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LA BURGUESÍA BUSCA IMPONER LA REBELIÓN EN LA GRANJA.

La soberanía del vale todo, prima en la cultura que procura terminar de establecer la burguesía para avanzar en la reformulación de su dominación cultural de clase que sin entrar en crisis en sí , hoy se posiciona sobre otros sistemas de valores que son precisamente en su conjunto la negación de todo valor a partir de una construcción de lo justo basada en el utilitarismo y el individualismo extremo , que produce determinaciones de consciencia en amplios espectros de la población  , permeables a naturalizar un nuevo ciclo de acumulación capitalista. Se instituye la perdida de la honestidad con relación a la verdad, cuando esta es tan oscura hoy en día y las mentiras tan bien establecidas que a menos que amemos la verdad, jamás la reconoceremos.

Dicho de otra manera, el contexto cultural argentino, en plano de lucha de clases hace que en esta época la verdad “  no surja de la lucides del saber, en el sentido que lo postulaban los griegos, trascendiendo la doxa o simple opinión y radicándose en la episteme, sino que por el contrario, ha  quedado tan oscurecida que toma cuerpo con mayor visibilidad la utilidad de la mentira como herramienta formadora del falso concepto ideológico.

En nuestra vida cotidiana las experiencias desarrolladas con posterioridad  a la estructura cultural emergente e impuesta por la dictadura cívico-militar genocida que se hizo de la forma jurídico institucional del Estado , tomaron en particular por los presupuestos ideológicos que impuso la versión socialdemócrata del gobierno de Raúl Alfonsín, la construcción de acciones , relaciones y símbolos , todos expresados por un discurso procesado por el empleo de dos filtros. En primer lugar la proclamación del preámbulo de la Constitución Nacional y el programa político correlativo al Estado burgués de Derecho, con exaltación de una ilusión democrática que hacía las veces de panacea para todos los males , formalmente antagónica a lo experimentado en el período anterior con el Estatuto de Reorganización nacional, y un segundo y contemporáneo filtro que proyectaba en términos reales la continuidad jurídica esencial de aquel régimen , en particular en lo atinente a las regulaciones formales de la relación de trabajo, los paradigmas ideológicos del código civil y los represivos del Código Penal, estos últimos agravados en la administración de Néstor Kitchener por la irrupción de la ley Blumberg.

Es en ese desarrollo de la táctica del doble filtro cultural en donde anida a la caída de aquel otro andamiaje que implica la irrupción electoral de la libertad avanza como artífice de las nuevas necesidades del orden burgués en crisis. Vale decir es el método de construcción ideológica de falsa conciencia en sectores mayoritarios de la población el que tiene continuidad real, claro que modificando sus contenidos por agotamiento del consenso que le era otorgado a los anteriores paradigmas. Hoy tiene más fuerza salir de la inflación creada por el propio aparato político estatal y sus planes económicos que buscar algún apego convencional con las libertades y garantías propias de la protección del ser humano, actividad que lisa y llanamente a pasado a ser considerada un “curro” y por ende desfinanciada , a sabiendas que el dinero es la sabia de esas acciones propias de un estado “ benefactor”, haciendo que los sujetos de esos derechos que partían del reconocimiento de su condición de víctimas del desajuste propio del capitalismo pasen a ser hoy los imputados de la mayorías de los males y carencias que padecemos.

Si algo puede decirse de esta etapa de la lucha de clases que se pretende con signos restaurativos por parte de la burguesía es que

finalmente esta clase social apremiada por reproducir de modo permanente su dominación cultural ha cedido  a las presiones concretas y objetivas de la crisis en que se encuentra por estas tierras la reproducción del capital con el formato en que se venía desarrollando , que obligan a los sectores dominantes a un entramado de aparato cultural que le habilite con cierto consenso mayoritario para  arrojan por la ventana los grandes

ideales que alguna vez inscribieron en sus orgullosos preámbulos constitucionales. Hay, sin duda, una buena dosis de insinceridad e hipocresía si bajo ambos conceptos aludimos a esta realidad en que con fingimiento de cualidades o sentimientos se da un mundo de apariencias que denotan, situaciones contrarias a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

La Libertad Avanza , rostro visible del Poder Burgues y su aparato estatal , por vía de su institucionalidad jurídica propia a buscado refugio literario en  George Orwel   y su “Rebelión en la Granja”, conformando una representación ficticia de una sociedad que se anuncia a futuro de características negativas por su función esencial de reproductora de la alienación humana en el fetiche de la mercancía.

Dice Orwel   en su novela distópica , como si estuviera en carne propia padeciendo nuestro penoso existir que

…….“los Siete Mandamientos de la República de los Animales se modifican según el capricho y la conveniencia la clase dominante: los cerdosliderados por Napoleón. Así, en el momento inaugural, ningún animal tiene permiso para dormir en una cama, pero cuando los cerdos se apropian de una cama, el mandamiento muta y sólo se prohíbe dormir en camas “con sábanas”; cuando los cerdos se vuelven aficionados al whisky, la ley seca se transforma en nobeber “en exceso”; cuando Napoleón aplasta a sangre y fuego la rebelión dentro de la rebelión, el no matarás a otro animal se convierte en un no matarás “sin motivo”; hasta que en el clímax, los siete mandamientos devienen en la mera descripción de un estado de cosas: “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.

Si la utopía representa el proyecto de sociedad ideal que nos traerá la felicidad plena, la distopía representa la posibilidad real de que, en su choque con la realidad, esa sociedad supuestamente perfecta se transforme en un auténtico infierno, no hay entonces razones atendibles, para que los trabajadores no apostemos nuestro futuro a la construcción de un nuevo orden social con programa socialista por más que se nos ataque diciendo que eso significa un ningún lugar.

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