PASCUAS INFELICES. LA CASA NO PIDE ORDEN SINO REVOLUCIÓN . LAS PASCUAS SON DE RESURRECCIÓN Y NUEVA SOCIEDAD

NUEVO CURSO

Fusilados en Trelew. 1972.

Quiere la lógica propia de un calendario agrupar formalmente días que tienen para las poblaciones diversas significaciones en los tiempos. Muchas veces esas mismas fechas reunidas en breve lapso, nada dicen en el hoy, y fueron gritos desgarrados en otros tiempos, que tal vez por desgarrados han sido sometidos al olvido.

Pero quiere la condición humana que nuestro entendimiento, a diferencia de cualquier otro ser vivo sea apto para hacer asociaciones que trasciendan las mediciones temporales y sus calendarios. Esas relaciones siembren buscan un factor común que las permite elaborar para evitar sean perecederas.

Mucho se hace desde el poder burgués con sentido inverso, es decir, en primer lugar, dragándolas de sentido, modificando sus componentes por vía de interpretación intencionalmente dirigidas a sus intereses y en segundo orden directamente acostándolas en el olvido.

Sin embargo, la menguada religión cristiana  sigue apostando a “las pascuas” para buscar por vía puramente litúrgica y ritual,  preservarse  de la decadencias de sus funciones de reproductor ideológica de lo dado , a manos de internet y sus algoritmos y la naturalización de las aberraciones propiciadas por el anonimato , o   las manos de la religión postmoderna que disfrazada de filosofía  niega  las totalizaciones , totalizándose, por vía de la victoria del no relato que es relato para sus devotos.

Por eso, la ocasión sigue siendo propicia para capturar el ritual, despojarse de él e ir por la sustancia prevalente sobre la forma. Esa sustancia esta dada en una palabra que la modernidad capitalista suprimió con denuedo, aún cuando en esa tarea se llevó consigo la vida de varias generaciones de luchadores por el cambio social.

Ese adicional suprimido es que las pascuas son DE RESURRECCIÓN. La celebración o las jornadas que la incluyen lo que se conoce como las pascuas, de las que hoy domingo muchos por prudencia y respeto se desean felicidades comiendo lo que se pueda, fue tomada desde el inicio por los primeros cristianos, hombres y mujeres del pueblo oprimido por el poder del Cesar o los sacerdotes como el eje de la cuestión marcada por la muerte de aquel al que llamaban Cristo, hijo de carpintero, nacido en la pobreza material.

Las pascuas son de RESURRECCIÓN, que en todos los idiomas significa surgir nuevamente. Por eso Alfonsín desde el balcón del poder burgués, deseando felices pascuas, no solo ocultó sus designios finales en el embuste de su discurso, sino que malversó la palabra mutilándola al suprimirle “de resurrección”, sabiendo positivamente que en realidad estaba lejos de ese designio sino mucho más próximo de su negación, al que se refiere con la permanencia en lo dado, por vía de la adicional afirmación: “la casa está en orden”.

Argentina desde la segunda parte del siglo XIX, a su manera, se conformó adoptando ese nombre para una sociedad jurídicamente organizada por la burguesía en un Estado republicano, que entendiendo su tradición históricamente dominante sostiene “el culto católico”.

El desenvolvimiento de esta sociedad de clases donde existimos con apremios diversos, ha llevado a que el siglo XXI a las “pascuas a secas” sin adjetivos, reducidas a un huevo de chocolate para los niños, pero ha podido llegar hasta aquí colocando en señorío formal a un sujeto tan bestial como aquellos que en los relatos de la vida del llamado Cristo dieron cuenta de él en forma cruenta y sacrificial.

Nos queda advertir en un camino de negación-superación , la impostergable necesidad de unión de los humillados y ofendidos y tomar una tradición inserta aún en los sectores perseguidos, desplazados hacia la población económicamente sobrantes, estigmatizados criminalmente como sujetos peligrosos y sospechosos, por su relevante determinación de RESURRECCIÓN , que por estos días significa recuperar dignidad, transformación esencial de la nada humillante, a la subjetividad consciente del socialismo y un nuevo orden social por vía revolucionaria.

Ya no me acuerdo del olvido
Ni de la ausencia lastimando
Solo recuerdo tu silueta
Dulce habitante del paisaje

Resurrección del cielo tuyo
Entre mis manos y la tarde
Ya no me acuerdo del olvido
Ando de sol con tu milagro

Desde el amor todo regresa
Como los pájaros y el alba
Resurrección, digo tu nombre
Y lleno el aire de campanas

Porque el que nace a la ternura
Vence a la muerte cotidiana
Abre las puertas de la vida
Y lleva un niño en la mirada

Resurrección de la alegría
Estoy de fiesta con mi sangre
Porque el que nace a la ternura
Vence a la muerte cotidiana
Abre las puertas de la vida
Y lleva un niño en la mirada

Resurrección de la alegría
Estoy de fiesta con mi sangre
Porque el que nace a la ternura
Vence a la muerte cotidiana
Abre las puertas de la vida
Y lleva un niño en la mirada

(Armando Tejada Gómez)

“Estimo que la lucha revolucionaria es una lucha cristiana. Solamente por ella, en las circunstancias concretas de nuestro pueblo, podemos realizar el amor que los hombres deben tener a sus prójimos.” “El deber de todo cristiano es ser revolucionario”. (Camilo Torres). “El deber de todo revolucionario es hacer la revolución” (Ernesto Guevara)