Hace ya un tiempo, en una entrevista en A24, la diputada del PTS, Myriam Bregman, acusó a la diputada Silvia Lospennato, del PRO, por «decirse feminista y votar en contra de que las mujeres se jubilen». Esa crítica, borró del discurso de la entonces diputada, que Lospennato, , hizo campaña por el voto a favor de la ley de Paridad de Género y luego hizo lo propio respecto , de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. En lo borrado y omitido está que lo hoy impugnada , fue ungida como “sorora” por Bregman, Del Pla y por cuanta representante del FIT-U tomara un micrófono.
De ambas circunstancias quedo en evidencia un aspecto objetivo de la cuestión y es que Lospennato aún cuando se hermanaba con las mujeres del FITU, nunca abandonó su defensa de la explotación capitalista dejando en claro que está no se intercambia bajo los objetivos del feminismo.
Hace menos tiempo, la vicepresidenta de la nación , desempató en favor de la ley bases, que como proyecto fue profundamente fustigada por los voceros del FITU cuyos parlamentario , incluida la ahora ex- diputada Myriam Bregman la votaron en contra y llamaron a marchar por las calles y plaza del país para impedir su sanción .
Un tercer momento fue profundamente propagandizado por Bregman y su cooperativa electoral, FITU, dando a la publicidad generalizada un cruce de palabras entre la vicepresidenta y la propia Bregman ocurrido en contexto de una red social, emergiendo nuevamente las diatribas entre ambas una defendiendo la forma simbólica de , la bandera, el himno y los granaderos a caballo y la otra recordando con insistencia el carácter negacionista de las prácticas genocidas del Estado que propagandiza la hoy presidenta del senado. También aquí la condición de sororidad entre mujeres se vio visiblemente resquebrajada .
La palabra «sororidad» nombra a la hermandad o fraternidad entre mujeres. Algo así como una camaradería entre las personas que comparten el mismo género, por lo tanto sufren las mismas injusticias. Proveniente del latín Sor, significa hermanamiento entre mujeres, propiciando la alianza, confianza, reconocimiento.
Los hechos, los fenómenos concretos, los haceres discursivos específicos tienen una diferencia entre sí que esta dada por su acercamiento o distancia con lo objetivo. Durante un tiempo prolongado, la militancia por un nuevo orden social y una nueva humanidad sostenida sobre la eliminación de la sociedad de clases y el Estado en sus diversas formas se vío contaminada por la exaltación desde las propias filas de la sororidad, situación que vendría por la condición de género a superar los conflictos de clases. Se dijo entonces que La palabra «sororidad» nombra a la hermandad o fraternidad entre mujeres. Proveniente del latín Sor, significa hermanamiento entre mujeres, propiciando la alianza, confianza, reconocimiento .
La creencia cuasi-religiosa en esa ideología , determinó la posibilidad de algo así como una camaradería entre las personas que comparten el mismo género, por lo tanto sufren las mismas injusticias. Las actitudes específicas de la vicepresidenta, y las diputadas antes mencionadas deja a las claras el carácter de herramienta formadora de falsa conciencia que tiene esta abstracción ideológica y la necesidad de que la misma no pueda hacer pie en las mentes y acciones de los socialistas.
El feminismo ,tal y como se presenta en los hechos , y como deja ver este conflicto discursivo por redes sociales, que es el único espacio en donde la política parece hacer pie , no soporta en su proyección el enfrentamiento de clase
Siguiendo lo que supo escribir Violeta Gil:” el feminismo y la “sororidad” simplemente ignoran que la llamada cuestión de la mujer sólo adquirió un carácter histórico concreto por el golpe que ha recibido el trabajo doméstico y la misma familia por la incorporación de la mujer al trabajo asalariado, o sea, a la gran industria (entendida en sentido amplio).
El feminismo y el mito de la hermandad fraternal entre las mujeres por identidad de género han permitido una equiparación. La generalización con los varones en la situación de explotados condicionados a la venta cotidiana de fuerza de trabajo, pero en ningún caso un fenómeno emancipatorio de lo humano que solo es posible de la mano de la destrucción de las relaciones capitalistas , su Estado y formas jurídicas determinantes de su institucionalidad y la construcción de una nueva sociedad.
En la misma orientación hay que reparar en el uso de lo que se ha venido denominando “lenguaje sexista”, al que muchas organizaciones de nuestro país que se oponen dentro del márco de la república democrática a la actual gestión de gobierno del Estado de la burguesía , se colocan en la negación auspiciando un “lenguaje que se presenta como inclusivo.
Lo cierto sin embargo, es que la posición de este sector del movimiento feminista, avanza en una confusión de orden ideológico que produce dificultades en la tarea propagandísticas del objetivo transformador de la sociedad que esta objetivamente en la condición del trabajador por la posición que ocupa en la producción bajos la forma relacional del capital dando la impresión de que cambiando el lenguaje estaríamos gestando a través de la lengua un nuevo orden social.
Como lo expresa la realidad, esto es un grave error, en tanto el hambre y la miseria generalizada que se siguen como efecto de la crisis en la reproducción del capital que le exige a la burguesía de conjunto un nuevo proceso de acumulación originaria y un nuevo reparto del mundo no se detienen y dejan en clave de realidad que implica o no la mentada exclusión, por los propios límites que tiene el lenguaje con relación a la materialidad de la existencia cotidiana. Una mujer que es contratada por otra mujer para que realice las actividades de limpieza en su vivienda que ella no puede o no quiere hacer podrán hablar convencionalmente una jerga que de la apariencia de que ambas están incluidas de manera simétrica en la relación en sí, pero lo cierto es que una se apropia del trabajo de la otra y esta le sirve por el tiempo que aquella le marca, en las condiciones que también le indica. Esa condición en definitiva es la prevalente y la que le impide a quien limpia ser genuinamente emancipada y disponer de su vida con libertad , como solo lo puede hacer un orden social comunitario basado en el principio de justicia por colaboración , en un contexto donde se desenvuelve un programa socialista desde el poder obrero.
. La opresión de la mujer nació con la propiedad privada y la sociedad de clases, y sólo puede terminar con la supresión de ambas. Son las condiciones materiales las que están detrás de esta horrible opresión, y no la manera en cómo se habla.
La izquierda del régimen republicano burgués, sin advertir la decadencia misma de la relación social capital en sí, siguiendo los ondulantes pensamientos de la clase social que la sostiene que no es otra que la pequeñaburguesía desplazada en las relaciones de poder, se ha entregado desde hace tiempo , y paga actualmente las consecuencias, a las reivindicaciones identitarias de las minorías en nombre de la diversidad y la tolerancia, todo con especial atención al lenguaje y las formas, pero sin prestarlo a las necesidades sociales de la clase trabajadora , concepto del que se aleja con particular velocidad postmodernista mutando a categorías como razas, religiones, culturas, etc.
Diversidad implica desigualdad social e individualismo, esto es, la coartada para hacer eticamente aceptable un injusto sistema de oportunidades y fomentar la ideología que nos deja solos ante la estructura económica apartándonos de la acción colectiva y de conjunto desde el protagonismo de la clase trabajadora .
NUEVO CURSO