Misiones expone con el esfuerzo de los que luchan en las calles, cuestiones relacionadas directamente con la situación pre-revolucionaria en la que transitamos dentro de la lucha de clases, en particular el problema de la organización política revolucionaria, el rol del partido y la relación entre la vanguardia y el movimiento de las masas trabajadoras en sí.

• La lucha de calles en esta provincia y los diferentes niveles de resistencia callejera que se materializan en nuestro tiempo , vuelven a poner en el centro el problema de la revolución como definición estratégica que debe construirse de esas confrontaciones materiales con el capital.
•  Las estructuras de organizaciones políticas con habilitación legal electoral  que se ubican en el auto proclamado espacio de “la izquierda” son incompatibles con este fenómeno por su vocación reformista y parlamentaria y la objetiva constatación de que su ciclo ha culminado al ser desplazadas por las masas de trabajadores aún en el específico espacio del electoralismo donde su fracaso fue rotundo y tras ello , su exposición parlamentaria desnudó su esterilidad a la hora de poner obstáculos significativos a la avanzada de la burguesía y tender puentes con explotados y oprimidos con sus consignas y su simple negación de lo pergeñado por la estrategia del poder burgués. Misiones pone en evidencia estas carencias en lo dado y la necesidad de  nuevas propuestas políticas que combinen la recuperación de tradiciones del marxismo y las experiencias revolucionarias pasadas, con la decisión de llevar
• adelante una intervención concreta, inmediata y coherente con su marco espaciotemporal evitando la atadura con definiciones que   ya no son operativas.

La realidad impone de manera prioritaria la defensa del clasismo  entendido como independencia política de la clase trabajadora no contrapuesta con la vinculación con el resto del pueblo oprimido con insistencia en el rol central de los organismos autónomos de las masas trabajadoras.

Misiones deja abierta además la tendencia recurrente de la experiencia de todas las luchas de una propuesta de una intervención militar ligada al proceso de masas.

 En todo esto destacamos que la base de todo el fenómeno social actual es establecer  una concepción fundamental que permanece oculta y omitida de exprofeso en todas las acciones militantes de la izquierda del régimen  : la revolución en Argentina no se derivaba de la pura ratificación de una línea histórica ya definida, sino de la conformación de una estrategia específica, reconocida a partir de las condiciones concretas del país

Se tornan necesarios tres niveles de articulación en la lucha en curso dentro del conflicto social abierto y directo de clase contra clase del que es una nueva expresión la situación en Misiones.

En primer lugar, debe quedar en claro que toda acción frentista debe girar y está delimitada en función de una orientación revolucionaria y socialista, en claro debate con el perfil de frente popular que propone la izquierda del régimen que no abandona el seguidismo acrítico a los restos de los sectores pequeñoburgueses instalados de modo artificial dentro de la elaboración de un nuevo relato peronista superador del fracaso kirchnerista y grupos satelitales.

El “frente único” como espacio de unidad de acción por reivindicaciones mínimas y democráticas es la herramienta a defender y construir dentro de las masas trabajadoras entendidas como clase trabajadora en sí. Para viabilizarlo , son fundamentales    los “comités de resistencia” o como quiera designarse a esos ámbitos concretos donde se expresa esa unidad de  los trabajadores de forma práctica y focalizada

Por lo demás es definitorio llevar el debate dentro de la militancia en lucha de la necesidad para una organización o partido que pretenda jugar un rol de vanguardia, de contar con una capacidad de acción de fuerza  propia ya que la lucha lleva a un corrimiento de las acciones represivas del poder burgués que implica su intensificación , y hace que el  problema implique otro elemento que “es el de la participación de  una clase en la lucha por el poder que incluye  de modo necesario su organización militar autónoma. Hasta cuando un corte de ruta o una toma de fábrica puede ser respaldada únicamente con el cuerpo de los propios trabajadores sin que estos puedan potenciar su capacidad de resistencia.

La dirección práctica de ese fenómeno son  las expresiones violentas de la lucha de masas de los trabajadores,  en las que   solo la clase trabajadora es apta para desarrollar  ese nivel de lucha a través de su experiencia concreta y directa y no puede ser sustituida en esa emergencia por expresiones de la pequeña burguesía empobrecida.  

NUEVO CURSO