OPERACION «VERGUENZA » EL MANGUEO DE VOTOS A LOS SECTORES EXPLOTADOS Y OPRIMIDOS . TODOS POR LA PATRIA RECIBE LA ASISTENCIA DE SUS ALIADOS DISFRAZADOS DE «SOCIALISTAS»

NUEVO CURSO

En el curso de los acontecimientos políticos toma fuerza propagandística una operación de un sector de la burguesía apelando a la impotencia política de grupos que en la encrucijada de sus propias contradicciones para que llamen a votar a Massa y así parece que lo hacen, sosteniendo en términos generales que un triunfo de Milei nos pondría en las puertas de un régimen dictatorial, tipo Videla. Esto porque el entramado empobrecido de la Libertad Avanza, podrían llevar la situación un bonapartismo dictatorial o directamente al fascismo.

Desde el inicio es preciso decir que si esto fuera así, la histórica de nuestra propia sociedad, ha dejado enseñanza que la forma de evitar un golpe de la ultraderecha, no es el voto. Millones de argentinos votaron y festejaron el regreso de Perón y su esposa. Sin embargo, ese voto no impidió la triple A y la dictadura genocida de Videla y sus camaradas. En definitiva, esta claro que no es el voto y mucho menos en una trampa electoral como la predispuesta por toda la burguesía la herramienta que impide un hipotético recorrido de la dialéctica de la lucha de clases.

Sin embargo, y a diferencia de Perón y seguidores en los 70, Massa no se posiciona en esa tarea de evitar, sino de facilitar un giro político de la lucha que posibilite la reproducción del orden social capitalista en base a mayor explotación y opresión, para lo cual además disfraza su posicionamiento con un discurso, un relato, distinto de lo real existente en donde tiene particular predicamento como ministro. De cualquier forma ¿Tienen Macri-Milei base social y política para imponer hoy un régimen de corte dictatorial bonapartista o fascista liso y llano? No la tienen.” La clase capitalista, los medios de comunicación, las fuerzas armadas, la pequeña y mediana burguesía, los sindicatos, no están hoy por un golpe de Estado. Pero si esto es así, no tiene sentido votar a Massa y UxP para “frenar el golpe” o “impedir que se instale una dictadura militar”. (Rolando Astarita blog)

En este sentido, nos parece atinado acudir a Marx, no como cita religiosa de un pasaje del nuevo testamento, sino para advertir que esto que ocurre en nuestros días, que parece “novedoso” no lo es tal:

Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 17959, el sobrino por el tío. ¡Y la misma caricatura en las circunstancias que acompañan a la segunda edición del 18 Brumario!10 Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidos por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando éstos aparentan dedicarse precisamente a transformarse y a transformar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal (18 Brumario Luis Bonaparte)

 A todos aquellos que hoy le quitan el polvo a las fotos de Alfonsín y llaman a defender la “democracia” , demostrando hasta donde pueden llegar al exhibirlo como titular de un legado democrático, les decimos  que pretenden montar una nueva estafa ,  en la medida en que se distorsiona lo real para mostrar una mercancía obsoleta de defensa de la democracia con reventa de ilusiones agotadas, que precisamente se agotaron ante los duros números de la explotación capitalista que no garantiza ni igualdad, ni libertad, ni fraternidad en los vínculos sociales.

Vender al estilo de la película 1986, y su teoría de los dos demonios, que la democracia está amenazada por vía de una elección de segunda vuelta que el propio régimen ha montado para asegurar su dominación haciéndola de manera farsesca y con todos los ingredientes de los formadores de opinión, no es otra cosa que colocar a los trabajadores nuevamente ante un camino de claudicación y mayor explotación que el ya existente.

En términos históricos, esta hoy claro, que la salida de la dictadura cívico militar genocida nunca fue una superación de la estructura económica que conforman las relaciones sociales productivas de aquella época y que en gran medida gravitan en los discursos de todo el período de este año en que el poder nos pudo sumergir en la farsa electoral.

La salida del poder del aparato que consumo las desapariciones de personas, sustituyo identidad de niños y torturo-encarceló a miles de personas mayoritariamente jóvenes trabajadores, fue concertada, negociada e institucionalizada emblemáticamente por la entrega del mando de Bignone al hoy “desempolvado como héroe Raúl Alfonsín “

Raúl Alfonsín debe recordarse es ese de las felices pascuas, son héroes de Malvinas, la casa está en orden o ese mismo que caminó por el batallón de La tablada sobre los cuerpos de las personas fusiladas luego de que se habían rendido, o que nunca explicó ni juzgó las desapariciones producidas en esa situación aun cuando los desaparecidos fueron fotografiados entregándose en rendición

Parte de esa concertación implicó que no se tocara la columna vertebral del motivo del genocidio que no fue otro que imponer un nuevo modelo de acumulación-reproducción capitalista.  Esto ocurrió, y además no cesó pese a las poses del nuevo equipo de empleados de la burguesía que de allí en adelante se ocuparon de gestionar sus intereses desde el Estado.

Por supuesto esa gestión se ocupo de generar nuevas muertes, cárceles y desapariciones en las filas de los trabajadores, porque esta claro que la lucha de clases es una ley histórica y no un invento intelectual. Bien lo sabe una de las clases contendientes para lo cual se vale de todo el aparato de fuerza represiva legitimada por la legalidad que despliegan las agencias estatales predispuestas a tal fin.

Dicho de otra manera, dictadura y democracia burguesa son formas de la dictadura del capital, donde el poder sigue residiendo siempre en las mismas manos, en los dueños de los grandes medios de producción. Que la democracia se limita a votar año por medio. Y que no se debe confundir democracia con las libertades democráticas que sí hemos conquistado. Aquella votación, aquel cambio de gobierno, no modificó en nada el poder de los grandes capitales que tanto crecieron bajo la dictadura.

Lo cierto es que, disfrazando libertades democráticas con el régimen de república democrática indirecta en sí y en su totalidad , y ocultando que  todas  esas expresiones de libertad individual del sujeto frente al estado fueron conseguidas con luchas de calle y nunca desde la predisposición programática de los gestores del Estado, se cosifico al Estado como “valor a defender” y ahora se fabrica desde sus mismas usinas de clase el “miedo al fascismo “ o la “ultraderecha”, que vendrían bajo el brazo de UNO SOLO DE LOS CANDIDATOS.

La presencia de la ultraderecha en la sociedad es un dato existencial de la misma desde el mismo momento que en ella se desarrolla abierta o encubiertamente una lucha de clases y la burguesía como tal genera diversas ideologías que la sostienen culturalmente incluidas aquellas que extreman de manera falsa sus valores concentrados en el individualismo y el utilitarismo al amparo cultural del postmodernismo. Ese fenómeno es una situación posible aún en el propio régimen republicano y democrático, de modo tal que no hay amenaza para el mismo sino resignificación de su verdadero rol. Nada de eso tiene que ver con el fascismo que implica otra forma de Estado cuyos elementos no se verifican en nuestra realidad.

En este sentido reproducimos a Rolando Astarita, cuando indica sobre el particular lo siguiente:

 “Milei y LLA despliegan un discurso ideológico y político extremadamente reaccionario. Un mensaje que encuentra oídos receptivos en coyunturas de crisis y en ausencia de programas y perspectivas superadoras por la izquierda. Su objetivo es dividir, atomizar, inficionar los espíritus del ideal ‘me ocupo de lo mío y el resto me importa nada’, como arma de sometimiento y corrosión de la solidaridad entre los explotados. Es la lucha ideológica y política en su forma más descarnada y cínica, apenas disimulada detrás del slogan “la libertad avanza”. Es el contenido último de la “batalla cultural” de los Milei y Benegas Lynch. Esta es la situación entonces en el plano del discurso.

Pero cuando entramos en el terreno del poder efectivo de Milei y LLA para imponer un régimen dictatorial del tipo Videla, las cosas tienen otro color. Como se ha señalado repetidas veces, Milei carece de estructura política importante que lo respalde. En el Parlamento LLA tendrá 36 diputados (sobre un total de 257) y ocho senadores (sobre un total de 72). No tiene gobernadores o intendentes de su lado; tampoco conexiones en la Justicia; carece del respaldo de los sindicatos y de las organizaciones sociales de desocupados; prácticamente no tiene incidencia en las universidades nacionales; y es vista con desconfianza por muchos empresarios y periodistas del establishment. El acuerdo con Macri fue apoyado por partidos “sellos de goma”: MID, Unión Celeste y Blanco, Partido FE son organizaciones escuálidas que ingresaron a las listas de LLA por pactos para el armado nacional. Unión Celeste y Blanco fue organizada por Francisco de Narváez, ahora cercano a Massa. El apoyo a Milei de FE, el partido macrista que fundó el Momo Venegas, secretario general de UATRE, está en duda. Que Massa haya provisto gente suya para formar las listas de LLA es otro síntoma de esa debilidad. Y todo indicaría que, en caso de ganar LLA el macrismo proporcionará personal propio para cubrir puestos en el Estado….     

 En este punto las diferencias con Bolsonaro o con Trump –referentes principales de Milei- son inocultables: Bolsonaro tenía el apoyo de sectores importantes de las fuerzas armadas, de los evangelistas (con arraigo de masas) y del agro negocio. Trump tuvo el respaldo, como mínimo, del Partido Republicano y sus diputados, senadores, gobernadores e intendentes. Nada de esto se advierte en LLA. (Rolando Astarita Blog)

Ocurre que la ideología no sale de la nada. Son cuarenta años de caracterizar al otro con frecuencia como “facho” que ahora que se tiene a un facho de verdad a la vista y presencia, los “demócratas” se asustan y drenan miedo, que artificiosamente es tomado por los formadores de opinión para salir a asegurar el interés burgués en general y en particular de un sector dentro de esa clase que pretende hacer como en la perinola y tomar todo.

En todo esto, quienes apelan al mal menor, sin explicar donde estaría la minoridad si lo que se analiza es la calidad y no lo cantidad,  o hasta el ya desgastado verso del “voto crítico a Massa”, están dejando de lado artificiosamente, difundiendo herramientas formadoras de falsa conciencia, los componentes objetivos de la lucha de clases que por sus implicancias en la propia materialidad que impone la reproducción del capital pueden dar cuenta de un nuevo estadio de esa disputa, que implique una mayor intensidad del conflicto social que no ha de poderse evitar con un voto en una urna en tanto el dispositivo del voto ha sido prefigurado precisamente por una de las clases en disputa.

En ese sentido, Trotsky nos deja una herramienta conceptual gestada desde su propia experiencia histórica:

La necesidad de una justicia y de la legítima defensa, se desprende del antagonismo de intereses. El Estado se limita en tiempo de paz a legalizar la ejecución de individuos, pero en tiempo de guerra cambia el mandamiento “universalmente válido” “¡No matarás!” en su contrario. Los gobiernos más “humanos”, que en tiempo de paz “odian” la guerra, en tiempo de guerra convierten en deber supremo de sus ejércitos el exterminio de la mayor parte posible de la humanidad………La burguesía, cuya conciencia de clase es muy superior, por su plenitud e intransigencia, a la del proletariado tiene un interés vital en imponer su moral a las masas explotadas. Las normas concretas del catecismo burgués se camuflan mediante abstracciones morales que se colocan bajo la égida de la religión, de la filosofía o de esa cosa híbrida que llaman “sentido común”. El invocar las normas abstractas no es un error filosófico desinteresado, sino un elemento necesario del mecanismo de la lucha de clases. Poner en evidencia ese fraude, que tiene una tradición milenaria, es el primer deber del revolucionario proletario.” (L.T Su Moral y la Nuestra)

En definitiva, mensajes que formateados por grupos internos de la burguesía vuelcan hacia la clase trabajadora los dos presuntos candidatos, siendo entre otras cosas que la mayoría de los argentinos, aún dentro de ese operativo farsesco que implican las elecciones no los votaron para eso. Esto último lo ejemplifica claramente la realidad, si se toma el padrón electoral y la cantidad de votos obtenidos por estos dos empleados de la burguesía.

El voto a Massa y con él a todo el entramado complejo y difuso de Todos por la Patria, no aporta a la tarea central que tenemos, que es la lucha contra la ofensiva ideológico-política del capital, esparcida para camuflar la materialidad signada por más explotación y opresión para la clase trabajadora y sectores desplazados de la economía formal.  El voto a Massa no solo no aporta, sino que, por el contrario, debilita y confunde al pueblo trabajador, indicando un camino engañoso y sin salida para la clase obrera en sí, en tanto Todos por la Patria viabilizan un programa contrario a la clase trabajadora.

Estamos frente a un despliegue significativo de los aparatos ideológicos de la burguesía y de un sector específico de esa clase interesado en hacerse del poder formal del Estado para avanzar en un sentido preciso hacia mayor explotación y opresión del trabajador y los sectores sociales desplazados de la economía formal.

Esto último, implica básicamente la construcción de ideas y su propaganda a partir de la negación de lo dado. Dicho en otro término, es la política como contradicción negatoria de lo real existente y nunca como expresión superadora de lo que se niega y de aquello de lo que se advierte pero que, sin embargo, a la vez se afirma dialécticamente.

Esta política ajena a la clase trabajadora, obstaculiza la viabilidad de una acción de clase que haga conocer el programa socialista y la necesidad del poder obrero, a partir de un voto “por” el repudio a esa táctica electoral enlazada directamente con la reproducción del capital y el dominio cultural de la burguesía con ese programa y esas herramientas de intervención política.

La táctica electoral no es votar contra un candidato ni mucho menos llamar a la clase trabajadora para que así lo haga por vía del voto al restante candidato de la burguesía en un entramado de elecciones farsescas que ideologizan el voto solo para darle la significación de un consenso para el ejecutor de la continuidad de su dominación por otros entramados económicos y otros medios políticos.

Los trabajadores no nos desenvolvemos en un contexto de relaciones sociales y políticas que hayamos podido configurar, sino que somos tales por la necesidad de tener que vender nuestra fuerza de trabajo para poder sobrevivir como ser humano. Por eso las construcciones legales y los entramados electorales no nos pertenecen ni son de nuestra autoría directa. Siendo, así las cosas, es atinado al interés de nuestra clase en sí, utilizar el desmadre de los distintos sectores de la burguesía para denunciar a la raíz social de los males que padecemos los trabajadores. Es central la defensa de la independencia de clase expresada y sustentada en la propaganda hacia las masas denunciando esta maniobra de nuestro enemigo de clase. 

A todos aquellos que llevan agua a su propio negocio político dentro del ámbito de relaciones sociales que establece la República burguesa con forma de democracia por representación impuesta en forma negociada con los propios genocidas hace 40 años e instaurada por la burguesía desde la constitución del estado nacional en la segunda mitad del siglo 19 , haciéndolo por vía de la imposición mediática y propagandística del “miedo”, disfrazando al partido del Estado de  “salvador” de todos los males del capitalismo vernáculo que él mismo crea en favor de los intereses burgueses y la reproducción del capital , frente a un hipotético fenómeno político que amenaza con terminar con el “ paraíso contenedor de la niñez en un porcentaje del 60 por ciento”, demostrando con esa acción política la gravedad de su decadencia y las disputas Inter burguesa que encarnan o facilitan , les recordamos que sin penetrar en ningún accidente de la contingencia se puede acudir a las lecciones de la historia y recordar con la sangre y el dolor de un pueblo castigado, como los bolcheviques explicaron que sí había una superación posible de todo este malestar en la cultura que impone la barbarie capitalista, que no es otra que aquella por la que lucharon nuestros compañeros de los años 60/70 del siglo pasado, bandera que debe ser tomada sin ningún temor , porque los cambios sociales nunca operaron de manera pacífica y negociada.

…aspirando al socialismo, estamos persuadidos de que

este se convertirá gradualmente en comunismo, y en

relación con esto desaparecerá toda necesidad de violencia sobre los hombres en general, toda necesidad de

subordinación de unos hombres a otros, de una parte, de

la población a otra, porque los hombres se habituarán a

observar las reglas elementales de la convivencia social

sin violencia y sin subordinación.

(Lenin, Vladimir. El Estado y la revolución)