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LA OCASIÓN DE UNA CONVOCATORIA BUROCRATICA A LA HUELGA DEBE SER REEMPLAZADA POR LA POSIBILIDAD DE DESARROLLAR LUCHA OBRERA CONSTRUCTORA DEL CLASISMO Y EL PODER OBRERO CON PROGRAMA SOCIALISTA

Si algo puso en claro la conjunción de factores que se congregaron por el hecho objetivo de haber atravesado una pandemia, fue que por fuera de todos los intentos ideológicos que se nos derramaron por sobre nuestros cuerpos y nuestro entendimiento en plano consciente defenestrando al socialismo, su tesis principal relativa a que la actividad humana y la capacidad de su fuerza de trabajo es el factor que concurre conjuntamente con la naturaleza  para generar valor.

La burguesía dominante disfrazó rápidamente esa evidencia buscando afanosamente que el aporte humano a la producción no cesara aún a costa de la existencia misma de esos trabajadores. En ese objetivo emergio la distinción arbitraria que remite a tareas esenciales  y aquellas que se estiman que no lo son.

Sin embargo el calificativo de esencial respecto de una determinada actividad humana dejo ver sin objeciones que cuanto produce la fuerza de trabajo es un elemento vital de la economía sin el cual esta no puede funcionar en todas sus magnitudes , ni reproducir el capital realizando en dinero las mercancías.

Sin embargo, el retorno de la situación a sus causes anteriores a la pandemia y la vuelta a ciertos carriles de lo que   por convención social lleva el nombre de normalidad l, más temprano que tarde hizo que  los que otrora fueron esenciales, dejaran de serlo y  con nuevos pero conocidos disfraces ideológicos pasaron nuevamente a subordinarse a los propietarios de los medios de producción para con el tiempo, recibir, como  ocurre  en la actualidad ,la ofensiva ,más abierta y directa del poder burgués de la que se haya tomado registro , buscando reorganizar la sociedad sobre la base de  un renovado giro ascendente de la explotación y la opresión, lo que incluye en su desarrollo el desconocimiento unilateral por parte del Estado de’situaciones que favorecían la situación de los asalariados en la situación laboral en la que lo coloca el sistema .

 Dicho en otros términos, se acabaron las escenas de aplausos desde los balcones para pasar al dedo indicador de responsabilidad por la miseria creciente, centrado en lo que se vende ideológicamente como un alto costo de producción derivado de salarios elevados y condiciones de trabajo y de seguridad social que se consideran por la patronal como “privilegios”

.

Claro que esto no es gratuito para nadie, por la sencilla razón de que la regeneración de los términos reales de la situación de la clase obrera en la Argentina que  políticamente se busca  instalar sobre los cimientos de más de cuarenta años de Estado Constitucional de Derecho ,  sencillamente  desconoce la posibilidad concreta de limitaciones para la explotación de la fuerza de trabajo, en tanto opera sobre un escenario social de carestía, miseria y alta tasa de desocupación.

Todas las pautas declarativas de derechos subjetivos  que pudieron desarrollarse desde la lucha y la necesidad de un desarrollo industrial interno para ocupar a la población económicamente sobrante están condicionadas por la estabilidad y probidad de la estructura productiva basada en la propiedad privada de los medios para producir  , estabilidad social por consenso  y nula conflictividad, todos extremos que el Estado y el orden social capitalista ya no pueden garantizar a fuerza de tener que facilitar en favor de la burguesía la reproducción cotidiana del capital, máxime cuando el capital financiero cobra dentro de esa crisis particular autonomía y presiona para que se atiendan los compromisos contraídos con la emisión de multiples bonos que oportunamente ubicados en el mercado de las finanzas y cuyos rescates por vencimientos sucesivos apremian sobre el tesoro nacional..

De esta forma hoy las cosas se dan de un modo que genera un desplazamiento por desempleo gestado desde el propio Estado como empleador a la situación de población económicamente sobrante que impulsa a la baja los salarios y los despidos .

En ese contexto, toda la acción publicitaria desde el Estado y la burguesía de conjunto a través de sus empresas comunicacionles , más las operaciones en las redes antisociales apuntan a naturalizar lo existente e impugnar las acciones militantes que se determinan a raíz del conflicto de clase, que van desde la justificación  de las acciones represivas descargadas sobre la población que  se manifiesta en las calles hasta las que se dirigen a formar falsa conciencia en el trabajador en sí , por vía de amenazas y trabajos de vigilancia en los lugares de trabajo , buscando lograr la victoria frente a un planteo de huelga general consiguiendo que no se realice o no tenga alto acatamiento .

La adopción de una medida de fuerza que se encarne en la disputa de clases desde la disputa salarial y la fuente de empleo , es  presentada por el Estado y las patronales  como la afectación a la libertad de trabajo que tiene cualquier “ciudadano” por su consagración a través de la forma jurídica en lo que deviene como ley superior, conformada en  la constitución nacional a la que se le suma la libertad de circulación también consagrada en ese texto.

La burguesía con esto, deja en claro cual es su factor de cohesión política y social : la obtención de mayor plusvalor sobre la base de la intensificación de los ritmos de trabajo y la degradación del salario real por presión del desempleo , cierre de empresas y la ampliación del ejercito laboral de reserva de fuente de trabajo corporizado en la población sobrante ,

A esto se suma la extensión operada ya desde la pandemia del trabajo informal o de las situaciones de fraude laboral donde se disimula un empleo como autoemprendimiento en el que el propio trabajador al realizarlo se eutoexplota, en la creencia de ser independiente y autónomo.

En todo este ckuadro de situación , esta por la base la clara búsqueda de la burguesía de conjunto del consenso para  modificar la manera en que se reorienta el fenómeno  laboral cotidiano que tiene como sujeto a quien concurre a ese mercado a ofrecer la venta de su fuerza de trabajo.

En esa misma inteligencia y sin diferencias sustantivas  está la propia dirigencia de los sindicatos que  apelan a demandar en los conflictos existente la aplicación de la ley  que impone la conciliación obligatoria que le estaría dando la posibilidad de mayor margen de maniobra para cerrar un acuerdo que le garantice sus intereses por fuera de los reclamos de sus afiliados apremiados por la barbarie y la miseria

Dentro de ese escenario es que surge la iniciativa de un paro con pretensión de simple abandono de tareas ubicado en una fecha posterior al 1 de mayo y no anexo a este al que de ese modo se le resta su significación histórica de jornada de lucha contra la explotación asalariada  y abre la posibilidad de que a posteriori y antes de la mentada medida de fuerza esta sea retirada con el pretexto de haber conseguido algún favor salarial del Estado homologando algunos de los convenios colectivos que están en danza, con un incremento nominal que no compensa la degradación que ya ha sufrido el salario real con la perspectiva que los efectos de una economía recesiva y a la vez inflacionaria producen de modo inmediato sobre ese pretendido incremento , más el retorno del impuesto al salario.

De esta forma, lo existente no es una situación que pueda tener encuadre dentro del puro economicismo sindical y sus demandas innmediatas, sino que gira alrededor del carácter del Estado y las gestiones políticas del personal que la burguesía ha colocado dentro de esa institucionalidad. Estamos lisa y llanamente frente a un combate clase contra clase que se desarrolla de modo y  que la vanguardia debe comprender y transformar en instancias de lucha que le favorezcan en el  objetivo de terminar con este orden social ,  La dirigencia sindical, no es el sindicato sino su conducción institucional. Los trabajadores han gestado históricamente esas organizaciones y necesitan de acciones que superen ese poder dirigencial retomando en sus manos el poder de esas estructuras de lucha que potencian la condición de clase trabajadora en sí.

El desenvolvimiento de las próximas experiencias de lucha debe servir de gran espacio educativo para la clase por vía de su retorno a los métodos de lucha contra la patronal y el Estado y la recuperación de la definición clasista de la política obrera desenvuelta desde los sindicatos con mecanismos de democracia directa a su interior.  Es esta la vía de consolidación de la vanguardia obrera y la penetración genuina  de la propaganda socialista .

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