TROSCOS Y LOS QUE SE DICEN TROSCOS

En nuestro tiempo, tal vez como nunca en la historia argentina , se incorpora en el discurso cotidiano de quienes suman sus  voluntades  a propósitos políticos el empleo del término trotskismo y sus derivaciones en giros como  “trosco” o para calificar una acción como trosqueada o un resultado negativo que se refiere a un sujeto del cual se dice que “fue troskeado” jerga que se aproxima más en el tiempo con los usos del stalinismo vernáculo y su “siempre superior partido comunista” hoy tristemente desaparecido tras su seguidismo acrítico al Cristinismo.

Lo cierto, en el mismo momento, es que el término tiene una génesis objetiva derivada del fenómeno al que se refiere, que nada tiene que ver con el referido uso actual de la palabra y sus derivados.

En ese sentido, y buscando brevedad por lo extenso del objeto de este trabajo , puede decirse siempre con carácter sintético y provisorio que aquello a lo que se llama Trotskysmo , es  lo que da nombre a un movimiento surgido en los años ´20 en las luchas internas del PC de la Unión Soviética por entonces involucrado intensamente en las derivaciones y accidente de la revolución de los soviet.

 Este movimiento asentó sus  bases políticas y programáticas, en la intensa labor  crítica de la Oposición de Izquierda liderada por Trotsky.

Debe dejarse en claro que este sector , No era la única fracción en el PC, pero si la que  sostuvo en el tiempo su conformación como  tendencia, inclusive a pesar de que la mayoría fue  asesinada por el estalinismo o perseguida durante

años

    La preservación de los logros revolucionarios obtenido a partir del gobierno de los soviet por los bolcheviques tuvo siempre en miras que al encontrarse la estructura productiva de esa sociedad en considerable atraso en lo referente al desarrollo de las fuerzas productivas y poca extensión de relaciones capitalista que contradictoriamente concentraban una significativa presencia proletaria, las tareas pendientes de modernización y desarrollo iban a ser logradas por la victoria de la revolución socialista en los países capitalistas más desarrollados , en particular en Alemania donde el grado de consciencia de clase de la clase obrera alemana era significativo

Sin embargo esas revoluciones no tuvieron lugar por razones de orden político siendo ese factor el que  llevará a la Nueva Política Económica , haciendo concesiones a la presencia o reinserción de relaciones capitalistas  y luego a la burocratización , transformando al régimen soviético en un estado obrero deformado

  Esa concentrada presencia burocrática en el poder  fruto de condiciones económicas, sociales y políticas determinadas, traicionará posteriormente, una a una, importantes luchas  revolucionarias y procesos revoluciones mundiales.

Por esa misma vía y por esos mismos intereses diversos de los de los trabajadores , se  desarrollo la teoría de la revolución por etapas,  llevando al proletariado a subordinarse a la burocracia y  a plantear la posibilidad de la convivencia pacífica con el imperialismo a nivel mundial, por vía de la teoría del socialismo en un solo Estado.

En los ´30, la entrada en escena del  nazismo, plantea una nueva fuente de divergencias entre el trotskismo y el stalinismo. El PCUS, digitado desde las oficinas  de la burocracia rusa, la política de la ya degenerada  III Internacional, se niega a formar el FU (Frente  Único) con el resto de los partidos socialistas como  eficaz herramienta para defender la movimiento  obrero frente a la avanzada fascista. El buró de la  III, bajo órdenes del Kremlin, se lanza a constituir y  extender mundialmente, los Frentes Populares,  poniendo al proletariado bajo el mando de sus  propios verdugos: la burguesía.

La teoría del socialismo en un solo país, combinada con los bloques de las cuatro clases (Frentes Populares), expresan la completa degeneración del PCUS y el revisionismo stalinista del Leninismo internacionalista.

Ante el proceso de degeneración y burocratización de la III Internacional, Trotsky caracteriza que ya no es posible  actuar como fracción a su interior, sino que es necesario construir una nueva

Internacional, la IV. En el ´39 se aprobará el

programa de transición, base programática de la

nueva Internacional

L a I V  Internacional s u r g e  c o m o  r e f e r e n c i a revolucionaria para los distintos grupos que

se habían organizado bajo las banderas de la Oposición de Izquierda Internacional. Su programa y bases constitutivas, son la continuidad teórica, política y organizativa del bolchevismo leninista. Sin embargo, fruto de las derrotas del movimiento obrero, perseguida por el imperialismo, expresión de los reflujos de la lucha de clases y, principalmente, por la persecución interna y externa del stalinismo, nacerá con una gran debilidad organizativa.

La degeneración de las direcciones de la IV,  profundizarán su debilidad e impediránconstituirla como referencia y dirección de las  masas proletarias

Luego de la postguerra, el trotskismo argentino se transformo en un centro latinoamericano de mucha importancia.

En Argentina, en tanto, en 1956 Moreno se suma al peronismo falseando . Esto lo lleva a ponerse, tal cual esta escrito en su órgano oficial de esa época (Palabra Obrera), ¨bajo la disciplina del General Perón y del Consejo Nacional Peronista¨. Llegando inclusive a publicar un folleto anticomunista del propio Perón.

En éste período Palabra Obrera de Moreno- abrió numerosos locales, sumó trabajadores a sus filas, creció como partido, etc. Cuando Perón llamó a votar al gorila Frondizi, Palabra Obrera acató mientras los grupos peronistas de izquierda no.

En 1964 termina el entrismo en el peronismo del cual Moreno sale debilitado. Éste se une al FRIP (Frente revolucionario Indoamericano Popular) dirigido por Santucho. De ésta fusión nace el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), cuyo eje principal es la preparación de la lucha armada en Argentina. El PRT argentino se escindirá en 1968, y su causa fue que Roberto Santucho llamaba a la lucha armada como único camino para consumar la revolución social en Argentina, y organiza el ERP (Ejército revolucionario del Pueblo) como brazo militar del PRT.

El PRT-El Combatiente de Santucho fue reconocido, luego de su separación de Moreno, por el SU (dirigido por Enerst Mandel), como su sección Argentina y la de Moreno como simpatizante.

CORCI

Es en esta época cuando nace PO (Política Obrera), que se posiciona por la reivindicación de la revolución cubana, pero contra el foco armado y la estrategia guerrillerista.

 PO desarrolla su trabajo principalmente a partir del golpe militar del ´66. En 1971 converge con el POR de Bolivia de Lora, y la OCI francesa, formando el CORCI (Comité por la reconstrucción de la Cuarta Internacional).

En Argentina, Política Obrera , PO, que junto al POR Boliviano y la OCI conformaban el CORCI-, ocupa un lugar importante en la lucha de clases, interviniendo en la conformación de las coordinadoras interfabriles. En Perú el POMR (Partido Obrero Marxista Revolucionario), impulsa el FOCEP (Frente Obrero Campesino Estudiantil Popular) que obtendrá el 15% de los votos en la constituyente.

Crisis de la CORCI. La OCI comenzó a alejarse del CORCI, cuando empezó a decir que los sindicatos en Argentina y Brasil, eran burgueses y que debían ser destruidos. Señalaba al PT como un partido de apoyo a la dictadura militar.

PO aprovecha el debate, se opone a esta caracterización y combate a la OCI. La OCI acusa a PO de fascista y videlista, mientras que este sufre la persecución de la dictadura. En realidad, esta acusación encubría una maniobra: se trataba de una excusa para romper con el CORCI, y la posibilidad de unirse nuevamente con el Morenismo.

El CORCI termina en 1979, dando espacio a dos reagrupamientos: 1) la OCI (Lambert) y sus seguidores se funden con Moreno en el CI (Comité Internacional), que no llega a durar más de un año, dada la ruptura de Lambert y Moreno; y 2) el POR y PO, constituyen la tendencia IV internacional.

La tci (tendencia cuarta internacional) se rompe por la ruptura de politica obrera de argentina con el programa y documentos fundacionales. Para orientarse a la conformacion de un partido de tipo morenista. Años despues po trata de organizar una “refundacion de la iv” el POR boliviano junto con las escisiones de argentina y brasil del po y otros grupos forman el cerci rescatando integramente las conquistas programaticas del por boliviano y de la tci

Moreno,  y sus organizaciones, sobrevive recurriendo a  variadas maniobras y desviaciones: fusionándose primero con la socialdemocracia argentina (PSA), formando el PST y presentándose a las elecciones con una politica proletaria, no reformista.

Moreno, para esa época, romperá con el SWP y se separa del SU, creando su propia organización en Latinoamérica. En Nicaragua, la política morenista tendrá una nueva prueba de fuego para su oportunismo. Moreno recauda fondos y pone en pié la brigada Simón Bolivar para intervenir en la lucha guerrillera en Nicaragua. Ésta, no llega a participar de la lucha armada y posteriormente es expulsada del país.

A partir de la década del ´80, con el inicio en todo el

continente de procesos democráticos, que producen el recambio de dictaduras a regímenes  democráticos burgueses, se define el perfil de las  corrientes trotskistas latinoamericanas.

Sometiendo a duras pruebas a las organizaciones y

sus programas. L a s d i v i s i o n e s  d e  l a s  co r r i e n t e s mayoritarias del trotskismo, reflejan su incapacidad para superar la crisis política y organizativa de la IV. Pero esas recurrentes crisis, poseen una base material y política objetiva: la adhesión de las corrientes tributarias del

Lambertismo y del Morenismo, a las políticas  democratizantes instauradas por el imperialismo y

la burocracia estalinista, frente a la crisis mundial y

la posibilidad de explosiones revolucionarias en el

mundo.

Se trataba, de contener la lucha de clases y  encorsetar al movimiento obrero en los estrechos  límites de la democracia burguesa.

Fue este proceso el que marcó el rumbo posterior de las corrientes tributarias del morenismo, con un marcado oportunismo político y un consecuente revisionismo de la teoría política trazada por Lenin y Trotsky.

Fue así que el Lambertismo consiguió enterrar, junto con el SU y el Morenismo, uno de los mas promisorios procesos realizados por el trotskismo en el mundo. El oportunismo llevo a nefastos resultados. Por ejemplo, a la presentación de la constituyente hegemonizada por el aprismo en Perú, aliado incondicional al imperialismo, como la vía al poder soviético. Por otro lado, el Fracaso del FOCEP frente obrero campesino estudiantil popular- dejó abierto el camino para la emergencia del estalinismo peruano, que apoyo al proceso militar, y a la emergencia del delirio foquista de Sendero Luminoso.

Estas corrientes superaron la exaltación de la democracia como vía al gobierno obrero y campesino, mediante la exaltación de la democracia como vía a la democracia (burguesa). Esto llevó a la subordinación de la corriente lambertista en Brasil, a la dirección democratista Lulista del PT. Actuando a su interior, como oposición de izquierda.

El SU de la IV no consiguió rearmarse en los países donde llevo a cabo sus  militancia (Chile, Bolivia y Argentina).

La LIT (Liga Internacional de los Trabajadores, morenista), por su lado, apoyó su desarrollo Latinoamericano en la experiencia del MAS (Movimiento al Socialismo, de Argentina). Esta corriente fue levantada en base a la política democratizante, llegando a caracterizar la sustitución de la dictadura por el radicalismo alfonsinista, partido claramente burgués, como revolución democrática.

Su consigna oportunista que las bases decidan frente a cada conflicto obrero, hizo viables las alianzas con el stalinismo y con peronistas de izquierda y salvo así de la bancarrota al stalinismo, luego de su apoyo a la dictadura. Del MAS, surgirán al menos, cuatro nuevos reagrupamientos: MAS, MST, PTS, LSR, el FOS, etc.

La LIT, expresión internacional del morenismo, desarrollo una política oportunista. En Brasil, luego de ser expulsado del PT, conformo el PSTU (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado), que terminó apoyando a Lula ,es ésta misma organización la que produjo una ruptura de la CUT, desmembrando a las filas obreras y dividiéndolas frente a la burguesía.

En 1979, el POR y PO conforman la TCI (Tendencia Cuarta Internacionalista). Luego de tres conferencias, el POR y PO se separan. Política Obrera, a partir de la década de 1980, impulsa la conformación del Partido Obrero, que terminará degenerando en un partido burocrático, oprtunista y electoralero.

Política Obrera, posteriormente, se transformara en Partido Obrero que acabó por constituir en Brasil, un satélite, “Causa Obrera”. Una de las revisiones mas drásticas de esta organización Altamarista en aquél país, la realiza al levantar la consigna Gobierno de Trabajadores, adaptándose de esta manera a las campañas electoraleras burguesas.

Al igual que los Moreinistas, que tradicionalmente empuñan esta consigna, el PO diluye así al proletariado como fuerza motriz de la revolución. Por otro lado, borra de un plumazo la conclusión de que la clase obrera solo llegara a hacerse del poder por medio de la i n s u r r e c c i ó n a r m a d a . E s t a c o n s i g n a democratizante se posiciona contra la dictadura del proletariado y la teoría marxista de la revolución violenta.

 Por eso, Gobierno de los Trabajadores es una consigna fácilmente adaptable a la democracia pequeño burguesa, y que puede significar desde una forma transitoria de gobierno hasta la posibilidad de un transición pacífica del capitalismo al socialismo.

Su oportunismo y revisionismo adquirirán su cúspide, llamando a votar a Evo Morales en Bolivia. El POR ya venía denunciando el carácter proburgués de Evo, que actuaba como dique de contención a la lucha revolucionaria de las masas bolivianas, y que venia a defender y garantizar a la propiedad privada en todas sus formas.

Trotskismo y Morenismo

La crítica política a las formulaciones y la práctica política de Nahuel Moreno debe tener en cuenta algunas consideraciones:

1) El morenismo en sus documentos sostiene que el partido no es el programa sino las clases que lo componen.

2) Al no tener programa, su construcción carece de tradición política e histórica que se enraíce en el movimiento obrero y de masas.

Así veremos volteretas a lo largo de la historia, caracterizaciones diferentes para cada momento político, y su análisis siempre será en base a la coyuntura.

 El programa es la expresión política de las leyes de desenvolvimiento y transformación de un determinado país. La no existencia de un programa, obligó al morenismo a recorrer el camino del oportunismo y el empirismo.

En la Tesis XV de la Actualización del Programa de Transición, “Una etapa de revoluciones de febrero y ninguna revolución de octubre”, en referencia a la revolución rusa, plantea la necesidad de que se realicen revoluciones democráticas previas a la proletaria, desconociendo las tesis de la revolución permanente.

“Sin embargo, para superar la crisis de dirección es preciso responder a los nuevos problemas planteados por el colosal ascenso revolucionario de posguerra, que el Programa de Transición no previó ni dilucidó (…) Febrero es una revolución obrera y popular que enfrenta a los explotadores imperialistas, burgueses y terratenientes ligados a la burguesía y destruye al aparato estatal burgués o provoca su crisis. Por su dinámica de clase y por el enemigo que enfrentan, ambas son revoluciones socialistas. La diferencia entre ambas radica en el distinto nivel de conciencia del movimiento de masas y, principalmente, en la relación del partido marxista revolucionario con el movimiento de masas y el proceso revolucionario en curso. Dicho sucintamente, la revolución de febrero es inconscientemente socialista, mientras que la de octubre lo es en forma consciente. Podríamos decir coqueteando con Hegel y Marx que la primera es una revolución socialista en sí , mientras que la segunda lo es para sí .

Las revoluciones de febrero tienen una lógica que refleja la situación del movimiento obrero y de masas en esta etapa de ascenso revolucionario. Casi todas las revoluciones surgen cuando sus profundas necesidades objetivas se tornan para el movimiento de masas en una situación intolerable. La revolución de febrero es completamente

diferente a la de octubre en cuanto a nivel de conciencia y dirección se refiere. La de octubre se caracteriza por tener a su frente a una dirección marxista revolucionaria; la de febrero es dirigida por los aparatos burocráticos y pequeño burgueses del movimiento de masas.

Esto es posible porque, generalmente, las tareas que enfrenta la revolución de febrero son democráticas .La revolución de febrero es distinta a la de octubre, pero está íntimamente ligada a ella; debe ser el prólogo obligado a la de octubre para que la revolución siga avanzando.”

Moreno no dice que debe haber una etapa dirigida por la burguesia y que debe haber un desarrollo capitalista. Lo dice en el sentido de etapa históricamente  necesaria porque en estas revoluciones la clase obrera no esta en condiciones de dirigir. Aunque fuera así, la política de los revolucionarios es la de pelear por la dirección del movimiento de masas. De dotarlo de una estrategia revolucionaria justamente chocando con las direcciones burguesas o pequeñoburguesas desde el comienzo, señalando que no cumpliran las tareas democraticas. Sus tacticas, especulando sobre que hacer frente a direcciones nacionalistas que tomen el poder lo lleva a transformar la tactica en estrategia.

Moreno, sin embargo, separa a la revolución social en dos etapas claramente diferenciadas. Es decir, entre una y otra etapa, para Moreno existirá todo un período histórico signado por el lento desarrollo del proletariado y del partido. Entonces, al igual que Stalin, plantea la posibilidad, en ésta época, de las revoluciones democráticas (programa mínimo), dejando para un futuro incierto la revolución socialista (programa máximo).

S e c o m p r e n d e p o r q u e l o s g r u p o s

morenistas levantan las consignas democráticas sin llegar a desenmascarar su

carácter de clase. Asignan al partido, el rol de sólo “acompañar” a las masas. La historia ha demostrado lo contrario de lo que plantea estas tesis. Las revoluciones dirigidas por los aparatos burocráticos (China, España, Chile) fueron traicionadas y terminaron en su mayoría con dictaduras militares. El hecho de que la dirección de la revolución esté en manos de burgueses o pequeñoburgueses, no resuelve el problema fundamental de la época: que solo es posible la resolución integra y efectiva de las reivindicaciones democráticas pendientes, mediante la revolución y dictadura proletaria. Y que el instrumento para esto, es la vanguardia revolucionaria de la clase obrera estructurada en partido revolucionario. Es decir, el programa que expresa los intereses históricos del proletariado encarnado en partido político.

Por otro lado, los partidos ajenos al proletariado, y que encarnan intereses extraños y antagónicos a los suyos, al no tener esta perspectiva revolucionaria internacionalista y clasista, no logran liquidar por completo las bases materiales del poder de la burguesía imperialista: la propiedad privada monopolista mundial. El estrangulamiento de la revolución, que estas direcciones realizan, tiene por base objetiva la estrechez de miras nacional de sus concepciones revolucionarias. Dándole tiempo a la burguesía para que se rearme y planifique el boicot a las revoluciones, apoyándose en todas las naciones capitalistas, y también en las burguesías nacionales de sus colonias y la reacción interna. Solo la clase obrera consuma una verdadera revolución social, porque en su desarrollo posterior y para lograr establecer su dominio, la obliga a llevarla al terreno de la arena mundial como la única forma de afianzarla.

Por eso, no se puede hacer un análisis mecánico de la revolución de febrero, y creer que toda revolución de febrero alcanza para que las masas y el partido maduren, y así puedan dirigir la revolución de octubre. En general las derrotas llevan años de recomposición de confianza en las direcciones revolucionarias, y significan un gran retroceso para la clase obrera.

Puede haber gobiernos de distinto tipo como señalaTrotsky, producto de una revolucion pero los revolucionarios planteamos una unica estrategia, el gobierno obrero campesino como expresion de la dictadura proletaria, solo asi la revolucion triunfara hasta sus ultimas consecuencias

Esta tesis es la piedra de toque de la teoría morenista. De ella se desprende su fórmula de poder, su concepción de partido, su táctica electoralista, en fin, toda su política diaria. Al defender la necesidad de una revolución democrática se ve obligado a abandonar todos los principios de la revolución permanente.

Teniendo en cuenta las propuestas estratégicas del morenismo y su política democratizante, deberíamos concluir que abandonó la finalidad estratégica de la dictadura del proletariado, expresada en el programa de transición. En su tesis XVIII Moreno dice:

“…es necesario ampliar la popularización y esa consigna (se refiere al Gobierno ObreroCampesino), con la de gobierno obrero y popular, que indica la alianza capaz de permitir al

proletariado tomar el poder conjuntamente con el pueblo urbano y rural.

(…) es un llamado a los partidos pequeño- burgueses para que rompan con la burguesía y tomen el poder, para aplicar un programa revolucionario contra ella. Es nuestra política de gobierno más importante (…)

(…) esa táctica tiene como objetivo preparar el terreno para hacer que las masas rompan con el partido oportunista y pasen a seguir el partido revolucionario, como única manera de mantener su movilización permanente (…).

Diferente de la dictadura del proletariado (bajo el cual la burguesía fue expropiada), el gobierno obrero y campesino corresponde a esa breve etapa de lucha de clases, un corto período altamente contradictorio que lleva a la ruptura política con la burguesía hasta su expropiación o hasta retroceder a un gobierno burgués. Ese período se caracteriza por tener un gobierno anticapitalista, obrero y campesino, bajo una base económica capitalita.

Un gobierno obrero y campesino puede ser dirigido por un gobierno oportunista o por un partido revolucionario..”

Cuando hablamos de Gobierno Obrero y Campesino, lo hacemos como denominación popular de la Dictadura del Proletariado, en el mismo sentido que lo utilizaron los bolcheviques en 1917. No lo hacemos como sinónimo de un gobierno “previo” a la dictadura del proletariado, como si se tratase de una forma de gobierno revolucionario distinto y opuesto a la dictadura del proletariado.

Concepción de partido tesis

“Los trotskistas para construir el partido tenemos que tener la habilidad de plantear posiciones revolucionarias no la totalidad de nuestro programa pero sí sus puntos fundamentales que permitan coordinar una acción revolucionaria con estas corrientes del movimiento de masas que surgen hasta llegar incluso a un frente o a un partido común, en el proceso que los lleve hasta nuestras posiciones trotskistas. Es fundamental lograr estas acciones comunes rápidamente, y si es posible organizaciones comunes, con toda tendencia que se oriente hacia nosotros para evitar el tremendo peligro de que cristalicen como organizaciones centrista”.

En El Partido y la Revolución, dice que “el partido se centra en el movimiento de masas y no en la vanguardia”.

Para Trotsky y Lenin, el programa era la finalidad estratégica y se encarnaba en el partido revolucionario. Recalcaban la necesidad de su organización independiente de o t r o s  p a r t i d o s p e q u e ñ o – b u r g u e s e s , socialdemócratas o nacionalistas.

 La III Internacional explicaba que, “los partidos como así también la tercera internacional, expresión del conjunto del proletariado del mundo entero, tienen en común en las condiciones de lucha y su estrategia, que deben luchar por derrocar revolucionariamente a la burguesía. La victoria sobre ésta, la conquista del poder, constituye (…) el objetivo fundamental de su trabajo en las masas. Es esencial edificar, en cada país, una organización de la vanguardia revolucionaria, que haga posible la victoria de la revolución proletaria sobre las clases dominantes y que la afirme en el período posterior.” (extracto de los 21 puntos para la estructuración de los partidos comunistas, del 2º Congreso mundial de la III Internacional)

Es en éste sentido que la organización del partido revolucionario debe reflejar su estrategia política. Lenin y Trotsky consideraban al partido como de clase, la vanguardia revolucionaria del proletariado organizada en partido. Ya que su forma organizativa reflejaba el programa y objetivos históricos de la clase obrera.

Entendemos que a la dictadura del capital y sus partidos políticos burgueses, corresponde organizar una organización política centralizada, de combate. Cuya unidad no sea en base a una coyuntura, sino a principios programáticos. El comando político revolucionario de la clase obrera.

La desesperación pequeño burguesa de construir rápidamente partidos de masas sin programa, ha producido el estallido de estas organizaciones. Así ocurrió con el MAS, que estalló en varias corrientes. Esto fue un duro golpe para muchos compañeros que no volvieron a militar.

Porque las tendencias oportunistas ya enraizadas en sus filas y, principalmente, sus cuadros de dirección, sumada a la deformación revisionista inculcados a sus bases y cuadros por muchos años, impidieron realizar un balance autocrítico en términos marxistas de su experiencia. Este es un proceso imprescindible para reconstruirse como militantes revolucionarios.

El partido revolucionario es de masas, no por sumar indiscriminadamente militantes, sino porque gracias al trabajo y acción de sus células y su programa, logra influenciar, movilizar y dirigir a las masas transformándose en caudillo de la nación oprimida.

Para los revolucionarios, de la finalidad estratégica, que es instaurar la dictadura del proletariado, se desprende un tipo de organización y un programa. Por eso, nos negamos a construir un partido que tenga por objetivo adoptarse a la democracia burguesa, a la

que consideramos una forma de la dictadura de clase de la burguesía. Nos organizamos y conspiramos para derrocar al estado burgués, no para sostenerlo. Las organizaciones laxas tuvieron una experiencia desastrosa frente a las dictaduras.

Para Moreno, el concepto de revolucionario profesional es asociado al militante rentado: “es absolutamente imposible que la especialización como revolucionario cabal, marxista, pueda obtenerse de otra forma que no sea tomando esta actividad como una profesión, hecha y derecha” … “estos militantes profesionales (rentados) son, insistimos, la base fundamental sobre la que se asienta el partido”. Moreno, de esta forma, introduce la separación entre una capa especializada en elaborar política y una masa militante que acata las órdenes impartidas desde arriba. Es decir, reproduce la separación entre trabajo intelectual y manual.

Estamos en contra de reproducir la división de tareas propia del sistema capitalista al interior del partido. Nos oponemos a los militantes rentados, por ser una base objetiva y concreta de corrupción pequeño burguesa. Los revolucionarios profesionales son tales no porque obtengan un rédito de ello, sino porque dedican lo mejor de su vida y tiempo, a forjar el partido que prepare y lleve adelante la revolución proletaria, que será impuesta por la insurrección de masas, y no por la vía de las revoluciones de febrero morenistas.

Táctica y estrategia

“En el afán de lograr una consigna movilizadora no sólo debemos expresar las necesidades inmediatas del movimiento de masas, sino partir del nivel de conciencia de éste para formular la consigna. Trotsky es un maestro en esta adecuación de nuestras consignas al nivel de conciencia de la clase obrera, fuese el que fuera (..) Hay que retomar urgentemente esta ciencia y este arte. Hay que abandonar el prejuicio a formular consignas adecuadas al bajo nivel de conciencia de la clase obrera. Hay que abandonar el fetichismo de las consignas de tipo general, propagandistas, que se mantiene durante meses y meses, y a veces durante años y años.”

En tanto que, en El Partido y la Revolución, sobre el programa (finalidad estratégica encarnada en tácticas de lucha concretas) afirma que “no esta por encima de las etapas, cambia con ellas y se supera al compás de la lucha de clases y de los cambios de la situación objetiva”. Esto significaría, según esta concepción, que el partido mismo ajustará su carácter y organización a esas “etapas”.

Trotsky, en contraposición a aquellos que desprenden del atraso de las masas que sólo debe utilizarse aquellas consignas apropiadas para el nivel de atraso de su conciencia o inventarlas si no existían, sostenía que: “debemos preguntarnos si el programa debe ser adaptado a la mentalidad de los trabajadores o a las condiciones sociales y económicas objetivas actuales del país”. Para Trotsky, el programa debe expresar las tareas objetivas de la clase obrera y las masas, porque es el instrumento “para vencer y superar el atraso”.

Sin embargo, no despreciaba el peso en la conciencia de las masas que tenían las reivindicaciones más inmediatas, y la capacidad de movilizarlas a partir de ellas.

Pero recalcaba la necesidad de partir de ellas, y del estado real de la evolución de su conciencia, poniendo de relieve la imposibilidad de resolverlas bajo el sistema capitalista, buscan hacerlos comprender el mecanismo de explotación y funcionamiento del régimen burgués, movilizando así a los trabajadores hacia conquista del poder.

Las tareas democráticas e históricas no se desprenden del nivel de conciencia de los trabajadores, sino de la situación objetiva de la crisis capitalista y que solo será resuelta mediante la revolución socialista.

Es decir, es la tarea del programa establecer el puente entre la situación objetiva de las masas y la necesidad de luchar por la conquista del poder por la clase obrera.

Quien adopta posturas socialdemócratas, reniega de la vía insurreccional como la única que puede conducir a los explotados a la conquista del poder.

 Reconocer la necesidad de la insurrección y de declarar que la acción directa de masas concluye un método natural de la lucha de los explotados, significa reconocer la necesidad de la lucha armada y sus múltiples manifestaciones.

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