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ELLOS OCULTAN. LOS TRABAJADORES DEBEMOS HACERLO VISIBLE

El Primero de Mayo, es un día de lucha obrero, socialista, revolucionario, internacionalista. Por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional , celebrado , es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los mártires de Chicago ejecutados por participar en las protestas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que iniciada el 1 de mayo de 1886
José Martí, líder de la independencia cubana, trabajando como periodista, hizo una crónica ampliamente difundida sobre la ejecución , ocasión en la que por su probada destreza literaria, nos puso para el resto de la historia de la lucha de clases frente a los condenados a muerte en el momento inmediato anterior a su ejecución:
“ Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha. Les atan las piernas, al uno tras el otro, con una correa. A Spies el primero, a Fischer, a Engel, a Parsons, les echan sobre la cabeza, como el apagavelas sobre las bujías, las cuatro caperuzas. Y resuena la voz de Spies, mientras están cubriendo las cabezas de sus compañeros, con un acento que a los que lo oyen les entra en las carnes: ‘La voz que vais a sofocar será más poderosa en lo futuro, que cuantas palabras pudiera yo decir ahora.’
Uno de los obreros condenados, George Engel, dejó en la inminencia de su muerte este mensaje:
«…..he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar…..“
Debe tenerse por cierto que ,todo sujeto humano es un sujeto social de ahí que, la primera contradicción fundante entre un ser humano y la sociedad a la que se integra ,se da precisamente en esa aparente oposición de lo individual con lo colectivo pero esto en el orden social capitalista , se conforma en una compleja estructura de relaciones que sujeta al individuo “libre” a los paradigmas colectivos estatuidos desde el discurso del sentido común Esto hace que, las contradicciones generen conflictividades permanentes que obligan a construir dispositivos y mecanismos de poder sobre la base de la libertad individual y la igualdad de oportunidades. Las clases sociales, en tanto factor de un proceso de conflicto y contradicción son un componente constitutivo de esta complejidad.
Marx ya se ocupo de esto, en “la ideología alemana”, señalando que:
“ Los diferentes individuos sólo forman una clase en cuanto se ven obligados a sostener una lucha común contra otra clase, pues de otro modo ellos mismos se enfrentan los unos contra los otros, hostilmente, en el plano de la competencia. Y, de otra parte, la clase se sustantiva {autonomiza}, a su vez, frente a los individuos que la forman, de tal modo que éstos se encuentran ya con sus condiciones de vida predestinadas; se encuentran con que la clase les asigna su posición en la vida y, con ello, la trayectoria de su desarrollo personal; se ven absorbidos por ella” (Marx , La ideología alemana, p. 64).
Este desarrollo hace cuerpo en la Comuna de París, en que el proletariado levantó ya sus propias reivindicaciones “ Es en ese contexto en que Marx publico el Manifiesto Comunista, donde lanzó la consigna :Proletarios de todos los países, uníos y la premisa de que la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos.
Sin embargo, es usual poner en contraste ese escenario histórico y esos trabajadores con los actuales. Generalmente se lo hace con visible anacronismo y con la abierta intención de decretar la caducidad de esa experiencia a manos de una realidad existencial que los desplaza a tal punto que nuestras centrales sindicales , memoran aquella experiencia sin respetar la decisión de la II Internacional, generando una concentración callejera en una fecha diversa y algún partido político que dice representar o actuar por y desde los trabajadores propone realizar un acto en esa fecha diversa para evitar la dispersión de actos que finalmente y con carácter minoritario se realizaran el propio 1 de mayo . En definitiva, al parecer las condiciones de intensificación de la explotación en la que transita el trabajador formalizado o no en nuestros días, sepultan la significación última de la jornada al punto tal que ni siquiera se respeta la fecha.
Lo cierto es que hoy incluso, dentro de esta ofensiva lanzada desde el poder burgués sobre quienes solo sobreviven a partir de poder vender su fuerza o capacidad de trabajo, que implica una nueva caída del salario real , las circunstancias lejos de unir a los trabajadores en el desarrollo de una política y una organización política propia según sus intereses de clase y sus objetivos emancipatorios exhibe dispersión política detrás de intereses diversos. Dicho, en otros términos, la diversidad policlasista se enseñorea por sobre lo que la condición de clase impone.
Por eso , en vísperas de los condicionamientos que nos impone una fecha de los trabajadores, en estas circunstancias que básicamente buscan borrar toda consideración de clase , se hace necesario tener presente y advertir a la joven vanguardia luchadora que, la reivindicación de la clase trabajadora como sujeto de la revolución necesaria debe ser priorizada a partir de entenderla no reducida a una situación estática del ser humano en las relaciones sociales de producción que le preexisten , sino como un proceso relacional siempre inacabado que no se cosificada y cristalizada en ningún momento, producido por relaciones de dominación-explotación capitalistas en permanente conformación morfológica desde procesos de lucha. Por eso , es que no es posible hablar de clase social si no se comprende la condición necesaria e ineludible de la lucha social y política entre quienes tienen de manera colectiva intereses objetivamente antagónicos en su desenvolvimiento existencial.
Siguiendo esta enunciación , Agustín Nieto, y Guillermina Laitano se ocupan de agregar un elemento de especial significación cuando indican que : “Toda relación social es simultáneamente de competencia y cooperación Esto refiere a que toda vez que un número determinado de individuos da lugar a un proceso formativo de grupos antagonistas, en ese mismo momento se delimitan fronteras dentro de las cuales predominan los lazos de cooperación por sobre los de competencia al interior de cada uno y por fuera prevalecen las relaciones de competencia por sobre las de cooperación. En ningún momento esas fronteras son estables, y eternas……”( El concepto de fuerza social obrera… Agustín Nieto, Guillermina Laitano, Luciana Nogueira, Eliana Marioli, Ivana Teijón)

En ese sentido y más allá de los contenidos específicos que se le quiera dar en cada uno de los actos públicos emergentes de esta díaspora , la reflexión que merece una fecha específica de la condición de trabajador y con ella la de una clase social que lucha por intereses que resultan antagónicos a quienes le imponen relaciones sociales de producción que implican explotación y opresión , es aquella que apunta de modo propagandístico a la comprensión consciente, a la aprehensión de que la clase obrera está siempre en proceso de formación inacabado y en relación con la lucha .
La clase obrera para cerrar el ciclo de su formación necesita romper su condición de subalternidad con quienes en la producción social se apropian de modo privado del valor contenido en la mercancía producida por el trabajador para transformarse en clase hegemónica haciendo desaparecer esa condición en un orden social sin explotadores ni explotados, sin opresores ni oprimidos.
Es ese el hilo rojo que anuda aquellas luchas fundadoras y sus consiguientes represiones asesinas, con el presente, impidiendo su caducidad por su continuidad de objetivos estratégicos en desarrollo en el tiempo.
La tendencia a la polarización de las clases sociales es hoy llamativamente marcada pero en la labor específica de la gestación de un discurso de clase y la formación de partidos políticos de clase se tropieza por acción de la cultura dominante que prevalecen formas interpretativas en las que las clases desaparecen o carecen de importancia. La advertencia de este fenómeno debe ser realizada constantemente si se quiere avanzar en razón del objetivo estratégico emancipatorio al que hemos aludido y que declama con precisión el obrero Engels antes de ser ajusticiado.
En relación con esto último hay que recordar que cualquier dispositivo de poder de los que hacemos referencia al aludir a su objetivo táctico de retirar de la escena la consideración del criterio de clase ínsito en la génesis y desarrollo de todo fenómeno social emergente en la actualidad, son más y mayormente eficientes en tanto gocen de la condición de invisibilidad, es decir, en tanto no quede claro que se trata de una operación en la confrontación y no un elemento del orden natural. Los dispositivos de poder son eficaces en tanto no se los visibiliza como tales. Sin embargo, no ver los mecanismos de poder no significa ceguera, sino pura y simplemente limitarse a la observación de la superficie de un fenómeno, a las que por sí misma se le otorga el estatus de realidad.
Reposicionarse sobre las clases sociales, reivindicando la lucha de antagonismos sociales contenida en la estructura productiva del capitalismo en tanto orden social, indicándola además a esta contienda a su vez, como su matriz formadora , es una tarea que también nace de no acudir a la caducidad histórica de los hechos que fundamentaron la instalación del 1 de mayo como día internacional del trabajador y reclamar en el plano del conocimiento que exige la política autónoma de los trabajadores , se contemplen las lógicas profundas de los fenómenos confrontativos en que se asientan los mismos, y que constituyen las razones de sus dinámicas.
En esa tarea de difusión de la necesidad de entender la noción de clases y desde ella propiciar la presencia en análisis y generación-producción en toda militancia práctica, de la lucha de clases yacente en cada fenómeno social y su emergencia política-jurídica, que puntualizamos y requerimos se advierta, incluso desde las matrices de la instalación del día internacional del trabajador,
El desarrollo de la lucha de clases en sus configuración de acciones políticas que se reconocen en ese conflicto , trajo como respuesta orientada a la conformación de la dominación nacida desde el poder burgués, el problema y la táctica de instalar al derecho como centralidad organizativa en el orden social capitalista , por lo que el discurso jurídico y la técnica del derecho han tenido esencialmente la función de disolver y no hacer visible el hecho de la dominación para hacer aparecer declaraciones de posibilidades jurídicas pensadas desde el individuo y, por otra, la obligación legal de la obediencia como contrapartida de lo primero . Así el sistema del derecho está enteramente centrado en el funcionamiento de la institucionalidad republicana enmascarando la dominación y sus consecuencias.
Solo la prevalencia en las prácticas revolucionarias de los elementos de una política autónoma de clase, nacidos de la lucha y su necesaria organización partidaria, dan las pautas eficientes para la construcción y constitución del poder obrero y el programa emancipatorio socialista. Un nuevo 1 de mayo renueva la imposición de desarrollo de esa tarea por fuera de las emergencias contingentes de la cotidianeidad que nacen de la propia agenda que pretende imponer el poder burgués.
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