Averiguación de antecedentes. Una acción, un concepto y una herramienta de vigilancia. La crisis del capital hace que dentro de los elencos políticos que gestionan la hegemonía de conjunto de la burguesía a través de la forma jurídica “ley”, hayan acudido a esa figura para buscar una nueva venta de humo sobre la clase trabajadora, mostrando a algunos como partidarios de la limpieza y depuradores de “chorros” y a otros como cómplices de “los corruptos”
Así parece que las responsabilidades se marcan por el derecho penal y en particular por el procesaal penal, en forma tal que recibiendo una condena que se funda en la posibilidad de reinserción social de una persona a la que se ha considerado autora de delitos, lo primero que se hace es buscar que carezca de derechos, esos mismos derechos con que se hacen proclamas, y no hace mucho se invocaron incluso para genocidas que reciben visitas al mejor estilo de Mirta Legrant. Vale decir, se busca exonerar de responsabilidades por delitos de lesa humanidad generados desde la aplicación de prácticas genocidas desde el poder del Estado, pero se busca a la vez que los que no se encuentran en situación de ejecutar una pena, se vean impedidos de posibilidades políticas.
Queda en claro entonces que esa no es la cuestión central .Nunca un fenómeno que sea visto por las apariencias sensibles de la coyuntura, nos puede acercar al conocimiento de su naturaleza intrínseca de herramienta de poder y de una nueva intentona de escribir sobre las consciencias, la naturalidad de la condena, de la pena, y de la conversión de un ser humano en un ficha. Se soslaya la negatividad de que un ser humano sea una estadística registrable desconociendo su condición esencia viviente en relaciones sociales a las que accede desde el mismo momento en que ellas son las que le dan en ultima instancia su propio existir. Lo que sucede es lo inverso. Es buscar que todos seamos un prontuario y que el poder de vigilancia y control social del Estado se vea habilitado al uso de esos registros para poder perseguir y castigar en caso de ser así necesario, para el interés burgués dominante de turno.
En definitiva, el humo envuelto en papel de regalo que se busca promover por quienes llegan a las instituciones del poder burgués protagonizando debates acalorados con su mejor pilcha, fachada laburada y sonrisa auspiciada por dentífricos de varias marcas, oculta que a los artistas de turno les cabe lo que en derecho se conoce como “las generales de la ley”, ya que desde la formación del Estado nacional, y la separación real e histórica de los trabajadores de los medios de producción, ha quedado claro que ese efecto operó a de manera violenta. Por eso es que Marx, compara la acumulación originaria con el pecado original en la teología, y describe el proceso como “la historia de esta expropiación de los trabajadores ha sido grabada en los anales de la humanidad con trazos de sangre y fuego”.
Lo significativo es como la “ficha “ hace las veces de fetiche por vía de su adjetivación que asimila lo deseado y lo éticamente positivo a lo “blanco” De esta manera conseguir que el Estado detente una ficha de una persona “sin manchas” pasa a cumplir la tarea de un pasaporte al estado de gracia del que se alejan los que el propio Estado dice que debe mancharse por vía de una sentencia judicial, es decir por una decisión de ese mismo Estado que se presupone neutral e imparcial cuando lospropios datos sensibles se ocupan de negar esta última premisa constatando la variabilidad de su espada que en ningún caso se usa con ojos vendados.
De esta manera es que estamos ante un nuevo ejemplo práctico de como la sociedad de vigilancia y castigo. El Estado y una ley , desde el poder burgués dominante se apropia de la posibilidad existencial de otorgar la calidad de sujeto digno, siendo que con eso se olvida la condición esencial del derecho penal y las normas prohibitivas que es la selectividad . El propio ejecutivo nacional da cuenta de ese fenómeno selectivo cuando rechaza las ordenes de captura libradas por organismos internacionales sobre actuales genocidas, a quienes no le mira la ficha y sin ambages proclama en sentido inverso la necesidad de su defensa.
Al reformismo, tan preocupado con frecuencia con involucrarse en acciones que implican dar al Estado para la vigilancia y castigo, se le escapa todo esto, siendo que aún en el peor de los casos debería ver que su estrategia parlamentaria de sumatoria de diputados se ve sensiblemente amenazada por la ficha en blanco, en la medida que bastaría al poder burgués poner en acto esa selectividad , acusar e imponer una condena a cualquiera de sus tan emocionales candidatos para sacarlos del juego .
Algo de eso también esta en el horizonte con la también pretendida reforma del régimen electoral al que los candidatos de todos los partidos han jurado respetar desde la constitución misma de sus partidos y la obtención de personería legal-electoral. Por ese camino y buscando que otra ley le otorgue el ser , la política del bonapartismo se ocupa de que los porcentajes de resultados electorales y de afiliados partidarios se eleven , en forma de impedir la continuidad de los existentes o la formación de nuevas organizaciones, concentrando las ofertas del mercado electoral en algo parecido a una prenda de vestir es decir con tres o cuatro opciones de talle, logrando en los hechos que la trampa electoral no sea solo coyuntural , sino permanente.
La lectura de estos dos extremos que pasan por la superestructura con base en la materialidad de las relaciones de producción que requieren de un régimen político consensuado y estabilizado en la naturalización de la hegemonía del poder burgués , capaz de liberar aunque de modo transitorio los obstáculos de su reproducción del capital ,deja en claro que el camino de la clase trabajadora es la construcción de su propia política clasista , su propio programa y su propio recorrido necesario hacia el poder obrero y socialista. Las fichas no son ni blancas ni negras, son un instrumento jurídico legitimador de la dominación explotadora y opresiva de la burguesía en la generalización de su sociedad de vigilancia y castigo.
Los trabajadores tenemos que hacer ejercicio de pensamiento y acciones que se generen desde escenarios de crudeza como el que padecemos. Hemos sido puestos por acción material y política del poder burgués en una suerte de exilio de la realidad que nos viene dada por obra y gracia de su hegemonía. Sin embargo como nada en la vida es fijo , ese exilio impuesto por todos los medios, de manera contradictoria , nos ayuda a captar el aspecto de la historia en sus restos, en sus desperdicios , porque es el verdadero aspecto del pasado genocida el que nos ha condenado a esta suerte de destierro de nuestros específicos anhelos de emancipación social . Por eso es necesario una lectura de todo este trajinar de la lucha de clases, y advertir aún en forma propagandística, que lo mejor de las situaciones extremas es que siempre nos conducen a posiciones extremas y la revolución es una de ellas , tal vez la más extraordinaria.
Ricardo Piglia pone en la voz de uno de sus personajes construidos en la novela Respiración Artificial, un discurso que se nos presenta adecuado a las circunstancias de las que nos ocupamos en este texto. Probablemente en la asimilación que producimos seguidamente y en nuestra afirmación de que la clase trabajadora es el sujeto de la revolución necesaria pueda decirse que nuestra clase:
Es el pájaro del mar que sobrevuela la tierra firme…, lejos del mundo, de su tumulto, lejos de su lúgubre claridad, hay grandes masas , grandes masas que parecen petrificadas, pero que sin embargo se deslizan , se mueven, a pesar del reflujo avanzan, crujen al deslizarse, como los grandes témpanos de hielo. Evaluar la lentitud, el ritmo de esa marcha depende de la altura que haya alcanzado en su vuelo…cuanto más alto con mayor nitidez puede vislumbrar la incesante movilidad, el avance de esas masas. Sus ritmos no pueden ser evaluados por ningún hombre aislado, por ningún particular. ….es la única música que se escucha en los desiertos calcinados del presente. Del otro lado, en el otro frente, se muestra ya la heterogeneidad de aquello que nuestros enemigos siempre pensaron idéntico a sí mismo. Lo que podía pensarse unido, sólido, comienza a fragmentarse, a disolverse, erosionado por el agua de la historia.
NUEVO CURSO