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PARA RETRATAR UN PAISAJE NO ES NECESARIO PONERSE POR DELANTE. AUTOREFERENCIA Y APARATISMO EN LA “IZQUIERDA QUE LUCHA”

La autorreferencialidad del sistema político significa que toda la comunicación generada dentro de este sistema se refiere al mismo y tiene sentido — un sentido completamente diferente del que se le puede atribuir desde otros sistemas— para sí mismo. Así, por ejemplo, el discurso de un candidato, un proyecto de gobierno, la fundamentación de una decisión, etcétera, significan para el sistema político cosas distintas de las que pueden ser interpretadas desde la economía, la religión, la educación o el arte, aun cuando puedan hacer referencia a cuestiones que interesan a estos otros sistemas. La reflexión del sistema sobre sí mismo se lleva a cabo por autorreferencia. Es decir, que cada operación, cada comunicación de este sistema, se refiere al código de ese sistema y trata discursivamente sólo aquello que le interesa y compete funcionalmente. Así es como el sistema “aprende”, se hace experto y es capaz, incluso, de cambiar cuando, por razones concebidas por el sistema, decide que el cambio es necesario. No obstante, cualquier cambio dentro del sistema, también es autorreferencial, e incluye la autoobservación.

(Silvia Moreno y Vedia “conceptos básicos para el estudio de la credibilidad política)

Por fuera de la discusión de quien la haya formulado en tiempo histórico, es aceptada en los discursos de nuestros días , como vía de análisis, una premisa según la cual :  ‘La locura es hacer lo mismo una y otra vez, pero esperando resultados diferentes’”.

Nos valemos de esta idea no para señalar desbordes de salud mental en quienes actúan en el plano político del conflicto de clases y dentro del orden constitucional que impone el poder burgués y su Estado, sino para dar cuenta de este tipo de significante precisamente en el contenido, matriz y proyección de esas actividades y su propaganda.

Sabemos además que la tarea del momento impone una táctica de frente único obrero y que muchos compañeros se enfilan bajo la dirección de personajes públicos y parlamentarios de organizaciones que dicen representarlos a ellos y demás votantes por ser “la izquierda que lucha”. Precisamente por ser la táctica de frente único lo relevante, proponemos a los compañeros evaluar estas acciones desde otra perspectiva de aquella que implica un seguidismo a ultranza de aquellos que insisten con señalar la ruta y destinos diversos de los necesarios para este momento de lucha de clases.

La diputada Myriam Bregman repudió el armado de las comisiones en la Cámara baja, criticó al Presidente y volvió a denunciar los ataques en su contra de parte de José Luis Espert. Además aseguró que Javier Milei “se cree un monarca” y repudió la avanzada del oficialismo en la conformación de las comisiones de la Cámara baja, donde tras un acuerdo con Juntos por el Cambio relegaron a Unión por la Patria. Además, advirtió que actúan con “autoritarismo, prepotencia y métodos patoteriles” para lograr la sanción de leyes que recortan derechos de las mayorías.

 Señaló finalmente el oficialismo “avanza como una topadora” para “atacar a los sectores medios y a los trabajadores y trabajadoras”, al tiempo que repudió que la presidencia de la comisión de Presupuesto haya quedado en manos del diputado José Luis Espert, quien meses atrás pidió “cárcel o bala” para ella y para Nicolás del Caño, su compañero de bloque. 

En forma coordinada el diputado Christian Castillo cuestionó a José Luis Espert como presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados sumando a ello  un creciente repudio de centenares de personalidades y organizaciones por sus amenazas de “cárcel o bala”. Puso en cuestión así la determinación de poner al frente de una de las comisiones más importantes que ahora tendrá la tarea de tratar la llamada “Ley ómnibus en tanto es una decisión que afecta directamente la libertad de expresión de las y los diputados que quieran deliberar frente a la población sobre las propuestas del gobierno de Milei.

Sería “fantástico” que se tomara real referencia del momento específico de la lucha de clases y de si existe en verdad en quien no tiene empleo, lo ve amenazado o teniéndolo no le alcanza para llegar a fin de mes preocupación concreta por cuanto sucede en una comisión del parlamento y en particular quién la preside, máxime si en la propia lógica en la que se enrolan estos inveterados defensores de la democracia, si el designado lo es por quién obtuvo la mayoría de votos.  Cabe la pregunta ¿Puede realmente pensarse que Myriam Bregman y su presunta conmoción de espíritu por una amenaza, es la medida de las cosas en una nueva versión de “si la tocan a ella van a verse en quilombo”.

Las acciones políticas de los miembros de una organización de esa naturaleza,  son las que dan cuenta de la objetividad de sus alcances y es en función de ellas que en verdad se habilita el análisis de ese fenómeno y sus significaciones estratégicas dentro del contexto de lucha de clases.

Ambos diputados, Myriam Bregman y Castillo se enrolan en espacios de relevancia orgánica dentro del Partido de los Trabajadores Socialistas y esta organización se presenta electoralmente dentro del FITU, alianza por la que han accedido oportunamente a sus bancas.

De sus dichos y sus acciones, los efectos que puedan leerse del fenómeno tienen entonces proyecciones estratégicas hacia la consideraciones de hacia dónde van esas organizaciones en la coyuntura de la lucha de clases y cúal es en realidad su objetivo estratégico.

Por lo pronto está claro un criterio de selectividad que manejan estas organizaciones. Se pone en evidencia por la diligencia y entorno donde proyectan sus acciones, que no es otro que el parlamento y sus adyacencias. En primer orden lo hacen cuestionando a la Monarquía como forma de gobierno, a la que se pone en tela de juicio sobrevalorando la democracia, que también es una forma de gobierno. Cuando se dice que Milei se cree un monarca no se esta atacando entonces las significaciones de clase que implican sus acciones de gobierno , sino la forma de gobierno a la que pretende. De tal manera ,las fuerzas enroladas en el FITU, no cuestionan el poder burgués y su Estado constitucionalmente diseñado, ni llaman a su destrucción en el sentido marxista-leninista de esa expresión , sino que apuntan a reforzar las características específicas de la democracia presidencialista, con parlamento que se ha instituído por la burguesía en forma histórica.

De allí se sigue su reformismo inveterado, expuesto incluso en la puja por quien ocupa cargos en las comisiones o no, en el preciso instante temporal en que la estructura capitalista se resquebraja por encontrar obstáculos significativos en su proceso de reproducción orgánica y apropiación de valor en los mercados.

De hecho, el segundo aspecto del fenómeno que destacamos, es usar la vía de la impugnación en escenarios de comisiones parlamentarias de un candidato en forma exclusiva, es la táctica posicional de ubicarse frente a la foto del paisaje como expresión de la tendencia autoreferencial y de aparato que preside todas y cada de las acciones del PTS en particular y el FITU en general.

En el caso queda visible que se “lucha en una comisión “ parlamentaria por su conformación , solo y exclusivamente porque el designado para presidirla es un sujeto que supo atacar a la diputada Bregman, que por lo demás no cesa de hacer alarde de su valentía, pero cada vez que recibe una díatriba corre presurosa a la justicia del régimen y la institucionalidad parlamentaria para que la amparen en evitar los intentos de quienes buscan alterar su libertad de determinación .

Así las cosas, habrá que advertir hasta donde estos grupos políticos no han sabido procesar su derrota política en el curso de lo sucedido específicamente en 2023 donde optaron por participar de la farsa electoral que puso a Milei con legitimación formal para ejercer el poder ejecutivo del poder burgués en el Estado .

En ese formato de autoreferenciarse constantemente como los que luchan, los únicos que hablan por trabajadores explotados y oprimidos, ubicando a los conflictos sociales , siempre y en todos los casos dentro del marco legal y constitucional, con eje exclusivo en la defensa del orden democrático y no de las libertades democráticas , es el que lleva a la deriva de sus acciones y a restarles toda valoración positiva  y toda credibilidad política ,por la masa de trabajadores explotados y oprimidos .

La autoreferencia, centrada en la lógica de la prevalencia del aparato organizativo es una de las razones que indican en forma prematura el fracaso de estas acciones que para mayor desdicha, vistas en contexto global terminan nuevamente añadiendo aportes mínimos por su significación, a la política de masas que hace el hoy alicaído frente por la patria  que es en realidad quien efectivamente cuestiona las designaciones en el parlamento por ser un factor significativo en la gestión de los intereses de la burguesía que tienen a su cargo.

Lo cierto es que , y esto puede servir de referencia, si se quiere fotografiar un paisaje , lo mejor no es ponerse por delante de él. El parlamento juego en nuestros días las apariencias más desgarradoras de su rol servil y funcional al poder burgues, y su tendencia a convertirse una vez más en una escribanía del poder ejecutivo, debe ser resaltada como una evidencia del fraude contenido en la división de poderes y la teoría de la representación política que implica el orden democrático dentro de la república instituída por esa clase.

 La monarquía, conviene refrescar el concepto,  es la forma de gobierno en la cual existe solo un gobernante y mismo que es denominado como rey el cual es quien ejerce la soberanía del pueblo como gobernante único. La monarquía puede ser absoluta, constitucional y parlamentaria.

Decir que Milei pretende ser un monarca, no quita ni suma a la objetividad de miseria, explotación y opresión de los trabajadores. También implica defender la república burguesa con formato democrático y la ficción de la representación política como vehículo de la soberanía popular. Todos estos conceptos ocultan el carácter de clase del Estado tanto en uno y otro formato y la gravitación real de la relación capital-trabajo en la sociedad, en la que los trabajadores conscientes de que su tarea es lograr su emancipación por vía de la construcción de su propio poder necesitan despreciar estas acciones políticas reformistas superándolas por una práctica revolucionaria de construcción de poder y gestación de una nueva sociedad.

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