ARGENTINA . 8 de Marzo de 2025. Una marcha que tomó por un desvío

Siempre a la hora de escribir textos de opinión hay una necesidad: Partir de la objetividad. Una de esas certezas, dada por su demostración histórica es que las revoluciones sociales  se construyen   y de esta manera se concluye en que no son otra cosa que un producto de la acción del ser humano en búsqueda de una mejor organización colectiva de su existencia a partir de su condición de ser social.

Si las revoluciones se construyen debe advertirse que esa construcción colectiva no se realiza solamente con actos o acciones que se llevan a cabo en las efemérides, ni se les salva apelando a la memoria histórica, sino que se construyen en correspondencia con la capacidad que desarrollen sus protagonistas para superar sus propios condicionamientos sociales.

Durante tiempo prolongado, bajo el amparo del paraguas republicano y precedidos por una acción genocida sobre la juventud trabajadora desplegada desde el Estado en la década del 70 del siglo pasado , y en contexto con ese exterminio , culturalmente se impuso la idea de poner en crisis la noción de clase social y por derivación negacionista la posibilidad real de existencia de una lucha de clases en confrontación por contradicciones objetivas dentro de ese modelo de orden social que es el capitalismo, a partir de que se advierte que el capital no es otra cosa que una relación social.

Ya en el texto del Manifiesto Comunista, Marx deja expuesta la tesis donde puntualiza en el orden capitalista, la tendencia objetiva a la polarización de las clases sociales que existen en su interior por el solo hecho de dar continuidad a la relación capital-fuerza de trabajo y la producción extendida de mercancías.

Esa precisión conceptual, se ve objetivada en nuestra realidad toda vez que en situación de crisis manifiesta de la reproducción del capital,  nunca antes  como en la actualidad se ha concentrado tanta riqueza en tan pocas manos,  y que en paralelo por consecuencia de esto haya que millones de personas estén al borde de la subsistencia, y por debajo de la línea de pobreza en situación real de indigencia. Basta caminar por cualquier calle de cualquier ciudad del país para constatar esta última situación, al punto que el paisaje de miseria tiene fuerte tendencia a la vez a su naturalización.

Sin embargo, con una polarización tan marcada, y una afectación tan notoria del propio principio de distribución que fija la noción abstracta de justicia que predica la propia república burguesa y sus voceros ,  la noción de “clase social” carece de entidad como categoría como para producir una enunciación teórica que de cuenta de esta objetividad miserable. Dicho de otra manera , la noción de clase social, no preside las acciones de los que se posicionan  en los espacios de vulnerabilidad a lo diseñado por el poder burgués en acto , ni tiene  la fuerza política que pareciera corresponderle a partir del cuadro de situación planteado.

En su sustitución , la cultura dominante ha logrado imponer sobre los sometidos, formas ideológicas abstractas interpretativas ,en las que  la noción de  clase desaparecen o carecen de importancia; y  desde esto se organizan pensamientos y acciones en torno a otros colectivos o prácticas centradas en la diversidad y la tendencia a considerar cada situación de conflicto en forma aislada y bajo el otorgamiento del ser por vía de la forma jurídica concentrada a su vez en la ley, leída como fetiche que la ubica como el único instrumento posible de abordaje de la conflictividad y su hipotética superación con admisión de un solo tipo de violencia: la que concentra de manera legitimada el poder estatal, que detenta la burguesía como clase de conjunto.

Uno de los mecanismos de dominación que se utiliza , advertible cada vez con más claridad es la alteración creativa  ante los avatares de su cotidianidad de los significantes generalizados que pudieran haber tenido y motivado la definición de fechas que deben ser recordadas y activadas para darles vida en el hoy, siguiendo la idea de que pasado y futuro solo existen en el presente.

Dicho de otra manera, la burguesía a  inventado  reaccionariamente  sus propias fechas, tiempos y teorías, aún partiendo del sentimiento de lucha que esas fechas pueden inspirar desde las razones históricas de su instalación o por la reiteración actual de esas circunstancias con otras modalidades que mantienen su esencia .

El diario Tiempo Argentino, encabeza la crónica de la movilización de la víspera, 8 de marzo de 2025 de la siguiente manera:

“Milei, sos una estafa” fue la consigna que se repitió en las calles durante la masiva marcha por el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. En defensa de los derechos, contra el saqueo, el fascismo, el racismo y el recorte de políticas públicas. La provocación del gobierno y las acciones en el país”…… Pasó un año del primer 8M en el gobierno de Javier Milei. Todo fue peor para las mujeres y diversidades que atravesaron 2024 soportando un feroz ataque discursivo y material a sus derechos. Las convocatorias fueron múltiples, esta vez sin documento final. La asistencia fue masiva en la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias.

Las cientos de miles de mujeres y diversidades que marcharon el sábado desde el Congreso de la Nación a Plaza de Mayo con sus sindicatos y agrupaciones sociales. También jubiladas, jóvenes y adolescentes marcharon en forma independiente y poblaron las calles con carteles. El espíritu de lucha que conecta a generaciones muy diversas es una de las marcas fuertes de este 8M………

Milei llegó al gobierno con el apoyo de corporaciones antiderechos, con un discurso basado en el negacionismo, que apela al borramiento de la diferencia y estigmatiza a las diversidades. En ese mix discursivo con pretensiones económicas (de una economía que no mejora) se cocina también una violencia que toma como enemigo al que tiene al lado: la compañera que en los últimos años adquirió algunos derechos y las diversidades que muy a destiempo pudieron tener su propia democracia, su propia libertad.

Tomamos ese texto para dar una referencia de cuanto venimos afirmando. No es un posicionamiento del diario en sí, sino una referencia periodística de como se aborda una fecha, habilitando porque los hechos así lo han verificado, que en una jornada de lucha desde la mujer , se habiliten planteos políticos coyunturales específicamente dirigidos a una gestión de gobierno y no a una clase y su poder estatal opresivo y se incluyan demandas que incluso pueden resultar contingentes entre sí. Si solo se revisa la situación de opresión femenina puede llegar a darse el caso de que quien marcha a los gritos por la calle , junto a una mujer , tenga con ella intereses de clase contrapuestos y definiciones políticas diversas. En otras palabras, asistimos ayer a un día de la mujer trabajadora , donde la mujer es una más entre los que ocupan las calles, con lo cual se diluyen en fuerza social sus planteos y se neutralizan sus efectos para el día después de la movilización.

No pueden faltar referentes a los que volver, en la misma medida que horizontes que pretender. En este sentido, determinadas fechas y hechos se vuelven ineludibles estandartes de lo por venir.   Tampoco deja de ser cierto que  como lo señalaba Trotsky   hay que mirar la vida a través de los ojos de las mujeres , pero esa perspectiva propiciada no puede ceder a la desnaturalización de la utilización de un día específico e internacionalizado para indicar la situación de opresión y explotación de la mujer trabajadora. Se le reclama  con ello  a la historia que puesta en acto, sea herramienta de acción crítica y una especie de autoconciencia del proceso que la niega desde la perspectiva de clase que impone la sociedad de clases en la que nos desenvolvemos .

Lenin supo desde bien temprano que sin marxismo no es posible construir la revolución necesaria . Porque sin marxismo no hay revolución socialista pues entre otras cosas, perdería su esencia de emancipación humana y justicia sostenida en el principio de contribución a través de nuevas relaciones sociales de producción ajenas a toda situación que se concrete en vínculos de opresión y explotación de una clase sobre otra.

El marxismo vive , existe, se pone en acto en una revolución socialista, es su componente imprescindible e inexcusable porque esa acción humana colectiva lleva en sí la proyección y apropiación desde la práctica de un programa político elaborado con esas categorías conceptuales por el sujeto social necesario, que no es otro que la clase que emerge y se reproduce desde las relaciones sociales capitalistas y su Estado, que es necesario abolir para emanciparse y emancipar a toda la sociedad

Se pregona también hoy con frecuencia el fin del Marximo asimilándolo a pura ideología edificada sobre las categorías conceptuales de Marx . Se olvida cuando se acude a esa afirmación-negación , que en términos reales,  no existe tal cosa como El Marxismo, en singular y como ideología; sino que existen los marxismos y los marxistas que lo tornan crítico y revolucionario  con su acción organizada en un programa que sostiene a la organización partidaria de una clase oprimida y explotada como lo es la clase trabajadora

Lenin  publicito con recurrencia un concepto directriz de la práctica revolucionaria: sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria, y viceversa. Sin práctica revolucionaria no hay teoría revolucionaria.

 Sin embargo en esa línea de interpretación , hay que advertir que, no se trata de aplicar recetas o de repetir la tesis XI sobre Feuerbach, y con la misma quedar atrapado en el pensamiento más dogmático posible, sin transformar nada.  La teoría a la que alude el revolucionario cuando la hizo pública es la que surge , se genera, se reactualiza se autocritica, en el programa político que da configuración a la organización partidaria desde donde se genera la política autónoma de la clase trabajadora y se avanza con ella hacia la construcción del poder obrero, revolucionario y socialista

Porque lo más importante alrededor de esas frases y sus mensajes, no es el absurdo de recitarlas de memoria, sino ser capaces de conocer las conexiones que mediante estas establecieron sus autores con su realidad. Las circunstancias que las generó. El movimiento social que describen. El sistema de relaciones sociales que establecen. La crítica que encierran. Todo esto se concentra en el programa partidario y es este el que guía las acciones penetrando en la masa trabajadora por acción de su vanguardia, en particular por los jóvenes  trabajadores, sean estos de cualquier determinación de genero.

Porque lejos de ser el objetivo el desfile de la memoria pasiva, lo que cuenta son los modos revolucionarios en los que podemos apropiarnos de ese conocimiento marxista para producirlo de acuerdo a nuestro tiempo y nuestras condiciones y eso no es un acto individual de un esclarecido sino un hecho colectivo de apropiación de saber, traducido en el programa del partido revolucionario que los trabajadores sean capaces de organizar y darse a sí mismo.

Dejar de ser marxistas o extraviar la brújula (ideológica) para nosotros es otra forma de dejar de ser revolucionarios. Permitir que el día 8 de marzo desplace en la consideración a la mujer trabajadora y la convierta en una más de los manifestantes por situaciones parciales, es una derrota ideológica y una perdida de rumbo revolucionario que debe ser rectificada con urgencia  en todas las instancias de la vida política que impongan la necesidad permanente de un diseño de política autónoma de clase trabajadora y haga material la presencia de su fuerza social en la realidad.  O lo que es lo mismo, es sentarse de brazos cruzados a esperar hasta que la cultura de la clase dominante nos quite la razón, y renueve la naturalización del sometimiento que nos impone en condiciones objetivas de barbarie. Milei no diseño la desigualdad social, ni las relaciones de opresión y explotación , antes , durante y después de su gestión de gobierno, esta se desenvuelve con continuidad ideológica e institucionalidad jurídica desde el Estado.

 El problema es entonces el Estado , el poder burgués , y el objetivo liberador, emancipador necesario es la superación de ese orden capitalista, por una nueva sociedad .

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