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Nuevo Curso

2023 ¿Y ahora qué?

Ahora que nada es sagrado

, sobre mojado,
llueve todavía.
Ahora que hacemos olas
por incordiar.
Ahora que está tan sola
la soledad.
Ahora que, todos los cuentos,
parecen el cuento
de nunca empezar…..

Transitamos con lógica de almanaque el mes de Setiembre. Varios meses se llevó este año 2023 en el que tantos tenían puestas “esperanzas”. Bueno esas esperanzas también traducidas en forma equívoca por “expectativas electorales” por la mayoría del espectro político que se autopercibe “izquierda”, no tomaron realidad.

         Es que ella, “la realidad”, se empeña en cumplir el trazo poético que instaló en el pensamiento colectivo aquello de que “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Es así que los tiempos que corren son desmesuradamente antagónicos a los electoralistas parlamentarios, actores del agonizante reformismo y su reflejo en el “estado de bienestar” y sus “políticas de derechos” subjetivos.

            Tanto es así que parte de ellos, como siempre los que llevan en su ADN el oportunismo inveterado, comienzan a sacar los pies del plato, es decir, se dieron cuenta que viajaban en el Titánic y están buscando votes y salvavidas por la cubierta, mientras sus anteriores socios siguen diciéndole a la orquesta que siga tocando en cubierta, porque es mejor bailar que observar el hundimiento.

              Todo esto no debería ser preocupante en sí, en tanto cada uno es víctima de sus determinaciones y debe responsabilizarse por ello, pero ocurre que la “mejor encuesta” ha sido su interna con formato PASO durante la cual no se trataron con respeto y en ningún caso explicaron cómo se es de “izquierda” y se acepta el método del Estado institucionalizado en las PASO para llevar adelante un “debate”. Mas allá de eso, los datos de esa encuesta concreta, los muestra concitando la adhesión de alrededor de seiscientos mil votos en todo el país.

     Si esos 600.000 pudieran ser transferidos a la construcción de cuadros políticos militantes, lo que no parece acercarse a la realidad en la medida en que el FITU nunca hizo una agitación y propaganda PROGRAMÁTICA por el Socialismo y el poder obrero como herramienta de ese objetivo estratégico, el dato no resultaría menor para el “y ahora qué”.

      Sin embargo, ocurre que todas las organizaciones del FITU, abandonaron por fuera de sus nombres o “transformaciones en los denominadores “y de sus implosiones periódicas, la construcción organizativa de un partido de cuadros con objetivos estratégicos revolucionarios.  Todos y cada uno de ellos avanzaron hacia las dinámicas en términos generales que impone una organización socialdemócrata de masas.

 Ese viraje del partido de clase con programa socialista a cualquier clase de partido con tal de obtener votos y parlamentarios diciendo que ese estado era la sede central de las diversas escaramuzas en donde se desenvuelve la lucha de clases ,  es el que ha demostrado aún antes de las elecciones generales su fracaso, pues aún degradando tácticas y estrategias programáticas y siguiendo el derrotero de todos aquellos que en el mundo optaron por alternativas de igual tenor, la simple exposición de la realidad los muestra en un rol marginal aún en ese escenario

Se le añade que el parlamento es precisamente en esta coyuntura, el lugar menos relevante para la toma de determinaciones políticas en el país, incluso para la propia burguesía que de conjunto lo organiza y lo hace jugar cuando quiere.

 El candidato más votado entre los ítems del menú burgués en esta farsa electoral, en referencia al parlamento en sí, lo desconoce, es decir opera a la inversa de Bregman -Solano- Sobrero – Vilma Ripoll. Ya lo hizo cuando simbólicamente acudió al sorteo de su dieta como diputado, mientras el FITU hacía apología de que sus diputados cobraban en equivalencia a un docente. Está claro que eso no mueve los ánimos de los trabajadores a quienes le interesaría en gran mayoría tener un salario de parlamentario y no que un parlamentario ganara como ellos, Juega ahora la referencia del hipotético apoyo al referéndum de la población cuando las medidas políticas que promete “La libertad avanza” fueran demoradas o trabadas en el congreso.

De nuevo los cultores del anarquismo liberal individualista, los apóstoles de la libertad individual negativa y el sentido de justicia adverso a su contenido social, corren por “izquierda” a los enunciados del FITU y esa realidad es la que les paga en su mismo formato, es decir, les paga con votos en urnas, para definitivamente exhibir que no es un sobre en una caja la herramienta eficiente y válida de la clase trabajadora.

      No obstante, hay un dato de la realidad .A esos 600.000 votantes cosechados por la cara de Bregman y Solano  se le suman todos aquellos que de una u otra manera se expresaron repudiando la farsa electoral y en particular el modelo impuesto por el Estado de selección de candidatos por vía de PASO, que si bien resultan cuantitativamente los ganadores de esos comicios no alcanzaron a expresarse en un programa que diera cuenta programáticamente ese repudio explicito en la negación de lo dado.

Los seiscientos mil y los “negacionistas del régimen electoral de conjunto”, suman en realidad una tendencia que no encuentra expresión orgánica y organizativa hacia la superación del orden social capitalista.

Si así se ven las cosas, los encuentros que se empiezan a realizar en algunas zonas ligadas a los grandes centros urbanos dejan ver una incipiente tendencia hacia ese objetivo táctico de inmediata organización y el retorno a la estrategia ligada al programa socialista y la instalación institucional de organismos de democracia directa definitorios del poder obrero.

Los ensayos de debate y organización de lo diverso a lo dado hasta hoy, en todo este proceso marcado por las desviaciones inscriptas inicialmente en el FIT hacia una cooperativa electoral de partidos, luego exponencialmente ampliada desde el FITU, con abandono de ese agrupamiento de toda estrategia frentista en la lucha de clases existente por fuera del parlamentarismo, permiten ver la tendencia hacia un salto dialéctico sobre la agonía y el fracaso de esa experiencia. Será dialéctica en tanto no puede desconocer esa realidad expresada en los seiscientos mil votos y las instancias concretas de la presencia en lo real de esas organizaciones y sus posiciones objetivas en ese contexto, pero su consideración será precisamente a partir de su negación y la construcción de lo diverso. Si esos encuentros cumplen ese objetivo ocuparan el rol de herramienta necesaria para potenciar esa tendencia consolidada dejando a los trabajadores generen las instancias organizativas que den cuerpo a esa superación dialéctica.

    Lo contrario – y ese es el nuevo peligro-, al rescate de la experiencia viva que expresa la posibilidad de la asamblea por regiones o zonas de los centros urbanos y proletarios, puede que se le oponga lo viejo, lo que ya no es, lo que negamos y la realidad niega, es decir, el esquema burocrático de organizaciones políticas que hacen del aparatismo y el dogmatismo su única razón de existir en el capital. Si esa contra tendencia reaccionaria se verifica, los trabajadores veremos pasar por nuestra existencia, un horizonte de barbarie y recomposición capitalista marcado por la miseria y la pobreza, del trabajador explotado y el desocupado buscando asistencia caritativa.

        La revolución exige organizar un Partido de Trabajadores, no electoralista sino para dar cuerpo y dirección política a las luchas de resistencia que produzca la clase trabajadora, buscando el paso de clase en sí a clase para sí. Curiosamente a más de un siglo, Lenin expresa con su tan castigado ¿qué hacer?, la respuesta inicial a nuestra pregunta ¿y ahora qué?.