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Nuevo Curso

EL CONFLICTO SOCIAL SE DESPLAZA INCLUSO HASTA EL MAR  PARA EXIHIBIR LA VIOLENCIA ESTATAL

NUEVO CURSO

Luego de meses de polémica y protestas en contra de la exploración y posiblemente extracción de hidrocarburos en la costa de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, tanto el gobernador del distrito, Axel Kicillof como el jefe de Asesores de la provincia defendieron la iniciativa que permitirá corroborar si realmente existen yacimientos de hidrocarburos en la zona.

Para las agrupaciones ecologistas, no había manera de llevar a cabo la exploración y explotación petrolera offshore sin que genere impactos irreversibles para los ecosistemas marinos, su biodiversidad, las costas, las playas y los principales medios de vida de las comunidades costeras. Y por eso pedían la suspensión de las actividades.

La cuestión se termina dirimiendo con un fallo del tribunal supremo. La Corte Suprema rechazó este jueves los argumentos de organizaciones ambientalistas y avaló la exploración costas afuera.

Sobre ese espacio de legitimación, un buque patrullero actuó días después con función represiva, para disuadir y alejar al barco de Greenpeace. El hecho ocurrió el 20 de octubre en el área offshore CAN 100, donde se perforará el pozo Argerich. Desde la ONG aseguraron a EconoJournal que navegaron dentro de la zona «con el fin de documentar la biodiversidad del Mar Argentino».

Salta a la vista que este conflicto, estas medidas políticas y las acciones represivas de la mano de determinaciones jurisdiccionales que avanzan sobre el espacio de desarrollo del ambiente con premisas preservativas y racionales y sobre los cuerpos de los que se manifiestan en oposición, no es un fenómeno generado por Milei y su candidatura, sino por el Estado, en defensa de los intereses prevalentes de un sector de la burguesía que lo gestiona.

Nótese que gran parte del caudal electoral de Sergio Massa se nutre de votos obtenidos por la puesta en acto con liderazgo de Axel Kicillof de todo el aparato mafioso de la provincia de Buenos Aires, que incluye a la asesina policía bonaerense y los grupos implicados en la economía criminal, con más el juego de los intendentes del conurbano. Esa bolsa de amigos de la muerte, la represión y el endiosamiento de la utilidad dineraria a como sea, es el que ahora reprime en plena campaña electoral a sabiendas de que el juego de los medios de mal información ocultará su verdadero significado.

Estos extremos dejan vacío de todo contenido de lucha a la actitud omisiva asumida por el FITU y organizaciones satelitales, de no asumir una campaña positiva en favor de la impugnación del régimen electoral y su trampa más eficiente el ballotage.

No hay que esperar a que se resuelva el ballotage para luchar contra quién gane “aclarando que no votarán a Milei” a sabiendas que esa consigna “algebraica” paraliza toda reacción militante frente al restante candidato cuyo soporte electoral bonaerense se ocupa de poner en fila a todo el poder del Estado en su fas represiva, por vía de un fallo cortesano que se lava las manos a lo pilatos y el empleo de la fuerza por vía de una agencia represiva, la prefectura nacional.

Es un fenómeno ejemplar que deja clara nuestra realidad, más allá de las maquilladoras aportaciones de izquierda oportunista y reformista parlamentaria. El Estado donde la burguesía despliega su poder por vía de la legitimación que esa estructura institucional tiene para el despliegue de la fuerza física y simbólica sobre aquellos que impugnen de una u otra forma sus determinaciones.

Es claro que no estamos eligiendo. Estamos siendo condicionados a votar para dotar a estos represores de hoy, de consenso ficticio por vía electoral para que intensifiquen estas acciones y desplieguen un formato de dominación social que requiere agudizar la explotación de los trabajadores para permitir un ciclo de acumulación de valor que facilite la reproducción del capital en circunstancias críticas como las que ese proceso se encuentra en el plano mundial.

Vale la pena detenerse en la asociación de una diversidad de actos políticos que se implementan hoy por parte de aquellos que hoy se presentan como “opción electoral”. Siendo este parte de una farsa electoral que se nutre de un sin número de engaños, operaciones en redes de internet, empresas periodísticas para construir un relato y una apariencia que encubre la real acción represiva y la explotación permanente que la clase dominante descarga sobre los trabajadores.

Es tarea del momento acudir a dar razones de este fenómeno en desarrollo, para dar lucha no contra candidatos sino por la impugnación de la farsa electoral y su propósito final de legitimar en formato de democracia representativa la dominación de una clase explotadora y opresiva sobre trabajadores y aquellos a los que ha colocado en situación de población económica sobrante, desplazándolos de la economía formal y de todo espacio de dignidad que se eleve al menos por sobre la línea de pobreza.