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OTRA DERROTA A LA MILITANCIA COMO ACCIÓN HUMANA IMPULSORA DE POLÍTICAS DE DERECHOS

Los operadores de la burguesía que gestionan el gobierno del poder burgués a través de la institucionalidad estatal, prepara el proyecto de ley que busca eliminar lo que definen como “discriminación positiva”, y que incluirá la eliminación de la caratula de femicidio contemplada en el Código Penal.

Como fundamento o expresión de motivos para ello, se dice que:

El Estado no puede hacerse cargo de cada sector que se considere minoría”, argumentó una alta fuente con acceso al despacho presidencial, horas después de que el mandatario cargara contra la ideología woke y el feminismo radical.….“La Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento, ni de religión: todos sus habitantes son iguales ante la ley. Por eso, el Gobierno Nacional dispondrá las medidas necesarias para eliminar cualquier política ideológica y discriminatoria que habilite el ingreso a los empleos públicos por criterios que no sean específicamente los referidos a la propia idoneidad de las personas.

La secretaría de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy, y el equipo que lidera el asesor presidencial, Santiago Caputo, trabajan en el detalle del proyecto que se denominará Igualdad ante la Ley, La operación de referencia, pretende la derogación de la Ley de Identidad de Género (Nº 26.743), algunos aspectos de la Ley Micaela (Nº 27499); el DNI no binario, implementado en 2021 a través del Decreto 476/2021; la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins” (Nº 27.636 ); la Ley de Paridad Electoral en Ámbitos de Representación Política (Nº 27.412), como los puntos más salientes.La decisión alcanzará también a toda norma que garantice “un trato diferencial ante la ley”.

Algunos meses después, y con la redacción en curso, despierta controversia la decisión de terminar con la tipificación de femicidio, contemplada en el artículo 80 del Código Penal, en el inciso 11 tras la sanción de la ley 26.791, publicada en el Boletín Oficial el 14 de diciembre de 2012.

Pese a, el Gobierno busca eliminar la figura como agravante y dar por saldadas las desigualdades históricas.

“Es una locura que haya una pena mayor por un homicidio contra una mujer que la que hay contra un hombre”, sostuvieron al respecto, luego de que Milei asegurara que las feministas «no se quejan de que la mayoría de presos, los plomeros y los muertos en las guerras son hombres».

Sin determinar fechas precisas, en el Poder Ejecutivo hablan de dar el debate en el Congreso durante en el periodo de sesiones ordinarias, y no descartan impulsarlo en el marco de la campaña electoral legislativa para marcar agenda. 

La reticencia de la oposición al discurso del libertario en el Foro Económico de Davos parece no importarle a la mesa chica que asegura que tratará el tema sin importar si cuenta o no con los respaldos necesarios de sus principales aliados. “No vamos a dejar de hacer lo que creemos que tenemos que hacer por miedo a que lo rechacen”, plantearon, y agregaron: “En todo caso no saldrá”.

Si bien Milei se pronunció más de una vez en contra del aborto legal, desde su entorno se encargaron de asegurar que el paquete no incluirá la derogación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo de Argentina (Nº 27.610), sancionada el 30 de diciembre de 2020, ni la Ley de Matrimonio Igualitario (Nº 26.618).

Hasta aquí el hecho que se informa. Una catarata de opiniones de repudio y un nuevo coro de perros ladrando a la luna. Sin embargo, ninguna autocrítica, y la posibilidad de ver , donde esta el error que conduce a esto.

 Claro esta que la investigación en torno de esta última opción militante, necesaria para la vanguardia obrera,  se ve trabada, porque los que impulsaron el error, no dejan de persistir en el error y nuevamente el resultado de todo esto no tiene presente los cambios de posicionamiento que rápidamente asumen los sectores medios en Argentina, cuando su seguridad económica y jurídica se ve puesta en jaque.

Esos cambios, no son nuevos. Basta cotejar que las movilizaciones por la ley de interrupción de embarazo, también movilizaban a amplios sectores del posicionamiento opuesto y que las pujas parlamentarias se dirimieron más que por todo lo que se siguió viendo luego, es decir , por idas y venidas de los paquetes políticos en juego y nunca tuvo centralidad la problemática como sí el efecto que podría producir sobre todo frente a un gobierno como el de Alberto Fernández que ya daba signos de su agonía.

También se pudo ver en la resistencia nacional, subterránea y nunca exhibida para trabar la aplicación del texto normativo, por vía de la objeción de consciencia de los efectores de salud, y otras alternativas con herramientas procesales como los amparos y demás.

En definitiva, el mito trazado, construido en torno de una ley  y de la norma en sentido general, por parte del reformismo vernáculo, nunca dejó ver que siendo ese el camino elegido y por tal, el factor que imponía hacer pasar la acción política por el parlamento tenía su contrario incluido y activo dispuesto a desarrollarse y operar el pase al acto.

Dicho de otra manera, toda ley no tiene el ser en sí, sino que la identidad se la da la estructura reproductiva del capital a la que sirve teleológica y funcionalmente. Por ello, lo que necesariamente debe ser conocido y entendido por los que luchan en post de los intereses objetivos y emancipatorios de la clase trabajadora es que toda ley admite su contrario y su ser solo es tal en la medida en que el mandato que impone está dando cuenta de un contexto y de la necesidad de una herramienta política para la burguesía en el poder, cuando este se ve cuestionado por fundamentos económicos que permiten poner en crisis la reproducción del capital y con esto la insatisfacción significativa y aguda de los trabajadores sobre quienes se ha de descargar lo necesario para que su explotación se intensifique en beneficio de quien se apropia del valor creado mediando la compra previa de la fuerza de trabajo .

La emergencia del paquete de leyes que adquirieron el ser al calor de la introducción de la cuestión de las diversidades y la opresión de la mujer tomada desde el gobierno de turno, tenía como propósito no confesado centrar la acción de gobierno en ejes que no comprometían de manera inmediata el saqueo económico y la intensificación de la explotación de  los trabajadores. Dicho de otra manera, la sanción de la ley Micaela por ejemplo no cuestionaba al poder burgués, y al no hacerlo por su propia naturaleza generalizada y abstracta, un cálculo de oportunidad facilitaba su sanción y el mejoramiento en propias filas y hacia la izquierda de la gestión K también entendida en términos generales. Más allá de eso, los K advertían que de no hacerlo corrían el riesgo que ese capital de demandas hacia el estado generase un vacío político que podía ser ocupado por otro sector, siempre dentro de la máxima, “ a la izquierda de Cristina la pared”

Sin embargo, la crisis continúa profundizando porque es una crisis orgánica del capital y es mundial en forma tal que no puede ser salvada con maquillaje progresista. Hoy sucede que el proceso inverso, gestado al interior de este paquete normativo, gana espacio, se ocupa de tomar con su elenco de operadores la gestión de gobierno, y ve en esto la posibilidad de hacer idéntico juego político, pero con sentido inverso, llevando a los trabajadores a polémicas, disputas, de orden democrático que retardan en su desarrollo la tarea de la comprensión histórica del objetivo emancipatorio del trabajador como sujeto ineludible del cambio social.

Nuevamente los trabajadores están siendo llevados a discutir demandas democráticas burguesas con la propia burguesía cuyo sector mayoritario ha decidido encolumnarse tras la gestión de gobierno. Este último ve una oportunidad de lograr una base política con acuerdos sobre estos fenómenos sociales , sin avanzar en la definición de un programa totalizador en torno a la crisis estructural del capital que padecemos. De salir airoso en la acción. El gobierno habrá encontrado una fuente anexa de fortalecimiento político para los trastornos económicos a sobrellevar a la par que acomoda como cualquier chupamedia su formato de ser más papista que el papa y mostrarles a los patrones del mundo, a los acreedores de la deuda su capacidad de acción política que garantice la posibilidad de cerrar un nuevo acuerdo sobre el endeudamiento que le de oxígeno por un cierto tiempo para seguir avanzando en la ofensiva social contra los trabajadores.

El problema así planteado no es sin lugar a dudas. si los tipos penales que se instalan calificando muertes u otros resultados lesivos con penas severas en base a la condición de mujer de la víctima o los tipos delictivos sentados en la protección del género como bien jurídico tutelado, violentan o no la igualdad ante la ley. De hecho, se han dado a publicidad estadísticas alarmantes que arrojan que una mujer es asesinada por razones de género cada 29 horas, y con un 2024 en el que se registraron 255 femicidios

En su momento, es decir, al tiempo del dictado, como exhibiendo esa contradicción interna de la acción política que buscaba la instalación se dejó ver que esa norma avanzaba sobre el principio de igualdad ante la ley y luego en materia procesal violentaba garantías individuales del imputado, como por ejemplo la de presunción de inocencia, y sin embargo la institucionalidad fue permeable al yerro de hacer de la opresión de la mujer y sus derivaciones criminales, un feminismo punitivo.

Hoy haber tomado esa decisión política que ha dejado a ojos vistas de la ineficacia y esterilidad de la penalización y el aumento de penas para esas situaciones para evitar muertes, pago su costo más directo que es habilitar al poder burgués a construir un aparato normativo centrado en la negación de todo lo dando, incluso con fundamento en la Constitución Nacional.

Debe quedar en claro que la burguesía está provocando y mostrando que puede arrasar con lo dando, en tanto conoce que lo dado, no tiene en sí realidad, sino que es una deriva del uso del poder y en ningún caso una escaramuza que ponga en riesgo su hegemonía. Mientras provoca, gana tiempo y avanza materialmente sobre las condiciones materiales de existencia de la clase trabajadora y los sectores que han sido estructuralmente desplazado de la economía formal, depositados en la ancha avenida de la llamada población económicamente sobrante.

Esto no significa en modo alguno, volver la cara a todos estos sucesos como si no ocurrieran, sino en sentido contrario tomar el problema en todos sus matices, y recuperar la línea directriz que indica que la transformación social del poder , el desalojo de la burguesía como clase gobernante y la instauración del poder obrero con programa socialista es tarea necesaria y no prorrogable a partir de admitir que es la clase trabajadora el sujeto social del cambio , y quien debe gestar su política autónoma , siendo esto lo que facilita la atención de las demandas democráticas, que como queda visto, no pueden ser saldadas por el poder explotador de la burguesía.

La tentación abierta por la burguesía es que con criterio puramente sindical en sentido amplio la lucha política derive en la lucha por la defensa de esas normas, sin que esto implique de conjunto la impugnación en sí, de toda la institucionalidad del poder burgués puesta en su república. Esa tendencia debe ser denunciada y combatida, sustituida por la defensa del poder obrero y programa socialista en revolución permanente.

Nuevo Curso.