Novedades
{"ticker_effect":"slide-v","autoplay":"true","speed":3000,"font_style":"normal"}

Nuevo Curso

ES IMPOSIBLE SUPERAR LA FILOSOFÍA SIN HACERLA REALIDAD.

Nuevo Curso

Tal vez el 24 de marzo, sea el día que le presenta mayores dificultades en el calendario que arman aquellos que hacen de la militancia un recorrido bullicioso por las calles siguiendo efemérides impuestas por militantes que no se dedicaban a eso sino precisamente a lo contrario, es decir a luchar, razón por la cual debieron afrontar circunstancias de esa lucha de clases que los termina registrando con sentido histórico.

La impertinencia de establecer como si se tratara de una realidad histórica y no un relato ideológico ,la oposición entre golpe de Estado y democracia tomando a esta última como escenario superador del otro, razón por la cual de inmediato se sigue el imperativo de su defensa a rajatablas ante cualquier situación , hace que para el grupo de organizaciones siempre tributarias del ala izquierda del peronismo el fenómeno se contamina con una serie de reclamos específicos que no remite al repudio callejero del 24 de marzo como hecho histórico que remite al golpe de Estado y la quiebra del orden democrático, ya que durante la república democrática se dieron conflictos sociales que llevan a la actual situación de poder burgués imponiendo condiciones de vida en contexto de barbarie y naturalización de la pobreza y consenso represivo.

De esta forma, hoy cuando las generaciones de personas que pudieran concurrir a la marcha, nada tienen que ver con las que soportaron las circunstancias históricas del 24 de marzo de 1974, gran parte de los convocantes buscan convertir la movilización en un acto puramente histórico como se suelen abordar el 25 de mayo o el 9 de julio y la realidad no dista de ello, en la medida es que como viene sucediendo desde aquel suceso de apropiación del poder burgués por el partido militar hasta hoy cuanto se confronta son relatos armados ex-post para justificar o lacerar lo sucedido.

Si lo que se coteja son relatos, el embuste contenido en el discurso es la estructura misma de la narración pues por su forma ideológica el propósito final no es otro que la formación de falsa conciencia sobre lo que se pretende conocer.
Esta contextura del fenómeno hace por sí mismo que sea la consistencia de la dominación burguesa frente a la clase trabajadora el factor que determine como considerar la objetividad dada por el uso del empleo de prácticas genocidas sobre los trabajadores a las que arbitrariamente se les puso fecha, pero cuyo origen ya tenían desarrollo en la república de Perón-Lopez Rega y María Estela Martinez.

Dicho, en otros términos. Es la clase dominante la que usa, produce, e instala tanto la objetividad del fenómeno al que se alude como el empleo que se pueda hacer de él, tanto sea diciendo que » los argentinos son derechos y humanos y que Argentina está llamada a rescatar a la cultura occidental» como para hablar de la existencia de dos demonios que se expandieron sobre una sociedad civil dotada de buenas e inocentes personas, con el único objetivo de acabar con la democracia, régimen que no admite transformaciones sino que por el contrario exige protección y defensa permanente.

Tal vez son los propios trabajadores quienes están ausentes en la escena desde el retroceso que tuvieron que emprender en sus expectativas de mejor distribución de la riqueza, y construcción de otro orden social, tan explícitamente expuesto durante 1975 en las coordinadoras que asumieron las jornadas de julio – julio.

Ese retroceso, alentado por la venta de ilusiones democráticas, que se hermanaron con individualismo extremo y una construcción utilitarista del valor justicia son los que nos han depositado en nuestro tiempo, donde una estructura política domina el escenario del poder Estatal con medidas y paradigmas similares a las que emergieron en las proclamas del 24 de marzo de 1976 y las que le siguieron año a año hasta el presente.

El paradigma k según el cual la democracia no se cuestiona, sino que se profundiza, se ve hoy en figurillas para contener la diversidad de planteos bajo el paraguas de la defensa de la democracia a tal punto que el desconocimiento del gobierno se hace expreso.

La cuestión no pasa entonces por subirse a una fecha y pretenderte que el recuerdo haga su trabajo tras premisas falsas y memoria artificialmente construida por aparatos ideológicos.

Décadas que no son para rememorar con sentido positivo si es que no se propugna volver a la lucha obrera por el poder obrero y el socialismo con los instrumentos y herramientas de combate que la clase juzgue conveniente a sus propósitos conscientemente emancipatorios.

Hoy las víctimas directas de las prácticas genocidas no braman por su propio padecimiento, ni buscan parlamentarios que se resignen al fetiche de la ley leída como cualquier mercancía. Gritan desde la historia y el presente de la lucha por el socialismo. Cualquier republicanismo, cualquier embuste parlamentario, nada tiene que ver con el ayer y el hoy, no se necesitan las efemérides para comprender que el cambio social es un imperativo. Si se necesita organización, agitación y propaganda del programa obrero y socialista.

«Tanto para engendrar en masa esta conciencia comunista como para el propio éxito de la causa, es necesaria una transformación en masa de los hombres que solo podrá conseguirse mediante un movimiento práctico, mediante una revolución, y que por consiguiente, la revolución no solo es necesaria porque la clase dominante no puede ser derrocada de otro modo, sino también porque únicamente por medio de una revolución logrará la clase que la derriba salir del cieno en que se hunde y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas bases.» Carlos Marx, La Ideología Alemana

«La conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran deber de la clase obrera. ….. posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber. La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados. «Manifiesto inaugural de la Asociación Internacional de Trabajadores» (AIT) 27 de octubre de 1864

La vigencia histórica de la lucha por el socialismo impone que la tarea militante no se reduzca a generar las condiciones políticas para reemplazar a Milei por otra variante que se sostenga en los mismos principios, de respeto al capital
concentrado y monopólico, de pago de deuda fraudulenta, aunque trate de aplicar métodos y formas más “democráticas”.
La burguesía ya ha probado con todas sus fracciones, con todas sus variantes y nos ha conducido al desastre,
ninguna ilusión en sus instituciones, en sus partidos, en sus dirigentes.
Es necesario romper con las patronales y sus partidos Los trabajadores necesitamos una organización y una política de poder propia. No hay superación de las condiciones de miseria actualmente existentes sin una política autónoma de clase que se constituya en el diseño de la salida propia de los explotados.

Nuevo Curso