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LAS LUCHAS Y LOS DESGASTES FUNCIONALES AL PODER BURGUES EL GOBIERNO BUSCA NATURALIZAR LA VIOLENCIA ESTATAL Y LA CRIMINALIZACION DE LA RESISTENCIA SOCIAL

Las policías Federal y de la Ciudad reprimieron a los manifestantes que participaron de la concentración en la 9 de Julio convocada esta mañana por distintas organizaciones sociales, en reclamo de alimentos para comedores y merenderos, y en rechazo a la baja de beneficiarios del plan Potenciar Trabajo.

El proceso específico que asume la lucha de clases en nuestro país, donde se suceden situaciones marcadas por la presencia en las calles de manifestantes que expresan resistencia a medidas del gobierno electo que asumió el poder formal hace cuatro meses , en forma  aislada, fragmentada y carente de una estrategia objetiva para dar respuesta a dónde vamos los trabajadores en este período, marcado por una ofensiva del poder burgués , con intensificación de las acciones represivas tanto en plano simbólico como en el plano del liso y llano ejercicio violento de la fuerza física.

Esta carencia en el factor subjetivo de la lucha de clases en el bando de las fuerzas proletarias , vista específicamente  en el plano organizativo y de dirección política revolucionaria de la vanguardia, deja en claro por fuera de toda la propaganda de cretinismo parlamentario reformista que vivimos durante todo lo largo del año pasado  que hoy luce agonizante y en su  convalecencia acude desesperadamente al luchismo y a los reclamos públicos orientados  a la dirigencia burocrática de las centrales sindicales , que acompañaron la candidatura de Sergio Massa y han dado muestra suficiente de su falta de  predisposición al empleo de las históricas y probadamente eficientes,  herramientas de lucha de los trabajadores , que los partidos  de la izquierda del régimen burgués no pueden ocupar ese rol de conducción de la acción proletaria.

Este último extremo, opera como consecuencia de la experiencia frustrada que la clase trabajadora ha hecho con estas organizaciones, en particular, desde la reinstalación de la república democrática burguesa en 1983.

Hoy queda claro, incluso por la inclinación que alguna parte de los jóvenes trabajadores mostraron por los cultores de la motosierra, que la lucha práctica del marxismo se desenvuelve en el terreno de la psicología de las clases explotadas y oprimidas tratando de que se supere haciendo saltar las cadenas psicológicas mediante las cuales la clase dominante tiene dominada y maniatada la capacidad de reacción de los explotados.

En ese sentido, siguiendo a señalamientos que oportunamente tuvo oportunidad de marcar Trotsky, hay que recordar que la dinámica de los acontecimientos que se desenvuelven en el proceso de lucha de clases y el específicamente ligado al objetivo revolucionario, está directamente determinada por rápidas, intensas y apasionadas conversiones psicológicas de la clase trabajadora en referencia a la revolución.

Desde esa perspectiva, el recambio del personal político que se auto adjudica la representación de los intereses de la clase trabajadora en la lucha de clases, se torna absolutamente necesario a fuerza de que su no producción frustre una vez más una situación donde los trabajadores deben asumir el rol protagónico, dotando a la resistencia en sí, de un programa y la organización orgánica de la lucha en la construcción del poder obrero.

Las privaciones materiales que avanzan con paso acelerado sobre las masas obreras de la población no pueden ser entendidas de por sí como un movimiento de fuerzas elementales de las cuales se siguen consecuencias necesarias e irreductibles al ascenso de la lucha obrera. En realidad, las privaciones no son suficientes para explicar una resistencia orgánica de la clase en sí, porque de lo contrario las masas estarían en perpetua insurrección ante las muestras de barbarie y miseria que impone el capitalismo en

incapacidad definitivamente manifiesta del régimen crisis.

 Hoy es más que nunca necesario advertir que la incapacidad definitivamente manifiesta del régimen social capitalista que ha hecho intolerables esas privaciones tiene que estar acompañada por la propaganda y organización por métodos históricos de la clase trabajadora del programa socialista, con explicación razonada del objetivo prioritario de construir una nueva sociedad. Como lo indica Trotsky, “Habiendo tomado consciencia de su gran destino las masas muestran ser capaces de soportar privaciones dobles y triples.

“El proletariado produce armas, las transforma, levanta edificios en que se conservan, sirve en el ejército y crea todos sus equipos. No son candados ni murallas las que separan al proletariado de las armas, sino su hábito de sumisión, la hipnosis de la dominación de clases. Es suficiente destruir esas barreras psicológicas y ninguna muralla de piedra quedará en el camino. “(L. T. Historia de la Revolución Rusa)

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