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Nuevo Curso

ANTES QUE SEA TARDE. FRENTE ÚNICO DE LOS TRABAJADORES.

absolucion de cesar arakaki y daniel ruiz - PrensaObrera.com

La reproducción del capital se encuentra en crisis. Ese fenómeno estructural nos ubica en un proceso complejo de desarrollo contradictorio que abarca un conjunto de fenómenos económicos  cuyos efectos aumentan la inestabilidad general del régimen político institucional creando también un escenario de crisis en ese espacio, que tienen su apariencia en el contexto del proceso electoral amañado por la realización de las PASO desde el cual,  con la sobredimensión de la imagen mercantilizada de uno de los candidatos procura tapar con “entretenimiento” el sol con las manos.

Lo cierto es que a horas del cierre de las PASO , el gobierno impuso una devaluación del dólar oficial y desde ella se desarrollo una escalada en los precios de las mercancías mas necesarias para la clase trabajadora a través del cual produjo una nueva y degradatoria distribución de la riqueza social en favor del capitalismo , en especial los sectores más concentrados de ese poder económico burgués.

El mundo capitalista por su parte , está también  sumergiendo a regiones enteras a la profusión de conflictos bélicos . Ese síntoma indicador de un mundo de convulsiones sociales, miseria y guerra no es otra cosa que la exhibición de condiciones objetivas para su transformación revolucionaria.

 Por esto nada habilita hoy a pensar en que la globalización capitalista tiene expectativa de paz por consenso , ni posibilita entender la sociedad fuera de un contexto revulsivo, cualquiera fuera en definitiva el contenido específico que asuma.
En ese marco, los trabajadores argentinos y  el conjunto del pueblo ligado a la economía informal en condición de población económicamente “sobrante”se encuentra políticamente conmovida. En esa conmoción toman cuerpo episodios de violencia en los que el Estado asume perfil abiertamente represivo , apelando a la legitimación que la ley penal le acuerda al otorgarle el monopolio del ejercicio de la fuerza . El más emblemático y significativamente olvidado por el conjunto social es el asesinato a los pies del obelisco en la tarde luminoso y filmado por las cámaras de un medio periodístico alternativo de Facundo Molares, cuya vida fue privada por  una toma de brazos asfixiantes y una rodilla en cuello , disfrazada con ideología por la concurrencia de condiciones de salud deficientes previas al ataque que sufriera de elementos de una brigada especial de la policía dirigida por el hoy desaparecido Larreta-

Por lo que se puede ver, esta situación no es absolutamente neutral e impone determinaciones específicas a la hora de afrontar los efectos concretos de ese fenómeno específico, complejo y globalizante que se perfila también por la producción de legislación económica desreguladora de la relación capital -trabajo y legislación penal cada vez mas represiva por vía de la creación de sujetos sociales peligrosos, como lo es el caso particular de quienes se manifiestan en las calles por carecer de inserción laboral alguna, tal como se termina por consumar en Jujuy y Salta.

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Dicho en otros términos , frente a la crisis en la reproducción social del capital , generadora de una intensificación de los conflictos , políticamente se decide por los operadores de los intereses de la burguesía de conjunto y más allá de la farsa electoral que le sirve de contexto ideológico especialmente diseñado para la distracción y la futura legitimación por vía legal ,  un embate que domina los negocios contra los trabajadores y sectores desplazados de la producción.

 Es un avance que busca desmantelar los resabios del llamado “estado de bienestar” que debería generar una ampliación del conflicto social con escenarios de lucha de clase más agudos en su naturaleza que podrían implicar un ascenso en calidad de esa dialéctica. No obstante los hechos están dando cuenta que ese efecto esperable,  esta siendo combatido con amenaza o concreción de represión física y  jurídica, esto es, por una doble acción de derogación de regulaciones laborales y beneficios sociales y sanción de legislación represiva a la que se le suman fallos judiciales que avanzan notoriamente contra las garantías y libertades individuales que oportunamente supieron ser consagradas que sirven de base para el acometimiento físico de las agencias represivas respecto de la protesta callejera.

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Es notable la recurrencia, la reiteración, del espectáculo de la policía pegándole a la gente que protesta en las calles . Es también notoria la actitud de los fiscales agrupados en infinitos dispositivos que se asumen como brazo ejecutor de la generación de causas penales a quienes son detenidos injustificadamente en la protesta. A la vez es significativo el operativo ideológico desenvuelto desde la criminología mediática generando la instalación en el manifestante la condición de sujeto socialmente peligroso, adicionándolo al fenómeno económico-criminal del narcotráfico .

Al mismo tiempo los fallos judiciales generan perplejidades. No otra cosa cabe ante el “casual “ dictado del desprocesamiento de todas las personas ligadas Gendarmería Nacional en la investigación de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, justo el preciso día en que la policía de la ciudad de Bs. As ejecutaba a Facundo Molares, siendo los dos decesos generados en el marco general de una expresión pública de un colectivo adverso al sistema.  Se  completa el panorama que exhibimos con la confirmación de la condena impuesta en dos instancias a dos manifestantes participantes de una movilización masiva en noviembre de 2017, Daniel Ruiz y César Arakaki.

Los fallos dejan ver en particular en el último caso sentencias que dan creación a la existencia de un nuevo sujeto peligroso en quien se manifiesta contra las determinaciones políticas y económicas del poder burgués  haciendo uso abusivo de  figuras delictivas en las que se altera  , la legítima protesta por problemas económicos y sociales  y a la lucha por la libertad grotescamente cercenadas.

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En definitiva, la protesta en las calles ha sido criminalizada dentro de una estrategia de crisis. La protesta de modo preventivo y represivo ha sido convertida por sí en delito por el simple trámite de una interpretación judicial de los operadores políticos del Estado de la burguesía . La represión , enmascarada con legalidad recibe sin perjuicio el nombre de Estado de Derecho, ideología que corre por el costado de las actividades represivas.

En el orden social burgues, formateado por la legislación y las formas jurídicas , las relaciones son básicamente de dominación. Es así que cuando este tipo de vínculos en la sociedad civil entre en crisis màs inestable se vuelve la dominación burguesa, y las intervenciones estatales se alejan del “Estado de Derecho” y se transforma en un poder como violencia de una clase sobre la otra.

Toda la queja desandada por los cultores de la política de derechos , desconoce y por ende subestima el carácter clasista de todo derecho, que se compadece con el carácter del Estado, que impone la norma como expresión esencial de lo jurídico o la sentencia como norma individual del caso concreto. La forma del derecho, el discurso jurídico puesto en acto en toda sentencia, tiene un carácter tan fetichista como la mercancía en economía política .

Esto significa que todo derecho es derecho de la desigualdad, o sea aplicación de una medida igual a lo que es desigual. Esta es la ideología (en el sentido de falsa conciencia) que inspira el funcionamiento opresivo de nuestra sociedad marcada por las relaciones de producción capitalistas.

Las políticas de derechos humanos que ponen en práctica las organizaciones políticas reformistas o mal llamadas progresistas acuden a requerir la vigencia de ese presunto Estado fundado en la norma y con ello en la norma principal legitimante de la validez de las restantes . Lo lamentable, y lo que ocultan esos declamatorios aparatos políticos apóstoles de la denuncia , es que cumplir con el derecho significa hacer cumplir toda la legislación de conjunto lo que implica la económica y la penal que le resulta funcional según lo hemos expuesto y ejemplificado .

En otros términos, se oculta ideológicamente, que cumplir con las leyes económicas significa aceptar el desenvolvimiento libre de la acumulación burguesa con perjuicio directo de la clase trabajadora y es en este aspecto del problema donde el famoso estado de derecho muestra su rostro claramente operativo del interés objetivo de la clase dominante. Es así como esta construcción de falta conciencia, se erige en factor represivo de primera magnitud ya que si lo impuesto por la burguesía en su parlamento si no se obedece habilita el avance ilimitado del aparato represivo en todas sus facetas .
Finalmente desde el espacio superestructural los medios comunicacionales en todas sus variantes ,se ocupan en correspondencia con el sentido de defensa de la norma y con la generación de la categoría “buen ciudadano” en poner de relevancia el “derecho al tránsito, al trabajo , a la circulación de mercancías” con lo cual buscan y consiguen introducir una división entre los trabajadores, los socialmente oprimidos menguando su posible solidaridad y colaboración en forma tal que la concreta violencia física del Estado no resulte censurada.

Aparece en todo este espacio de las apariencias,  la idea definitoria del derecho que no es otra, que es su lógica de desenvuelta en la funcionalidad del orden capitalista que concurre a institucionalizar,  contenida en la propia materialidad de la  propiedad privada.

De esta forma , con faceta de libertad negativa se dice que el derecho a la protesta cede ante el límite que impone el derecho del otro. Se establece así una suerte de equivalencia de mercancías que deben equilibrarse en el mercado de la validez social para no ser afectadas por el accionar represivo.
Es central comprender que la cuestión está marcada no por el derecho a la propiedad en sí, sino por la mercancía. El primero se instituye para garantizar funcionalmente por la fuerza del derecho la exclusión de todos los demás diversos del propietario, a los que se caracteriza como terceros. De esta formal la mercancía llama a la dispersión en vez de llamar a lo común.

De esta manera, por vía funcional del derecho y su lógica de libertad negativa que lo exhibe como límite contenedor de las facultades de uno sobre otro se produce la dispersión , el conflicto y la controversia. A la burguesía no les afecta la dispersión, por el contrario se beneficia de ella ya que el derecho , el código civil y el derecho penal , le garantizan por la fuerza , la portación exclusiva individual de las mercancías y la reproducción del capital .

El Estado burgués, aún el más democrático es un instrumento en manos de esa clase dominante. No es neutral en contexto de lucha de clases y en una sociedad de producción de mercancías. Es una estructura institucional de opresión sobre los explotados y los desplazados del mercado de trabajo. El ejército , la policía, toda la agencia represiva , los jueces, las leyes expresan de diversa manera y funcionalmente, esa fuerza opresora.

Por esto y por sus intereses históricamente objetivos , la vanguardia de la clase trabajadora , constituída en “clase en sí” debe  apuntar a la organización partidaria que exige la situación de esta lucha de clases, y propagandizar el cuadro de desenvolvimiento de la táctica y estrategia burguesa , buscando la defensa específica que requeiere este embate desde la clase trabajadora en su conjunto  bajo la táctica del frente único.

La clase trabajadora no debe esperar a seguir siendo golpeada . debe expresar de una manera diversa a la actual su inquietud por la violencia estatal y su uso del castigo, abandonando el énfasis en la demanda Estatal por el desarrollo de políticas de derechos.

Todo  esto destacar la necesaria intervención por la militancia estratégicamente socialista, en tanto brega por una cambio social que requiere dentro de ese objetivo principal la específica tarea de comprender las particulares transiciones que la estructura social, y, por ende, la estructura estatal, están atravesando en este momento en el plano particular del castigo punitivo.