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Nuevo Curso

UN HILO CONDUCTOR IMPERCEPTIBLE . QUE NO SE ROMPA Y SIGA TEJIENDO

Muchas veces la dominación cultural que ejerce una clase sobre otra, como ocurre en la sociedad que se conforma con los designios burgueses del orden social capitalista y sus estructuras jurídicas abstractas, le ha impedido a una generación tomar contacto en plano de fusión con la generación que le precede. Eso no les resulta fácil cuando el contexto de clase prevalece entre los que están y los que vienen, todos ellos marcados por ese hilo invisible que tejen las cotidianeidades compartidas y el deseo de futuro dibujado en los hechos ya plantados y protagonizados por los anteriores y los que solo son una expectativa. Hay que buscar en ese particular mecanismo de trasvasamiento una suerte de labor inconsciente de defensa  que no tiene dirigentes y ni dirigidos . Uno de eso lugares de encuentro se establecieron en Córdoba entre La Leo y el cuarteto que le ganó incluso a la dictadura del genocida general Menendez  , con La Mona tirando volantes desde un avioneta para hacerse publicidad porque no se le permitía otro medio, sabiendo que , como luego dijo su compañera ante las cámaras de un canal “todos los fines de semana, en el tiempo de la dictadura, se lo llevaban preso”

Cada 4 de junio Córdoba celebra en la provincia el Día del Cuarteto. La fecha es en homenaje a la primera transmisión del Cuarteto Característico Leo por radio en 1943.

 Casi al pasar , buscando  en las redes otras cuestiones afligentes, me di con la foto que ilustra este texto. Pensé entonces en ese hilo conductor. Medité en torno a tanta gente con una misma música que evoluciona desde sí , como si estuviera dando el ejemplo de cuanto le toca a la clase trabajadora desde la propia relación de trabajo hacia una nueva sociedad con un nuevo hombre liberado de toda atadura.

Dejo de pensar, es el recuerdo borroso pero que adquiere claridad con los años transcurridos, como nos suele pasar a los viejos que de pronto sabemos más de antaño que de lo inmediato anterior. Es así que como en la pantalla del cine Mayo o en Odeón o el General Paz emerge en mi ilusorio pensamiento, La radio clavada en LV2. Mi vieja como siempre laburando, pilas de todo para planchar . Mi abuela como siempre haciendo algo para comer con cuatro pesos . El abuelo después de venir del taller del ferrocarril, arreglando cosas rotas, los tres escuchando LA LEO. Andando por lo bajo de la mesa grande de la cocina, ese es mi recuerdo más sentido. El locutor después del tema tiraba la lista de donde iban a tocar .

Gracias Córdoba por haberme dejado en mi interior esa música de fondo de mi propia infancia y sentirla aún hoy, lejos de sus calles y tus epopeyas de clase, pero tan unida por ese hilo conductor imperceptible.

Daniel Papalardo