La evolución del pensamiento objetivo a través de la historia humana. Desde los albores de la humanidad, el pensamiento ha sido la herramienta fundamental para comprender y enfrentar el mundo que nos rodea. Sin embargo, el pensamiento objetivo, entendido como la búsqueda sistemática de verdades más allá de percepciones subjetivas, ha transitado por un largo camino evolutivo. Este viaje ha sido el reflejo de cómo las sociedades han dado sentido al cosmos, a sus vidas y a su propia existencia.
1 de enero de hace 66 años, se supo en el mundo capitalista de la presencia organizada en armas de los revolucionarios cubanos materializando la toma del poder político. Es desde ese hecho que se produce un quiebre en Latinoamérica que hace las veces de partero de una nueva generación de jóvenes obreros revolucionarios alumbrados desde esa experiencia.
Hay un líder, es verdad, pero por sobre todo una vía de acción probada en experiencia y un modelo de revolucionario concentrado en los miembros de esa vanguardia ,que posicionada en la vanguardia trabajadora llega a las masas y desde ellas se acrecienta con vértigo la construcción empeñosa de una nueva sociedad, un nuevo hombre que culmina afrontando la cooptación burocrática de toda la vida social por imperio del aislamiento al que le somete hasta con lógica de guerra una potencia imperial, cuyo territorio y centro de poder está a poca distancia. En ese sentido, reconociendo el liderazgo de Fidel Castro deja dicho, sin embargo:
“Las grandes líneas del fenómeno son similares al proceso de formación de la conciencia capitalista en su primera época. El capitalismo recurre a la fuerza, pero, además, educa a la gente en el sistema. La propaganda directa se realiza por los encargados de explicar la ineluctabilidad de un régimen de clase, ya sea de origen divino o por imposición de la naturaleza como ente mecánico. Esto aplaca a las masas que se ven oprimidas por un mal contra el cual no es posible la lucha
“Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan mu[1]chas veces y es difícil percibir el momento en que se equi[1]vocó la ruta. Entretanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo” …..
El conocimiento del proyecto revolucionario sustentado por el Che en el que se proclama el fin de toda dominación, unido al cese del egoísmo y el individualismo, bajo los códigos de una nueva ética en un mundo de plena soberanía del hombre y la libertad, se habilita en este nuevo 1 de enero, porque su vigencia es la única respuesta suficiente a la sociedad del vacío, y las guerras , que propone la barbarie capitalista, demostrando el agotamiento del proyecto político de la burguesía como clase de conjunto.
Dos herencias ideológicas se dejan marcadas a fuego para lo futuro. Ambas nacidas en ese derrotero que va desde el ingreso a la Habana en aquel día feliz y cargado de ilusiones, y la carta de despedida de Ernesto Guevara, leída a esa masa en transición al socialismo, con revolución permanente por su líder. Uno es precisamente esa carta, el otro el mensaje a la tricontinental que hiciera público estando en funciones el propio comandante. Los dos tienen un mismo autor material, pero también una misma realidad que los sostiene dada por el éxito militar y la construcción sin denuedo de una vanguardia civilizatoria en desarrollo de una versión nueva del hombre.
En el período indicado, posicionados en Cuba se desarrolla desde el sujeto revolucionario la construcción teórico-practica de Marx según la cual el fin de la prehistoria se hace posible cuando el ser humano crea las condiciones para superar la escasez y la alienación. Esto se apoya en un pasaje de los Grundrisse que explica el límite objetivo del capitalismo. Abundancia y superación del capitalismo: prerrequisitos del inicio de la historia del ser humano plenamente creativo.
Por eso ,los dos documentos históricos constitutivos de la revolución en Cuba a partir del 1 de enero de hace sesenta y seis años a los que hacemos referencia, están mediados por “El socialismo y el hombre”, también de la pluma del Che, y con el tiempo se han constituido en la actualización viviente y en el laboratorios de los hechos marcados por la lucha de clases de su contexto , realidad de las categorías de Marx, que se dejan ver hoy como necesidad, sobre todo aquellas que se ponen en praxis cotidiana con sujetos colectivos , la Crítica de la filosofía del Derecho de Hegel ,en Los Manuscritos Económicos Filosóficos , y también en varios pasajes de El Capital, en particular el cap. 24)
Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción… pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo las condiciones materiales para resolver este antagonismo. Con esta formación concluye, por consiguiente, la prehistoria de la sociedad humana “…..
«En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo… cuando el trabajo no sea sólo solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte del derecho burgués y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según su capacidad, a cada cual, según sus necesidades!..”
Finalmente, el 16 de abril de 1967, la revista cubana Tricontinental publicó un artículo de Che Guevara llamando a “Crear dos, tres, muchos Vietnams, esa era la consigna, la centralidad de ese documento apunta a señalar que: ”Ya que, con la amenaza de guerra, los imperialistas ejercen su chantaje sobre la humanidad, no temer la guerra es la respuesta justa. Atacar dura e ininterrumpidamente en cada punto de confrontación, debe ser la táctica general de los pueblos. Pero, en los lugares en que esta mísera paz que sufrimos no ha sido rota, ¿cuál será nuestra tarea? Liberarnos a cualquier precio”
Desde aquel primero de enero de hace sesenta y seis años y nuestra objetiva existencia , solo queda el alineamiento afectivo y solidario con ese pueblo, conscientes de que la tarea es hacer la revolución, aún pese al derrotero que esta ha debido seguir en ese país, en forma aislada y dominada por mucho tiempo por el trazo derrotista de la burocracia soviética y sus estrategias mundiales.
Es preciso detenerse en esto, porque por no emerger en superficie no se incluye en la comprensión del fenómeno particular de nuestro tiempo, donde sin duda Marx, Lenin, la defensa del marxismo de Trotsky perseguido y aislado por el Stalinismo y la revolución en cuba en el período marcado por los dos documentos del Che nos dan herramientas para tomar la tarea política de comprender el fenómeno del poder y el camino emancipatorio del proletariado con mayor rigor del actitudinal ejercicio declaratorio y retórico de las expresiones actuales de las organizaciones políticas, que no trascienden de la presencia en el parlamento y solo atisban a enunciar una hipotética Asamblea Constituyente, como la forma de hacer esta compleja y difícil resultante.
Estamos iniciando el 2025, tras un prolongado curso de lucha de clases, donde los trabajadores no atisban un programa estratégico acorde con los intereses emancipatorios que le corresponden como tales y con esto, de manera complementaria, demoran la organización de su vanguardia políticamente organizada. El poder burgués nos impone advertido de los serios obstáculos que presenta la posibilidad de reproducción del orden social, una ofensiva desesperada buscando incrementar la explotación bajo la amenaza concreta de los escenarios de pobreza y miseria que impone el desempleo, y la especulación del capital financiero , haciendo que cada ciclo de estabilidad relativa sea cada vez más corto y con inicio necesario del desplazamiento de un porcentaje de la clase trabajadora a la condición de población económicamente sobrante-
La clase trabajadora en nuestro contexto territorial argentino ha vivido en los últimos años riquísimas experiencias políticas que entroncan en la historia de nuestra lucha de clases, y ponen de manifiesto, cuestiones vitales para los intereses sociales que objetivamente entroncan en ella.
Reflexionar sobre estas experiencias, observar el comportamiento de las clases enfrentadas, comprender en profundidad las particularidades de nuestra revolución y extraer las conclusiones para guiar la acción correctamente, es una apremiante responsabilidad de la vanguardia revolucionaria.
Mario Santucho, dice expresamente en referencia a la cuestión:
El parlamentarismo es una forma enmascarada de dictadura burguesa. Se basa en la organización de partidos políticos y en el sufragio universal. Aparentemente todo el pueblo elige sus gobernantes. Pero en realidad no es así, porque como todos sabemos las candidaturas son determinadas por el poder del dinero.
Como decía Lenin: «Decir una vez cada tantos años que miembro de las clases dominantes han de reprimir y aplastar al pueblo a través del parlamento; tal es la verdadera esencia del parlamentarismo burgués» [1] . Este carácter fraudulento, engañoso, de toda elección y todo parlamento no quita que la clase obrera deba ingeniarse para dar pasos de avance revolucionario en determinados procesos electorales, no quita que la clase obrera deba ingeniarse para intentar utilizar el parlamento con fines revolucionarios.
Una política revolucionaria debe saber utilizar todo tipo de armas, incluso aquellas que han sido creadas y son usadas con ventaja por la burguesía como el parlamentarismo, para avanzar en la movilización de masas, para introducir la crisis, la división y la desorientación en las filas enemigas…Pero un grave error sería creer que a través de elecciones es posible encontrar algún tipo de soluciones a los problemas de fondo de la clase obrera. (Poder burgués, poder revolucionario)
La forma conceptual de la tarea revolucionaria la expone Ernesto Guevara de la siguiente manera: “Permítanme intentar unas conclusiones:
Nosotros, socialistas, somos más libres porque somos más plenos; somos más plenos por ser más libres.
El esqueleto de nuestra libertad completa está formado, falta la sustancia proteica y el ropaje; los crearemos.
Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen color de
sangre y están henchidos de sacrificio.
Nuestro sacrificio es consciente; cuota para pagar la libertad que construimos.
El camino es largo y desconocido en parte; conocemos
nuestras limitaciones. Haremos el hombre del siglo XXI:
nosotros mismos.
Nos forjaremos en la acción cotidiana, creando un hombre nuevo con una nueva técnica.
La personalidad juega el papel de movilización y di[1]rección en cuanto que encarna las más altas virtudes y aspiraciones del pueblo y no se separa de la ruta.
Quien abre el camino es el grupo de vanguardia, los mejores entre los buenos, el Partido.
La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud: en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera” (El socialismo y el hombre en Cuba)
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