Novedades
{"ticker_effect":"slide-v","autoplay":"true","speed":3000,"font_style":"normal"}

Nuevo Curso

UN NUEVO EPISODIO Y NO UN DESTINO FINAL. El 31 DE ENERO. TRATAMIENTO LEGISLATIVO DEL PROYECTO DE LEY OMNIBUS. LA CLASE TRABAJADORA ENFRENTA UN SOLO PROCESO DE LUCHA QUE NO DEBE CEDER EN ESTA NUEVA INSTANCIA.

Tormenta
¡Aullando entre relámpagos,
perdido en la tormenta
de mi noche interminable,
¡Dios! busco tu nombre…
No quiero que tu rayo
me enceguezca entre el horror,
porque preciso luz
para seguir…
¿Lo que aprendí de tu mano
no sirve para vivir?
Yo siento que mi fe se tambalea,
que la gente mala, vive
¡Dios! mejor que yo…
Si la vida es el infierno
y el honrao vive entre lágrimas,
¿cuál es el bien…
del que lucha en nombre tuyo,
limpio, puro?… ¿para qué?…
Si hoy la infamia da el sendero
y el amor mata en tu nombre,
¡Dios!, lo que has besao…
El seguirte es dar ventaja
y el amarte sucumbir al mal.
No quiero abandonarte, yo,
demuestra una vez sola
que el traidor no vive impune,
¡Dios! para besarte…
Enséñame una flor
que haya nacido
del esfuerzo de seguirte,
¡Dios! Para no odiar:
al mundo que me desprecia,
porque no aprendo a robar…
Y entonces de rodillas,
hecho sangre en los guijarros
moriré con vos, ¡feliz, Señor!

Enrique Santos Discépolo

El martes 30 de enero se llevará adelante la votación de la ley ómnibus que cuenta con dictamen de mayoría. Hay conversaciones en diferentes asambleas barriales y multisectoriales políticas para movilizar mientras se desarrolla la votación. Por lo pronto la CGT no evalúa una nueva movilización, aunque hay cuerpos de delegados y gremios que lo están discutiendo. Este martes los trabajadores volvamos a la Plaza de Los Dos Congresos, nuevamente ocupemos las calles del país.

Existen determinaciones del gobierno que tienen pleno efecto entre los trabajadores y no dependen de la sanción de una ley. Son esas determinaciones las que resultan el cimiento de una ofensiva del capital sobre la fuerza de trabajo en nuestra sociedad que devaluación e impuesto inflacionario las que han reducido a la mitad el poder adquisitivo de los trabajadores. Otro factor real y no sujeto a discusión parlamentaria es el que determina en los hechos concretos, la suspensión de la obra pública, el congelamiento de sueldos estatales y planes sociales.


La burguesía y el personal político que gestiona sus intereses desde el Estado, han licuado los ingresos de los trabajadores y el dinero que el Estado paga en pesos para las partidas de salud, educación y ayuda social. Ese volumen de dinero es utilizado entre otras cosas para pagarles un dólar más caro a los agroexportadores, razón por la cual la simple imputación de responsabilidad de estos haceres a la deuda con los organismos internacionales, es parcial y como tal errónea en tanto se la quiera presentar como factor exclusivo del hacer del poder burgués estatal.

El modus operandi del folclore mecanizado por los partidos de la izquierda del régimen , hace que a dos días de la importante movilización de la clase obrera la acción se concentre de nuevo e inveteradamente en la autoproclamación y las consabidas fotos o imágenes de drones de un hecho ya consumado añadiendo sin registro de lo que esta en juego su lógica electoralista permanente , que les impone poner a sus candidatos eternamente derrotados al frente de esas imágenes o en el rol de comentarista deportivo con el diario del lunes.


Lo cierto es que el proceso sigue, porque la burguesía no se detiene y profesionaliza sus cuadros a ese efecto. El dinero va y viene de la mano de promesas o prerrogativas para sectores en post de la aprobación del programa de gobierno en el todo. Nuestros compañeros de ruta, en las acciones de frente único, con posiciones de parlamentarios dentro del Estado de la burguesía, se quejan de que las reuniones de las comisiones parlamentarias solo dejaron ver que las gestiones políticas en realidad ocurrían en un hotel de la vuelta. La pregunta es ¿Qué otra cosa esperaba? ¿Pudieron creer en algún momento que sus discursos chispeantes sobre el perro del presidente, tal como el gatito mimoso del debate, podían tener capacidad para propagandizar el programa socialista y activar la lucha de clases desde una política autónoma y consciente de los trabajadores?


Forzados a ocupar las calles que abandonaron para pelear la “batalla cultural” y recitar como loros a Gramsci, los parlamentarios del FITU y sus organizaciones hicieron un remedo farsesco de lo necesario. Se acordaron de la necesidad de una política autónoma y ausente de todo seguidismo de la pequeño-burguesía progresista, perfilaron en lo puramente simbólico “la columna propia”. En esas acciones de aparato y empleo de los grupos sociales desplazados de la economía formal, subyacen las razones de la decadencia de este aparato frentista que solo exhibe su agonía.
Por fuera de esta lógica de la militancia ligada al reformismo parlamentario más vergonzoso, que solo denuncia reuniones en hoteles para defender lo que los propios burgueses ya no defienden con sus actos concretos, que es el parlamentarismo, entregándolo a un giro más pronunciado del presidencialismo institucional que organiza nuestra constitución, esa en la que todos se arrodillan para la foto.


La táctica de frente único impone a los trabajadores convocar a la militancia de esas organizaciones políticas a que continúen en la disposición a la lucha desde los lugares de trabajo, y como acción concreta se tome como referencia el tratamiento parlamentario del paquete contenido en el dictamen de mayoría en la cámara de diputados, y reivindicando la práctica militante que se supo realizar oportunamente en ocasión del tratamiento de la ley de interrupción voluntaria del embarazo, se ocupen las calles para expresar la voluntad concreta de la clase trabajadora para el repudio de ese dictamen en su totalidad, impidiendo el avance de la llamada ley ómnibus en ese recinto del poder burgués.

Esto no significa cifrar esperanzas en ese poder sino exhibirle a quienes quieran desenvolverse como personal político de la burguesía en funciones legislativa, que la clase trabajadora repudia esa gestión y esta dispuesta a terminar ese esquema burgués de representación política que los ha puesto en una banca. En otras palabras, el pueblo delibera y gobierna por sí mismo y le impone a los que dicen haber sido sus representantes por ser electos en elecciones farsescas, el mandato claro y concreto de no permitir el avance del proyecto.


De esta forma se abre un camino de lucha para poder ir por las condiciones concretas de existencia, por vía de la exigencia de un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, ligado a la defensa del régimen jubilatorio público y de reparto con asignación jubilatoria que cubra las necesidades de los trabajadores que han dejado de ser activo y su núcleo familiar.


La militancia reunida en torno del fenómeno político de ofensiva capitalista abierta sobre la clase trabajadora desarrollado desde la gestión de los operadores políticos de la burguesía, ha dado cuenta de su intervención significativa con lo realizado el pasado 24 de enero. Ese esfuerzo de lucha militante, de propaganda y agitación, no puede agotarse en sí mismo como lo deja ver la dirigencia de nuestras organizaciones sindicales. La continuidad exige por la propia característica del proceso político en curso, nuestra presencia activa en las puertas de la legislatura nacional.

No depositamos ningún tipo de confianza en las instituciones de la burguesía, entre ellas el Congreso. Pero eso no nos exime de seguir bien de cerca las inmundicias y el manejo obsceno que diariamente expone, a fin de poder agotar las ilusiones que esa cueva de bandidos despierta en un sector importante de la población: ese es nuestro rol pedagógico como marxistas. Por eso debemos multiplicar esfuerzos en explicar el papel del Congreso en la presente etapa, poniendo en guardia contra los atajos y vías muertas para conquistar nuestras más sentidas reivindicaciones.
La lucha por la revolución y dictadura proletarias requiere batallar contra todos los obstáculos que se interpongan en su camino y ese camino hoy recorre un tramo que tiene una estación que se bosqueja para la burguesía como su fin, los trabajadores no podemos permanecer ajenos a esa instancia para marcar que la lucha por el poder obrero y el socialismo no se detiene en una sesión parlamentaria de operadores políticos del régimen capitalista.


Sin un partido de los trabajadores no se puede transformar de manera superadora el orden social que nos explota y oprime, sin una militancia crítica no se puede lograr el grado de unidad necesaria para que exista este partido.
Es imprescindible discutir y formalizar en toda instancia asamblearia que se concrete, un Pliego Nacional de Lucha, que avance en la unidad demostrada en las calles el pasado 24 de enero, con la incorporación de nuevos sectores. Solo así podrán multiplicarse los espacios regionales y locales de coordinación, en los barrios, en los lugares de estudio y fundamentalmente en los lugares de trabajo con sus propios pliegos de reivindicaciones. Esta es la única política capaz de derrotar el programa de gobierno de la burguesía que puede quedar plasmado con forma de ley y con ello con la base de coacción social que implica toda norma jurídica, el próximo martes 31 de enero.


La gesta del 24 de enero pasado a puesto a la cabeza de la lucha contra la explotación y la opresión que busca reciclar la burguesía con un nuevo formato jurídico, a la clase obrera. Los trabajadores estamos llamados por nuestra posición objetiva en las relaciones de producción que constituyen nuestra sociedad a defendernos frente a la ofensiva brutal del capitalismo. Esto requiere que nuestra clase busque en la lucha misma, la conquista su independencia política respecto al tutelaje burgués, respecto a sus direcciones traidoras, conciliadoras y capituladoras; y se construya ella misma como dirección política consecuente.

NUEVO CURSO