En 2011 Aníbal Fernández sentaba las bases para la conformación de una coalición electoral de partidos trotskistas. Fue el establecimiento de las elecciones primarias (las PASO) y su piso del 1,5%, loque obligó al PTS, al PO y a IS a conformar el FIT.

Los objetivos no explícitos se inscribieron en la certeza dirigente que para ocupar un espacio hay que saber apoyarse en las ilusiones democráticas de las masas y para esto hace falta un programa radical pequeñoburgués. Así lo sostuvieron por período prolongado ignorando que la clase trabajadora no ponía su pensamiento y su existencia concreta en ese contexto abstracto imaginado por la cooperativa electoral . Es así que el desarrollo dialéctico de las contradicciones propias del capitalismo en crisis y las presiones del endeudamiento pronunciado con el capital financiero y sus organismos internacionales le develaron a esa misma pequeña burguesía que había que hacer conscientes las carencias emergentes y centrar el problema en garantizar un estándar social por fuera de las contradicciones que se pudieran marcar en el orden de derechos individuales y libertades, comprando inmediatamente el chivo emisario que le predispuso el poder burgués en el piquetero planero.

Haciendo eje de militancia en la concertación social ,como abogados autoconvocados de los “ planeros “  la cooperativa vio posible adquirir desde sus trasnochadas pretensiones la hegemonía sobre la población sobrante con planteos de impugnación al gobierno y no al modelo de acumulación burguesa, y  en lugar de propender a la superación de su situación de desplazados de la producción formal buscaron “asegurar” lo dado, que al menos “alcanzaba para tirar”, mientras se aseguraban un aparato de movilización cada vez más aceitado en su movilidad pero flacamente preparado para la represión real de los agrupados en las agencias de represión del Estado.

Lo cierto que este atajo propuesto desde la lógica de lo posible le llevó a la cooperativa a un pasaje sin salida, que es en el que se encuentran y en el que cayeron ante los resultados electorales que instituyeron  bajo amparo legal la ofensiva generalizada de la burguesía.

La absoluta carencia de vocación de poder del hoy FIT-U,  en la actualidad, no hace más que darle una mano al intento de resurrección del kirchnerismo, cuando debiera convertirse en el sepulturero que le dé la última palada de tierra. Hoy la izquierda se encuentra sin identidad propia,

Los efectos visibles dejan ver a la Dra. M.Bregman gritando a la luna y a Bebiloni refregándose los ojos víctima de los gases estatales y se traducen en que: bajan los símbolos , defienden la cooperativa electoral  , SE ABRAZAN CON EL REFORMISMO Y LE DICEN ADIOS A LA REVOLUCIÓN SOCIAL.

Sin embargo  :

• abandonan la consigna de poder “democracia obrera”, por la más “potable”  “ Gobierno de trabajadores”;

• abandonan la táctica del Frente UNICO Revolucionario por la del “frente electoral de izquierda”;

•  abandonar la construcción de la Cuarta Internacional por la más difusa y centrista de  “una internacional revolucionaria”;

• Abandonan el trabajo sindical revolucionario y clasista por la adaptación al “pluralismo sindical” de los “frentes antiburocráticos

Habrá que recordar que :

“ cuando la dura realidad de los hechos disipo la embriagues de su ceguera esta forma de socialismo degeneró en un marasmo lamentable, el de las mañanas de resaca” (El Manifiesto Comunista ,pag 46)                                                                                 

Hay dos problemas en el escenario inmediato de la actividad militante de la vanguardia obrera. El primero y de resolución ineludible es hacer lo necesario para que habiten en la clase obrera y desembarazar a esta de los elementos  que o quieren la lucha con objetivos revolucionarios  y que ocultan bajo ciertas teorías generales, su deseo de no combatir sino de buscar un acuerdo con la burguesía.

En segundo espacio hay que informar y conversar pacientemente con los trabajadores “en sí” respecto a una cuestión esencial: la transformación revolucionaria de la sociedad, no vendrá ni caerá de los cielos, por lo que hay que aprender y organizar el arte de la lucha. Tal como lo señalaba Trotsky la lucha revolucionaria por el poder obrero , tiene sus leyes , sus medios, su táctica y su estrategia , quién ignora este arte jamás conocerá la victoria.

La IV Internacional, de ningún modo aspira a transformarse en un refugio de inválidos revolucionarios, burócratas y arribistas decepcionados. Por el contrario, contra la afluencia a nuestras filas de los elementos pequeño-burgueses que dominan en los aparatos dirigentes de las viejas organizaciones, es preciso adoptar las más estrictas medidas preventivas…… En la IV Internacional no hay lugar para el arribismo, cáncer de las viejas internacionales. Sólo encontrarán cabida en nuestras filas aquellos que quieran vivir para el movimiento y no a expensas del mismo.…….Las puertas de la organización están completamente abiertas para los obreros revolucionarios, que son quienes deben sentirse dueños de la misma.» ( Programa de transición para la revolución socialista pag.78)

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