Nuevo Curso

UNA REVOLUCION DESDE LOS TRABAJADORES CON LOS PIES SOBRE LA TIERRA DEBE  SUPERAR A LA FUERZA DE LOS CIELOS DERROTANDO A SU EMBAJADOR

Sobre la veracidad de lo que escribimos acerca de la necesidad de la revolución, ponemos por testigos a los revolucionarios que la construyen pacientemente en todas partes del mundo y en particular en este país, del que no hay que olvidar que fue construido por otros revolucionarios en su tiempo histórico, que hoy con su práctica nos enseñan lo inverso de los que gobiernan y los usan simplemente como personajes de una narración ficcional que solo opera como mercancía para sus intereses de propietarios.

 Esos otros revolucionarios, de armas literarias-periodísticas, jurídicas y de las otras , Moreno, Castelli, Belgrano, Alberdi, Sarmiento  son los que presencian a través del tiempo histórico, la agonía existencial y objetiva de su proyecto que reclama su superación dialéctica en manos de otros hombres y mujeres revolucionarios,  tan necesitados de emancipación como aquellos , pero desde otro lugar que es el que da la neo-esclavitud nacida de las entrañas mismas de aquella revolución de los jacobinos locales y su orden capitalista es decir , de aquel Estado nuevo que hoy en su ancianidad pretende la falsedad impertinente de noviar con la que es la joven belleza permanente de todos los oprimidos en lucha: la libertad .

 Sobre la veracidad de la revolución socialista, por la que militamos muchos que no salen en los medios ni piden votos, buscando terminar con un Estado y sus formas jurídicas de dominación, que existe luego de más de un siglo de aquella experiencia de aquellos otros revolucionarios , es decir, esa república democrática de las formas visibles y de los contenidos injustos, ocultos a cada paso de su trastabillante andar, con su sociedad de clase a cuestas.

Para esa tarea verdadera que es marcar en forma permanente la actualidad de la revolución social y su realidad en plano militante, fenómeno colectivo que tratan de ocultar y reprimir a cada paso, como diría  Jorge  Ricardo Masetti,  ponemos de testigo a los que han dejado los llantos y los ruegos a ese monstruo bíblico que es la institucionalidad burguesa y hoy luchan recogiendo las experiencias de los revolucionarios del siglo XX problemático y febril, desaparecidos , fusilados y encarcelados en el intento , que hoy golpean a la puerta, para indicarnos el camino del hombre  nuevo y alentarnos en la comprensión certera del chamuyo   vacío de los que confunden la militancia con los carnavales callejeros y el amontonamiento de grupos que manejan iguales formatos de quienes los dominan ,que piensan y hacen en gran parte para colocarse delante de la foto.

Golpean a la puerta nuestros revolucionarios del siglo XX, los de nuestra clase, anarquistas de las primeras décadas, obreros peronistas inventores de los caños, los muchos Che Guevara argentinos, tan argentinos y combatientes como él , los obreros y desocupados de todos los «azos», que lo hacen tal y como aquellos amigos mayores del barrio que nos venían a buscar para armar el partido en la calle o en el baldío, desafiando siempre a los que alardeaban de “mejores”, porque les faltaba alguno.

Por esto que resulta necesario y para ejemplificar su carácter imperativo de continuar en su irremediable permanencia la transformación revolucionaria de esta existencia alienante, no nos detenemos a describir la barbarie puntualmente conocida por todo el que la padece, sino a exhibir el resultado de una sociedad decadente a partir de quien visiblemente asume su jefatura perversamente orientada a satisfacer el interés de la burguesía dominante llamando a ponerle fin también con todas las armas .

 No le ladremos a la luna, lo realmente necesario es poner como testigo y exhibirlo como prueba de lo que debe dejar de ser la sociedad donde actualmente sobrevivimos a ese hombre que pone el rostro visible del Estado y su gobierno para demostrar su condición degradada de toda dignidad humana.

No es tiempo de llorar por sus ataques que ni siquiera le son propios ,sino ordenados por los que realmente gozan con el poder económico y la apropiación de toda riqueza. Es tiempo de organizarse, propagandizando la necesidad de la revolución social y construirla en su permanencia, sobre los cimientos firmes de la historia de la clase trabajadora y su vanguardia.

Es tiempo de darle al 1 de mayo su sentido de lucha socialista y de preparar la huelga general con una movilización previa generalizada para no dar a la dirigencia sindical la posibilidad calculada de dar un paso atrás en sus maniobras para el 9 de mayo. El Frente único de los trabajadores es la herramienta táctica para ese objetivo.

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