ligados al mercado inmobiliario que obtuvieron el 15 de abril de 2010, en la gestión municipal de Daniel Giacomo, las habilitaciones en favor de la empresa euro mayor para demoler la icónica chimenea de la fábrica y dar lugar a un complejo de torres de departamentos.

Nuevamente frente a ese hecho los vecinos asumieron acciones de autodefensa de los intereses históricos de la ciudad que habían sido abandonados por los representantes parlamentarios de la ciudad Antes, tuvieron que enfrentarse a los vecinos, que trataron de impedir la demolición. Los relatos de la época dan cuenta de que se vivieron momentos de alta congoja, los mismos que se continuaron en el tiempo en cada 4 de mayo hasta el presente.