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EL CEREBRO DE LA PASION Y LA PLAZA DEL 12 DE JUNIO

Hoy,12 de junio 2024, es una jornada de conflicto social abierto y directo. Al menos las señales de los días previos dan cuenta de aprestos protocolares de las fuerzas represivas montadas por la ministra de seguridad, y de movilización física al sitio donde el pueblo ha de concurrir a congregarse, que no es otro que las inmediaciones del edificio del Congreso Nacional donde su cámara de Senadores a la par, se reunirá para cesionar en el tratamiento de ley, del proyecto “bases” que tiene media sanción de la Cámara de Diputados.

También en días anteriores se pudo ver y oír gestualidades y pirotécnica verbal entre sectores, en paralelo a la propaganda política de las organizaciones que convocan a la plaza. Estas últimas en significativa proporción con un discurso de todo o nada que no se compadece con su postura concreta ante el fenómeno que solo se concentra en un NO al proyecto, extremo con el que ningún explotado y oprimido de esta sociedad de clases puede estar en disidencia. Sin embargo, la pregunta es la siguiente. ¿ De triunfar el NO , como sigue la existencia cotidiana al día siguiente? Es el mismo interrogante que se hace por la burguesía cuando los trabajadores decretan un paro general y avanza sobre los sectores más débiles de la clase obrera indicándole que hacen la huelga solo para perder la paga del día y así quebrar la mayoría de la medida de fuerza.

Sin embargo, puede afirmarse con grado de certeza, dado por la evidencia que aporta lo constatable y objetivo que hay en la situación que hoy los trabajadores en la calle ponen de manifiesto . Existe un fenómeno en curso que deja plantead la relación entre la teoría y la práctica que manifiesta a su interior una tendencia significativa hacia la ruptura entre ambos extremos que hasta hoy de manera dificultosa se muestran en forma conjunta.

El elenco de operadores políticos y periodísticos que entra y sale de las funciones estatales gubernamentales en el contexto de una suerte de esbozo de una revolución inversa engendrada al interior de la burguesía dominante , brega por la sustancia y debate por las formas, de un nuevo modelo político hábil para facilitar la reproducción del capital y su orden social que objetivamente exhibe dificultades para permanecer en su dominación .
Esto implica al materializarse la teoría en la práctica, es decir , en acciones concretas de gobierno , como lo ejemplifica el DNU, que un segmento de la productividad que tenía existencia en el modelo vencido en la compulsa electoral exhiba la caída de la productividad y pierda sus bases materiales de existencia en tanto no puede concretar la apropiación de beneficio o rentabilidad alguna por sí mismo sin el auxilio de las estructuras estatales.
De esta caída en término de productividad y materialidad, emerge un contexto social que es de su entorno y que en gran parte fue generado por ese espacio de la productividad donde el trabajo regular tiene dificultades por sí para generar el valor suficiente como para realizarse y habilitar su reproducción, por diseño del proyecto político en desarrollo que busca forma jurídica en la ley bases ,
Ese espacio de la estructura económica pasa a ser en los hechos frente al retiro de las políticas públicas en terreno de especulación del capital financiero a partir de que las actividades estatales concentradas en subsidios al sector se retiran de la escena y se reconvierten por vía de tercerizaciones o triangulaciones como ha dejado ver el problema generado en el Ministerio de Capital Humano. El otro aspecto del mismo conflicto en sí, es la caída del empleo público toda vez que esas áreas de la estructura productiva a las que se le retira el subsidio no requieren de infraestructura estatal que les de soporte desde los servicios o la institucionalidad necesaria para su funcionamiento.
Lo propio ocurre en el área educativa y las relaciones que la burguesía de conjunto tiene a través del Estado nacional con las fracciones de las burguesías ligadas a las economías provinciales . Es decir, las relaciones contenidas en los vínculos productivos que introduce la producción del negocio agropecuario o el minero, muchas de ellas ligadas al trabajo asalariado que oculta una relación de cuasi esclavitud, o el empleo público provincial que en termino objetivo encubre un subsidio a la desocupación, todos ellos funcionales a la apropiación de valor por la burguesía agraria o el extractivismo montado por la penetración imperial del capital financiero internacional.

De esta forma, lo que hoy vemos es la presentación en términos de realidad de toda la institucionalidad del orden burgués dominante y la política que se genera desde este polo, buscando la forma jurídica necesaria para parir una nueva versión de la acumulación de capital que busca tener por el marco legal, un consenso formal basado en la valides del dictado de la norma y un acompañamiento por un término más o menos prudencial de las fuerzas políticas necesarias para llevarlo adelante conociendo sus efectos de barbarie sobre explotados y oprimidos.
Quienes ocupan la calle , separados de manera visible y sensible por fuerzas represiva parapetadas previamente en el lugar son los excluidos del modelo que es el contenido del proceso social en curso , aunque muchos de los que allí se ubican , vociferen con el uso del “lenguaje inclusivo”, sin advertir que lo que incluye no es el lenguaje sino la realidad emergentes de las relaciones sociales de producción concretas y en desarrollo. Muchos también están bregando por entrar de algún modo en ese diseño político burgués del que damos referencia .
Muchos buscan estar “en agenda” siendo que la única agenda prioritaria es fijar el programa de gobierno por vía de la forma jurídica normativa, para lograr consenso institucional a una política económica que permita la reproducción del capital con beneficio esencial para el capital financiero concentrado en la realización de negocios que implican mayor explotación , preservación de la renta agraria y mayor extractivismo.
Es sensible en la mayoría de los que ocupan la calle la ausencia de un programa y la carencia de toda existencia en modo de construcción militante y organizativa de una política de clase .Lo que se aprecia es adherencia o ilusiones hacia parámetros políticos que nacen de los grupos perjudicados por el modelo burgués dentro de ese propio bloque en particular por el retiro de la política de subsidios o negocios con la obra pública que venía siendo la base del modelo derrotado en las elecciones del 2023.

Desde esta perspectiva, en posible advertir que el único punto de acuerdo de los manifestantes es su mayoritaria condición de víctima de los artículos que se votan en el inmueble que esta a su vista, que ya han sido aprobados por “los representantes del pueblo “ que lo hicieron porque “el pueblo no delibera ni gobierna” sino por medio de esos diputados previamente electos según reza la constitución nacional.
Hasta aquí cuanto se ha hecho con la movilización y ocupación de calles es la elemental resistencia a una acción de la política burguesa de conjunto, es decir se ha reaccionado depositándonos estáticamente en la mera negación. Nada de lo que se dice supera la crítica y precisamente ahí es donde está el límite autoimpuesto a la lucha por sus voceros.

Carlos Marx, frente a este tipo de encrucijadas, abogó en todo momento por la conexión necesaria entre teoría y práctica y nunca por su fractura. En ese sentido, nos dio una herramienta conceptual que debe ser considerada por todos los trabajadores que estamos en lucha , para salir de este empantanamiento ideológico que no puede ser superado por “la cantidad” de manifestante o las políticas de diseño de la lucha dictada desde los aparatos que conducen las organizaciones en lucha.
Sostiene Marx en ese sentido que :
“…Cuando la crítica lucha contra el estado de cosas,la crítica no es la pasión del cerebro, sino el cerebro de la pasión. Su objetivo es su enemigo al que desea , no refutar sino aniquilar”…Se trata de describir una sorda presión que ejercen las clases dominantes de conjunto dentro del marco del sistema capitalista, que viviendo de la conservación de todas las bajezas, de por sí , no es más que la bajeza del poder “ ( Introducción para la Crítica de la filosofía del derecho)

Los trabajadores nos expresamos en la lucha. Pero esa predisposición activa en el conflicto de clases que preside la existencia del orden capitalista, debe concretarse en teoría y programa socialista que de orientación a la tarea organizativa de la vanguardia en una definición de su política obrera desde donde exhibir que no son las reformas o las continuidades de un orden social disfrazadas de declaraciones de derechos las que superan la barbarie capitalista porque ellas son funcionales a ese resultado. Solo la construcción revolucionaria de poder obrero y programa socialista dan la crítica de la crítica a las condiciones de hambre y miseria que cotidianamente construye la agenda del capitalismo sobre nuestros cuerpos. Independientemente del resultado de la votación, la lucha debe seguir hasta derrotar todas las políticas del Gobierno que atacan las condiciones de vida y de trabajo de la mayoría, hundiendo en la miseria nuestra existencia. Esa derrota no tiene otra forma superadora que el poder obrero y la construcción desde sus organismos del programa socialista.
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