Nuevo Curso

CRONICAS “POLICIALES” Y LA PRESENCIA DEL CHE.

NUEVO CURS

En un barrio del Chaco los niños que se egresaban de la primaria cantaron la canción «Hasta siempre, comandante» en homenaje a Ernesto «Che» Guevara durante el acto de fin de año. Las imágenes se viralizaron rápidamente en las redes sociales y esto despertó una fuerte polémica.

       Así se dio curso a la noticia en su oportunidad, luego fue expandida con la intervención televisiva de un periodista indicando que en esa escuela se izaba la bandera argentina, junto a la cubana.

         Sin embargo, no tuvieron éxito con la “noticia”, en tanto contemporáneamente su difusión, no alcanzó para instalar una polémica, que era lo que se buscaba.  En otros términos, no se pudo poner en juego la figura del Ernesto Guevara, como objetivo inmediato y con ella por elevación al gobierno provincial que supuestamente colaboró con todo lo narrado a través de un burócrata piquetero. Estaba claro que se buscaba relacionar a Capitanich con el Che forzando las ideologías y los testimonios de vida de uno y otro.

     No obstante, días después se produce la desaparición de una joven, sin mayores referencias de su paradero al inicio, pero luego esa circunstancia fue vinculada directamente con Emerenciano Sena y su familia, quienes habrían generado ese resultado siendo todos detenidos, . Se aprovecho el momento para señalar a ese burócrata como el responsable por la gestión y construcción del barrio donde radica la escuela en la que se cantó la canción alusiva al Che.

      Así las cosas, como si la desaparición de una persona permitiera cualquier opinión, se plagó la provincia de cámaras televisivas, responsables periodísticos, ocupó las redes el tema con significantes criminales, en formato que incluía al Dr. Ernesto Guevara, en una suerte de “todos los caminos conducen a…”.

         Un segundo uso del fenómeno para ubicarlo deliberadamente con un perfil segmentado e ideológico, con vacío de contenido, pero contundencia en la difusión del mensaje “anti”, es el empleo relacional de un fenómeno criminal individual, en su cotejo con un fenómeno colectivo y de masas operado en la provincia de Jujuy al punto de sugerir que la “táctica” es tapar el hecho jujeño con el chaqueño.

         Muchas veces se ha planteado los significantes éticos que pueden sugerirse a una labor que se dice periodística. No creemos que sea ese el camino para el reproche que nos parece debe hacerse en relación a esta forma de presentar la “noticia “y el uso ulterior de la mercancía periodística fabricada en los medios que se emplean teóricamente para que la población se informe, teniendo presente que se dice que habitamos en una república democrática y el derecho a estar informado adquiere raigambre constitucional.

      La cuestión concreta en referencia a la intervención periodística y ulterior profusa difusión pública, de la existencia de una escuela donde se rinde homenaje al Che Guevara , como tal, es decir, como combatiente por la liberación de Cuba, y soldado guerrillero en las guerras de liberación en Bolivia y el Congo , como funcionario emblemático de la primer gestión de la revolución cubana,  es que se trae esa presencia a cuenta, para que se la denosté al paso junto al repudio por la desaparición de una joven y el reclamo de su aparición con vida.

        Es esa lectura y construcción de discurso de “verdad” la que debe ser identificada, cuestionada y contrapesada con la que arroja más claridad sobre la cuestión, es decir, con la que tiene más acercamiento a la verdad.

Nuestras escuelas, llevan los nombres de los héroes de una gesta revolucionaria. Repárese en Güemes, San Martín, Belgrano, Moreno. Todos ellos revolucionarios, y hacedores en sus modos y maneras de la formación del Estado nacional en 1853-60.

Durante años y aún hoy en nuestras escuelas provinciales existe la bandera de Santa Fe que fue ordenada por el Brigadier Estanislao López, sin que sea materia de observación por nadie, a pesar que nuestra provincia integra la república argentina y tendría que “respetar” su bandera. Por último, muchas escuelas privadas de enseñanza primaria, media, secundaria, llevan la bandera de estados extranjeros que le financias, sin hablar de la del Vaticano en las que sostienen el culto católico.

Se advertirá de lo dicho, lo sesgado de la interpretación que proponen los medios y las redes del hecho criminal ocurrido en El Chaco. Sin embargo, esa acción política tiene dialécticamente el significado de exhibir como “la querida presencia” del comandante Guevara, no se apaga, ni se apagará probablemente mientras el enfrentamiento clase contra clase, esté presente en una sociedad sostenida por el dominio cultural de una sobre otra, en razón de vínculos objetivos de explotación e ideológicos de opresión, sobre la clase trabajadora y la población económicamente sobrante.

Es curioso, como la existencia contingente recula frente a algunas coincidencias que se proyectan en el tiempo. El Che fue alojado y asesinado en una “escuelita”, de esas que el capital dispone para la pobreza y para educar a los carenciados en la pobreza.  A la par en la escuela donde “horroriza” su imagen, el servicio educativo es digno, al menos en la ausencia de la pobreza como contexto educativo. Anecdóticamente habrá que recordar que incluso, según testimonio de la propia maestra de “La Higuera” Guevara advirtió un error de ortografía en la fecha anotada en el pizarrón y se lo señaló.

Querer vincular a Guevara por vía tangencial y asociarle con desapariciones no es otra cosa que una maniobra política que habla de su efectiva presencia en el sentimiento de los jóvenes, las mujeres trabajadoras, y los humildes de toda humildad. Su foto en las imágenes difundidas con ardid ideológico, testimonia su vigencia y presencia. Su foto no se asocia a desapariciones. A ellas se ligan incluso muchos medios nacidos al amparo del genocidio argentino. Las desapariciones se ligan a métodos que no son de la lucha guerrillera, ni pertenecen a las prácticas guevaristas. Los burócratas sindicales, los burócratas piqueteros, los advenedizos, los especuladores de todo montaje, nada tienen que ver con Ernesto Guevara. Su mensaje de socialismo, nueva sociedad y hombre nuevo, está presente, ilumina cada brazo en alto que luche en las calles contra esta sociedad decadente, que es la única que puede montar el capitalismo en crisis.