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Nuevo Curso

VENGAN DE A UNO

“No se trata de lo que directamente se imagine tal o cual proletario, o incluso el proletariado entero. Se trata de lo que es y de lo que históricamente se verá obligado a hacer por ese ser…”.Carlos Marx. La Sagrada Familia

El nuevo giro en la estrategia del poder burgués para reproducir su dominación de clase en nuestra sociedad,  le impone al personal de gobierno, los parlamentarios y los jueces un nuevo momento táctico tras haber logrado sin mayores trastornos en términos políticos, sortear las consecuencias materiales  de sus determinaciones en las masas trabajadoras con sus dos efectos primarios, baja del salario real e incremento de la desocupación en los sectores del área servicios del Estado y su réplica en las áreas industriales ligadas a la producción de mercancías que se realizan en el mercado interno, que fue aprovechada por las patronales para despojarse de contratos y personal que fue requerido en su momento y que ahora le resulta sobrante a la hora de diseñar los nuevos planes de producción o directamente los cierres lisos y llanos de establecimiento para mudar los capitales al mercado financiero y la timba de los bonos y el dólar en sus distintas variantes.

Ese giro tiene que ver con el uso de una forma específica de combate, que básicamente se centra en ubicar al oponente en aislamiento con relación al resto del tejido social, aún cuando ese resto también tenga demandas específicas contra ese poder de clase, sea dentro de su seno o como sector oprimido y explotado.

Dicho, en otros términos, el poder burgués trabaja desde el esquema de tomar de a uno a cada uno de esos sectores rescatando precisamente la especificidad de su reclamo sectorial haciendo que no encuentre su factor común con el de los demás siendo que es más que evidente que ese común denominador es el propio gobierno republicano.

Esa suerte de los espero de a uno, es además exacerbado con la formación de una agenda de gobierno que siempre incluye un conflicto secundario distractivo, siguiendo incluso el propio calendario de las “efemérides movilizante”. Vaya por ejemplo las semanas de puesta en crisis de la cifra de 30000 desaparecidos, o la particular visión del problema Malvinas, o el dictado de un DNU para lograr una ley programa donde se pretende contener a ese todo social que arbitrariamente se fragmenta. A ello se agrega el modo o la forma en que se instala esa agenda que oculta la sustancia opresiva y explotadora de ese programa de la burguesía, siempre sustentado sobre la provocación y el ataque con esa suerte de drones que implican en la lucha política las acciones virtuales en las redes y otros medios comunicacionales con su amplificación de la provocación.

Se suma a esa intervención , la colaboración impensada de la intervención kantiana moralista de los que se dicen socialistas, siempre dispuestos a colocar en las disputas distractivas el problema del “deber ser” y de la eticidad de los operadores políticos de la burguesía y sus actos de poder a partir de denunciar que “no cumplen lo que dijeron en la campaña” o “indicar que falta a la palabra porque en lugar de atacar a la casta ataca a trabajadores y jubilados “ sin percibir que si se tratara de cumplir el ruido de la campaña electoral ellos estarían fijando con el gobierno ese deber ser centrado en ese aspecto de la cuestión . Habría que preguntarse ¿si los cuadros políticos de la burguesía efectivamente atacaran a la casta, sus acciones serían válidas? Y si lo fueran ¿por qué fueron materia de oposición en esa farsa electoral? ¿Si Milei no hace lo que dijo en campaña, entonces lo que decía es la medida de sus acciones?

 Por fuera de la ética kantiana , alejándonos de los imperativos categóricos que en modo abstracto nutren el pensamiento y la acción reformista de lo que se presenta como la izquierda política del régimen burgués, emerge la necesidad de advertir que la clase dominante y sus operadores políticos encargados de la gestión del Estado,  bordan un mundo al revés, buscando inducir comportamientos de rebaño que tienen en todos los casos la misma construcción servil de la dominación de clase según la cual, no hay amo sin esclavo; el amo necesita del esclavo para afirmar su libertad y justificar su condición de amo; el esclavo acepta su condición en forma transitoria para evitar su desaparición física que es el mal mayor.

Vistas las cosas de ese modo y no desde el juicio moral de lo bueno o lo malo, se trata de comprender la historia como vivencia existencial colectiva, reproduciendo una situación emergente de la relación capital-trabajo, que hace las veces de en una concepción integral de la sociedad y de la confrontación de los sectores que la componen. Eso da un enfoque político a lo que actualmente nos sucede y donde se libra la lucha de clases por el poder y su resultante como ejercicio del mismo en el Estado.

Esto último implica necesariamente que los hechos caóticos en que nos encontramos deben ser vistos no solo como realidades objetivas, sino desde el espacio real de como lo traducen en plano de conciencia vivida de los principales protagonistas de esta existencia. Ello porque lo importante más que los hechos tomados como eventos aislados es encontrar su racionalidad desde el proceso histórico abierto desde mediados de 1975 a la fecha, que los rigen y explican y se reflejan en las instituciones que le dieron forma jurídica para lograr a través de ellas el imperio o posibilidad de castigo frente a su incumplimiento u objeción.

En lo inmediato el gobierno  posicionado como amo institucional, ubica el escenario de la confrontación social, sesgándola y fragmentándola  en el desfinanciamiento de la Universidad, a la espera de  la reacción necesaria de la comunidad universitaria que aceptando su servidumbre , por verse ante la real imposibilidad de reproducir su existencia con los parámetros culturales que le acompañaron sin grandes alteraciones desde el advenimiento de las ilusiones democráticas con el régimen de restauración de la república burguesa con forma de gobierno democrática representativa, solo atina a producir una marcha callejera buscando encontrar apoyo generalizado en la sociedad a la que durante mucho tiempo, casi el mismo que señalamos para el anterior período político, le dio la espalda, concentrada en sus conciliábulos y maniobras de las distintas parroquias gestadas y construidas en su interior en cualquiera de los espacios de que se trate, es decir , alumnos, graduados, docentes o no docentes.

En la misma lógica se ubica la dirigencia sindical, que viendo amenazada sus vertientes materiales, es decir sus negocios específicos y de su institucionalidad, para preservarlos declara un paro a distancia , mientras como siervo del Estado en última instancia en tanto sus negocios son de relaciones económicas con ese aparato del poder burgués busca preservarse para un mejor momento aceptando la reformulación legal de la relación capital – trabajo que necesariamente implicará mayor explotación por vía del trabajo informal, los fraudes laborales, y la inestabilidad del empleo como norma general condicionante de la capacidad de lucha del trabajador.

En definitiva , lo que nos interesa poner a consideración de la vanguardia de la clase trabajadora en lucha buscando que desde ella se propagandice a la clase de conjunto, a la clase en sí , es que el poder burgués por vía de su personal político sin diferencias sustantiva, busca  lograr rápidamente una «detonación controlada» de los conflictos existentes parcializándolos por sus especificidades  a fin de  instaurar ante la crisis una reformulación de la manera de acumular en beneficio de los grupos económicos concentrados que monopolizan la producción y comercialización de las mercancías .

Esta táctica de agendar, producir y afrontar con las armas del capital, los conflictos sociales por sectores con la complicidad de la propia dirigencia de esos sectores, implica además la reproducción ampliada de la usura que es la esencia vital del capital financiero deseoso de amplificar y percibir las divisas del endeudamiento interno y externo asumido por el Estado.

El poder burgués se nutre de la extrema gama de recursos ideológicos constructores de falsa conciencia, que nacen de su personal político para dolarizar y eliminar al Banco Central como ente rector de la política monetaria del país que es el requerimiento que le impone la propia crisis de reproducción del capital en las particulares características que asume la estructura económica de nuestro país.

La dolarización de materializarse colocara un chaleco de fuerza a las pretensiones salariales de las organizaciones sindicales congelando una brutal regresión de los ingresos que se ha operado por vía del estancamiento económico, la devaluación y la inflación.

Por otra parte, este objetivo estratégico del poder burgués, también define por fuera de todo circuito electoral, el reparto local del poder político y económico en tanto significa una manera diversa de apropiación del excedente productivo, ganancias, rentas e ingresos de la población por parte de distintas fracciones del capital local e internacional.

Por último, y teniendo presente que el dinero es la expresión sintética del poder en tanto su posesión es la condición de existencia estructural de un conjunto mayoritario de seres humanos, hay que resaltar su rol funcional en esta coyuntura para la consolidación de la relación de servidumbre que necesita imponer la burguesía de conjunto para superar su propia crisis. La maniobra que se construye desde la difusión de los índices de inflación, instalando la creencia en la población que los guarismos ceden en proyección temporal y que esto es en gran medida por las medidas del gobierno. Nada de eso es real. Nada de eso tiene asidero, pero lo central es que, por lo ya realizado, que no fue limitar sino impulsar la inflación se produjo un redimensionamiento regresivo de los ingresos, particularmente descargado sobre la clase trabajadora. Esto incorporó en el plano de las representaciones que se hacen las masas una fuerte incertidumbre estructural que agrede la posibilidad de construir una política obrera sobre la consideración de elementos estables y sumerge a los trabajadores en situaciones cambiantes y a veces contradictorias por la necesidad de permanecer en el empleo en tanto su única forma de ingresos para la sobrevivencia.

La vanguardia obrera militante, necesita hacer suya la táctica de combate social desarrollada por los revolucionarios socialistas del FRENTE UNICO. Es esa la herramienta de lucha que requiere de su propaganda en las masas obreras cualquiera fuera su preferencia política.

La superación del servilismo que nos impone la reproducción del capital con procesos de acumulación marcados por la barbarie y la miseria implica de manera necesaria una revolución, no solo política, sino también cultural.  Es ese el objetivo estratégico de toda táctica que implemente la vanguardia de trabajadores en lucha, su materialización significa un puente organizativo para su concreción histórica en los hechos.

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