Los escritos de Karl Marx proporcionan una base teórica para la lucha de la clase obrera determinada finalmente hacia una forma superadora del orden social capitalista cuando este potencia de manera negativa sus propias contradicciones.
Esa estructura teórica nacida de la propia experiencia de la lucha de clases contemporánea a su generador ha sido posteriormente desarrollada y enriquecida por la experiencia histórica de la propia clase obrera, que no han hecho otra cosa que confirmar que el trazo fundamental sigue siendo una herramienta de conocimiento y praxis-
Es este hecho el que explica los constantes y amargos ataques a todos los aspectos del marxismo llevados a cabo por todo tipo de defensores del orden social existente – desde los conservadores hasta los reformistas pequeñoburgueses, desde el sacerdote jesuita hasta el profesor universitario.
Por la furia misma de estos ataques, así como por el hecho de que han de mantenerse de forma continua pese a que cada uno de los expertos de turno presuma siempre de haber “eliminado finalmente” a Marx, es posible sacar dos conclusiones preliminares
los textos de Marx son en términos teóricos un desafío para las premisas fundantes del orden social capitalista pues desnudan en sí mismo el carácter ideológico que ellas tienen en orden a la formación de falsa conciencia , y a la vez , el acercamiento objetivo a la verdad que tienen las afirmaciones críticas desarrolladas a modo de síntesis en El Capital .
En segundo orden, debe destacarse que los textos de Marx, lejos de desaparecer se mantienen en el terreno, especialmente entre aquellos para los que fue escrito y difundido, es decir, las capas activas del movimiento obrero, donde un número creciente de trabajadores, bajo el impacto de la crisis del capitalismo.
Esto ocurre en gran medida por lo que el propio Jean Paul Sartre señalo cuando indico en Crítica de la Razón Dialéctica que no hay más que una filosofía “viva” por época histórica. A partir de este correlato entre historia filosofía, esta última ha recorrido tres etapas: una
inicial representada por las filosofías de Descartes y Locke; una segunda cuyos mayores exponentes son Kant y Hegel y una tercera vigente que es la que reconoce los textos de Marx.
La primera representaba a la burguesía de comerciantes y banqueros, la segunda a la burguesía industrial, la tercera al proletariado como clase social emergente.
Dice Sartre en ese texto citado , que «En primer lugar (la filosofía) es cierta manera de tomar conciencia de sí de la clase ascendente; y esta conciencia puede ser neta
o confusa, indirecta o directa: en los tiempos de la nobleza de toga del capitalismo mercantil, una burguesía de juristas, de comerciantes y de banqueros, algo captó de sí mismos a través del cartesianismo; siglo y medio después, en la fase primitiva de la industrialización, una burguesía de fabricantes, de ingenieros y de sabios se descubrió oscuramente en la imagen del hombre universal que le proponía el kantismo.»
Ahora bien, tanto Descartes como Locke y tanto Kant como Hegel fueron superados ya que los momentos históricos de los cuales surgieron fueron efectivamente superados. No así los textos de Marx porque, las condiciones que lo engendraron no han sido superadas.
“En la medida en que sigue habiendo clases sociales, explotación y el capitalismo es el sistema de producción imperante, el marxismo no ha sido superado. El marxismo es, entonces, el único sistema filosófico que puede dar cuenta de la realidad y operar sobre ella
en beneficio de la clase ascendente.”
La filosofía es entonces un saber totalizador, sistematizado y sistematizador, de una época histórica y de una clase social determinada. La no superación de las condiciones históricas que originaron al marxismo, hacen que sus tesis esenciales también sean, por el momento, insuperables.
Sartre dice al respecto: “una pretendida superación del marxismo no pasará de ser en el peor de los casos más que una vuelta al premarxismo, y en el mejor, el redescubrimiento contenido en la idea que se pretende superar”.
Los textos de Marx le proporcionan al trabajador un método de conocimiento, necesario para conducirlo a través del laberinto confuso de los acontecimientos, de los complejos procesos de la sociedad en lucha de clases, de la política. Son sus páginas la herramienta apta para el trabajado supere la ignorancia en la que lo ubica el capital.
Los trabajadores no pueden delegar el saber en monopolio de la clase dominante, cualquier manera por la cual acceder a estas herramientas y ponerlas por definición metodológica en el laboratorio real de la existencia en lucha contra el capital es el camino pertinente para la transformación de la sociedad en decadencia del capital en nueva sociedad, nuevos hombres con horizonte comunista.
Para los que rechazan esta perspectiva aludiendo a la complejidad de los textos , habrá que recordarles una cuestión objetiva indicada por la historia misma de la vida de Marx: era para los trabajadores para quienes escribía, no para estudiantes y personas de clase media «inteligentes». Son prueba directa de esta afirmación , el texto publicado como Salario , precio y ganancia, que no es otra cosa que una charla que Marx dio ante un nutrido grupo de obreros, y más aún el texto del Manifiesto Comunista, específicamente hecho a pedido de los propios trabajadores de la vanguardia en lucha.
Por las propias y peculiares características de la existencia obrera , todo trabajador que esté activo en los sindicatos o en un partido obrero sabe que nada vale la pena si no se alcanza con cierto grado de lucha y sacrificio. Es a los activistas del movimiento obrero actual y real a quienes apuntamos con este recordatorio.
En las señales que deja la historia se deja ver que todas las clases explotadoras y opresoras,tratan de justificar moralmente su dominio de clase al presentarlo como la forma más alta, más natural del desarrollo social, ocultando deliberadamente el sistema de explotación, disfrazando y distorsionando la verdad. La clase capitalista actual, a través de sus mercenarios profesionales y seguidores, ha minuciosamente desarrollado toda una nueva filosofía y moral para justificar su posición dominante en la sociedad.
Una de las particularidades que posicionan a los trabajadores conscientes como el sujeto protagonista de la revolución emancipadora del orden burgués y la alienación mercantil impuesta por el capital, es que la clase obrera, no tiene por definición , ningún interés material en distorsionar la verdad, y se da por tarea poner al descubierto las realidades del capitalismo taponadas obsesivamente con ideología con el fin de preparar conscientemente su emancipación. El objetivo es abolir el capitalismo y con ello las diferencias de clase y los privilegios. Para esto además de la lucha, se requiere en forma combinada con ella, que en términos teóricos se rechace en toda la línea el punto de vista de los capitalistas, por el camino de la comprensión autónoma de los fenómenos con empleo consciente del método marxista.
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