NUEVO CURSO
El apresuramiento por poner un “azo” a todo episodio de lucha de calles en el que tome forma la lucha de clases, impide en términos formales balancear las informaciones atinentes a esa contienda.
Por lo pronto el desarrollo de los sucesos fue primero abarrotado de imagen alusivas a la represión del Estado provincial, y las figuras políticas porteñas de todos los signos se apresuraron a mostrar sus rostros de campaña electoral. Luego se viró desde los medios nacionales a la absoluta omisión de toda información y cuando se trajo a cuento el suceso fue en contexto de apoyar la precandidatura del gobernador Morales y fustigar una posible “infiltración” de elementos de “la Cámpora”.
Por fuera de ello, los efectores de la cooperativa electoral FITU mostraron su impotencia frente a las características específicas del fenómeno, sumándose a la confusión con sus acostumbrados ladridos a la luna. » Queda por explicar la presencia de los constituyentes de esa fuerza política en una convención de reforma constitucional, que luego vota el texto sin la presencia de los constituyentes de esa fuerza quienes se fugaron del recinto, sin mayor trámite y de manera inconsulta con aquellos que le habían otorgado representación. Queda por explicar porque se aprueba que se reforme la constitución, se presentan candidatos para ese evento y luego se impugna su producido, sin haber intervenido en el evento de manera significativa.
Sin duda el electoralismo parlamentarista propio de la naturaleza reformista de la estrategia de poder del FITU, los exhibió en todo su contexto. Sin embargo, la presencia de este factor debe ser leído por los luchadores a la hora de enfrentar lo sucedido y definir el camino a seguir. Nuevamente la crisis de dirección de los trabajadores hace lo suyo, con efecto negativo para los intereses de los asalariados.
En todos los casos desde las fuerzas represivas dirigidas por el titular del ejecutivo provincial, se buscó desalojar las calles de manifestantes acudiendo a un juego de tácticas no siempre indicadora del ejercicio de la fuerza, por vía de negociaciones en terreno gremial, buscando descomprimir la intensidad de la lucha.
En ese plano los trabajadores de los sectores en disputa, mayoritariamente docentes y empleaos municipales, se desplazaron de la generalidad política que implicaba la impugnación en los hechos del nuevo texto constitucional a la disputa sectorial por aumento de salario en marco de paritarias, es decir, reconociendo al gobierno represor que concretó una reforma constitucional como interlocutor válido.
Ese desplazamiento de la lucha por reivindicaciones puramente economicistas y la judicialización de la protesta social por parte del Estado represor, contribuyeron a difumar el pliego original de protesta y su naturaleza política, extremo al que también concurrió el propio sector de pueblos aborígenes al montar el desarrollo del “malón” que los dejó acampando en soledad frente a tribunales nacionales donde no fueron recibidos por sus autoridades. A esto se suma la iniciativa de dar un perfil jurídico a la disputa por vía de la realización de medidas procesales cautelares contra la propia reforma constitucional que hoy tiene absoluta vigencia.
En cuanto a las consecuencias de las represiones. “Hubo personas heridas, otras maltratadas dentro del penal, las órdenes de detención para 20 personas por la protesta del 20 de junio a partir de filmaciones donde se señalaron sobre todo a líderes de organizaciones sociales”. Se produjeron además causas contravencionales con multas millonarias
Pese a este giro concreto de la lucha donde no se advierten signos de la construcción de una dirección clasista autónoma la derrota de los trabajadores aún no se consolida. Esto opera porque por fuera de la especificidad territorial y el dominio político del ejecutivo provincial, la crisis económica argentina con su perfil inflacionario, permite advertir la caducidad por ilusorios de los iniciales acuerdos salariales pactados e inexplicable la aplicación de sanciones administrativas como los descuentos de salario por los días de huelga.
De este modo, en el marco de la puja salarial entre los sindicatos y el Gobierno, cinco gremios provinciales anunciaron medidas de fuerza para esta semana. Ellos son Adep, Cedems, Apuap, Seom y Upcn.
El gremio de los docentes del nivel inicial y primario, Adep anunció un paro de 48 horas para el lunes 18 y martes 19. Reclaman por el descuento de los días de paro de junio y julio y además exigen una recomposición salarial.
A su vez el gremio de los docentes de los niveles medio y superior, Cedems, anunció un paro general con movilización para el día martes. La medida se realiza en repudio a los descuentos salariales que sufrieron los educadores este mes a pesar de no haber hecho paro durante agosto. Además, pedirán adelantar la convocatoria a paritarias porque los salarios han quedado por debajo de la canasta básica», sostuvo.
la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (Apuap) rechazó los descuentos salariales y en forma conjunta la oferta salarial del Gobierno de Jujuy y determinó un paro de 24 horas a realizarse el próximo martes 19 de septiembre. Desde el gremio cuestionan los descuentos aplicados a sus afiliados
Las medidas adoptadas consisten en retención de tareas durante las dos primeras horas de trabajo el lunes 18 de septiembre. En tanto para el 19 de septiembre, el gremio determinó un paro de 24 horas. convoca a una movilización a plaza Belgrano en la capital jujeña.
La Unión del Personal Civil de la Nación Jujuy es otro de los gremios estatales que rechaza la oferta salarial del Gobierno provincial y convoca a medidas de fuerza para los días 18 y 19 de septiembre. Desde el sindicato recalcan que el incremento que proponen los funcionarios es “absolutamente insuficiente”.
“Los únicos cortes son los de Abra Pampa y La Quiaca, en Susques y Purmamarca la policía impuso la apertura, pero se sigue teniendo presencia resistente al costado de la ruta en coincidencia con el acampe en plaza Lavalle en CABA efectivizado por el Tercer Malón en Buenos Aires.