Hasta donde los trabajadores son ideologizados por la burguesía al imponerle sus significantes culturales y hacer que nutra su sentido común. Hasta donde seguir mirando para otro lado cuando nos hablan de la doctrina de la guerra contra el delito y la mano dura.

Esto que transcribo, en forma textual, fue publicado, no es algo reservado y creo que su contenido debe ser expandido, razón por la cual intervengo en su difusión.

Es un discurso íntimo, de hija a padre, pero cuanto representa en sí mismo a cuantos hijos sienten o han sentido lo mismo cuando le toca pasar por estos momentos signados por cárcel y castigo.

El texto habla por sí mismo. Solo quiero indicar que muchas veces me he visto enredado en debates sobre el sentido de la pena, la incidencia creciente de la criminología mediática y el discurso de poder que instaura el castigo carcelario como única alternativa al conflicto social generado en gran parte por el mismo sistema económico-social. Sin embargo, estas expresiones del corazón. Estos anhelos de esperanza y voluntad , son mucho más contundentes a la hora de explicar de que se trata, cuando hablamos de cárcel y que estamos proponiendo cuando acudimos a la propuesta punitiva para dar cuenta de los conflictos culturales que nacen y subyacen en el contexto social donde sobrevivimos, y en sentido inverso como el abolicionismo de la cultura represiva, solo tiene viabilidad en la demolición del poder burgués y su estado, el principio de justicia contributiva y la abolición de las clases sociales.

Hoy en el mismo momento y a la par, de que esta niña entrega su carta, se denuncia en Santa Fe y en otras provincias que las cárceles están atiborradas de personas en forma tal que se impiden nuevos ingresos. Se imponen cambios, no programas de gobierno y medidas de mano dura y otras yerbas poniendo cara de guapito de una esquina de barrio ya no existente o muchacha a la que no le van a tomar el pelo.

 Están presentes todas las condiciones para dar cuenta de este fenómeno carcelario que no conduce sino a la venganza y la destrucción subjetiva de quienes padecen el encierro.

Cuando se llena de avisos publicitando campañas y, habrá que reparar en estas groseras omisiones, esta falta de exhibición y abordaje del problema, que implica complicidad con el castigo, y su significado de represión de clase que somete y oprime:

“Estoy aquí de nuevo esperando verte bajar feliz Sonriendo, otra visita más

Me tiembla el alma llegó el día de volver a abrazarte por unos segundos antes que acabe el día mejor dicho las horas

Por fin te vi llegar feliz

se me explota el corazón todavía no puedo abrazarte nos divide un pedazo de acero pero espero ansiosa ah qué se abra esa puerta para sentir tus brazos rodeando mí cuerpo inquieto

Por fin te abrace y siento como tú me abrazas fuerte como si no existiera nadie que nos pudiera separar.

Estoy nerviosa camino junto a tu lado disfrutando cada segundo que me otorga el momento para decirte te amo y que te extraño

No puedo creer que haya llegado el día me pierdo en tus ojos y el tiempo se me va volando

Se me acaban los te amos aunque ninguno parece ser suficiente para detener el tiempo

para congelarlo en el preciso momento en que te vi llegar sonriendo

Se me terminan las excusas para quedarme a tu lado se me va borrando la sonrisa y comienzan hacerse nudos en las garganta llega de apoco el final de nuestra visita

Vuelvo a decirte que te amo y te abrazo tan fuerte como puedo me niego a soltarte, a dejarte pero ya es tarde volvemos a ese pequeño lugar donde comenzó todo

te despido te dejo un beso al aire hasta que nos volvamos a ver”

*Dedicado con todo mí amor para mí papá …..”

NUEVO CURSO