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PODER BURGUES Y MITOLOGÍA. LA CAVERNA Y EL ANILLO DE GIGES EN ARGENTINA 2024

El llamado Mito de la Caverna , contenido en uno de los diálogos del libro VII de La República de Platón, ha sido presentado como una explicación metafísica de cómo se llega al conocimiento, o dicho de otra forma a la solución del problema relativo a que es la verdad de lo que se dice sobre un fenómeno y en todo caso si es posible hablar de una verdad.

En ese relato el discurso nos pone en una caverna, ahí hay prisioneros, a los que se ha encadenado frente a los fondos de ese sitio. La particularidad es que esos sujetos encadenados llevan allí toda su vida y tienen la cabeza sujeta de modo que no tienen otra visión que esa pared donde finaliza la caverna. Detrás de ellos hay una hoguera y entre ambos extremos un camino. Por ese camino pasan diversas personas que proyectan sus sombras, alguno de los transeúntes lleva animales que por efecto de la luz del fuego también ven proyectadas sus figuras. esclavizados en la cueva solo ven entonces las sombras proyectadas. Ese fenómeno físico los ubica en la creencia de que las sombras son verdaderamente cosas.

Más tarde uno de esos esclavos deja de tener sujeta su cabeza hacia la pared y vuelve la cara hacia la hoguera. Inicialmente se deslumbra por las llamas, pero advierte aún con límites cuanto hay y sucede en esa caverna. Luego es sacado de la caverna y expuesto a la luz solar que lo enceguece inicialmente pero lentamente ese ascenso a la luz le perite comprender la pobreza de su anterior estadía en la cueva, advirtiendo de cuanto fue privado al ser obligado a ver solamente la proyección de las sombras en una pared.

Cuando es reubicado en las sombras de la caverna, su incapacidad de ser el que había sido hace que sus compañeros aleguen que ha perdido la visión. Él ha visto el mundo real, los restantes se contentan con lo que ven en la pared y no saldrían de la cueva, aunque pudieran.

En nuestros tiempos, por juego combinado de operaciones mediáticas, formas jurídicas y presión de poder los trabajadores están siendo oprimidos a contentarse al igual que los prisioneros de la caverna con el mundo de la mera apariencia. A este resultado, concurren propios y extraños pero la república burguesa con su forma de gobierno de democracia indirecta hace las veces de esa oscuridad opresiva de una caverna donde sus habitantes son puestos frente a una pared donde se proyectan imágenes.

Por fuera de las conclusiones y el uso que Platón hace de este relato lo cierto es que el desarrollo del tiempo y la existencia en la historia han dotado a los trabajadores de nuestro siglo de una certeza: La vida no se ve determinada por la conciencia, sino que la conciencia es determinada por la vida .la formación de las ideas  es un proceso que parte de la práctica material y es por esto que la ideología sirve a los fines de determinadas clases que existen objetivamente en nuestra sociedad «los hombres son fruto de las circunstancias y la educación pero son los hombres quienes  cambian las circunstancias  mismo educador necesita que lo eduquen».

Por esta cuestión que puede presentarse como puramente filosófico, es que transcurren nuestros días. La clase trabajadora en sí, presionada, persuadida, obligada o convencida de que debe mirar a la pared donde se proyectan las sombras, tarea en la que se suman quienes dicen asumir su representación en defensa de sus intereses y la burguesía de conjunto como poder burgués determinado a materializar con consenso la reproducción del capital.

Si se quiere seguir el relato figurado, habrá que decir que por su historia , su experiencia concreta, los trabajadores y quienes han sido desplazados de la producción formal y carecen estructuralmente de la posibilidad de vender su fuerza de trabajo no necesitan salir a la luz, pues ya lo han hecho de forma holgada de manera espontánea, pero la crisis de dirección de las organizaciones que han atinado a construir de modo consciente, se presenta como obstáculo insalvable a la reducción de toda la lucha centrándola en el economicismo del programa mínimo y la perspectiva reformista de corrección de las estructuras de dominación ligadas a la relación capital-fuerza de trabajo. Así las cosas, Los populistas han sido refutados por la farsa electoral que ellos mismos gestaron. El capitalismo ha hecho prevalecer su discurso de la libertad individual, abstracta, utilitarista necesaria para renovar el mito del mercado, Por consiguiente, no hay que pensar en revoluciones políticas. La situación es clara, para estos ciegos que guían a ciegos, a los obreros, la lucha económica; a los liberales, la lucha política, y a ella hay que dotarla de socialistas liberales cultores de los derechos declarados y nunca reales.  los «economistas» desvían del reconocimiento del capitalismo en crisis como realidad y no como sombra proyectada,  a la apología del capitalismo naturalizándolo como único orden social posible, donde hay que desarrollar aquellas demandas.

También en los diálogos contenidos en el libro La República, Platón, ocurre a dos personajes: Trasímaco y Glaucón. A través de ellos introduce el problema de «la justicia». El primero sostiene que el poder es lo que hace que algo sea considerado justo. Es decir ,  aquello a lo que se llama con ese nombre- justicia- no es otra cosa que aquello que conviene a los intereses de los poderosos. La justicia no consiste sino en obedecer las reglas establecidas por el más fuerte para su provecho .

Por su parte Claucón sin desmerecer a Trasímaco aclara que la idea de justicia solo impera para la conservación de lo logrado. «cualquiera que, como el mitológico personaje Giges, encontrara un anillo que lo volviese invisible perdería todo incentivo por comportarse de manera respetuosa hacia el otro y el todo social puesto que tendría garantizado salir impune de todo delito, seducción o impostura.

Al parecer, la burguesía sin inmutar sus bases estructurales y viendo en riesgo sus intereses, apela a esa forma de justicia modelo Trasímaco-Glaucón enseñando su poder de dominación aún dentro de sus disputas internas y dentro de su personal político, mostrando quienes pretenden ser los Giges del siglo XXI por operaciones de sus servicios de inteligencia, que los dueños del anillo de la invisibilidad son ellos y nunca, sus serviles, cualquiera fuera su apariencia.

El problema de las relaciones sociales justas es hoy la clave para terminar con el anillo de la invisibilidad del poder burgués oculto políticamente tras sus operaciones y reproducido por las estructuras sociales nacidas de la relación capital-fuerza de trabajo. El imperativo de lo justo, centrado en el principio de colaboración——–

La ideología alemana y el Manifiesto comunista son textos que nos dan fundamento para sostener que  conceptos como “justicia”, “ley” o “libertad” son meras “formas de conciencia”, que corresponden a los intereses de la clase dominante , por lo que no poseen una existencia propia, sino que se encuentran sujetos a las relaciones de producción e intercambio imperante

Lo “justo”, es entonces,  un patrón inherente a cada modo de producción, un corolario legal que se adapta a las condiciones  materiales vigentes. Esta premisa implica la carencia de perspectiva y desarrollo de dotar a la militancia concreta y cotidiana de la búsqueda de  un criterio fundante de sus actos en un concepto de justicia que tenga como base la “igualdad de derechos” o “el  reparto equitativo”, por cuanto son instrumentos ideológicos del capitalismo que suponen verdades que rebasan el plano de lo

histórico

Una crítica radical al capitalismo, como la que se ensaya desde la lucha puramente economicista y el aliento en la concreción de ilusiones democrática  que  invoca en todos los casos con criterio moral,  un concepto normativo de justicia distributiva, fracasa en su empeño, puesto que la distribución puede ser considerada como “justa” si responde plenamente al modo de producción imperante y este mantener así su dominación.

No otra cosa se lee en el lema «no hay plata» «es época de vacas flacas» u otras nacidas desde el sentido común gestado por el poder. No se discute lo que debe ser, sino lo que es posible, y en ese sentido lo posible es justo por basamento legal. Decirle a un docente que trabaje porque la educación es esencial, aunque su salario no alcance, es emplear lo justo con base a lo real del sistema que no se cuestiona en sí. «Es verdad que debería percibir mejor salario pero esto es lo que permite la situación «- Como sentencia Marx en la Crítica al Programa de Gotha «¿Acaso las relaciones económicas son reguladas  por los conceptos jurídicos? ¿No surgen, por el contrario, las relaciones jurídicas de las relaciones económicas?»

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