Nuevo Curso

Una herramienta política necesaria con una experiencia histórica que la respalda

En Argentina el Partido Revolucionario de los Trabajadores fue una experiencia excepcional de desafío directo, clase contra clase ,de la joven vanguardia de trabajadores y otros sectores oprimidos al capitalismo
El 25 de mayo de 1965 se fundó, bajo la característica específica de ser una organización revolucionaria, proletaria y de combate que supo, al calor del enfrentamiento con el enemigo, estructurarse como tal y con amplia penetración en la vanguardia obrera, ponerse al frente de las luchas de nuestra clase y el conjunto de los sectores oprimidos; en pos de la toma del poder y la construcción del socialismo desde el poder obrero.
Así el PRT se convirtió en una de las organizaciones más fuertes, desarrolladas y activas en los fines del 60 y la primer mitad del 70, siendo una verdadera referencia política, ideológica y organizativa de y para los laburantes y por consecuencia necesaria , el enemigo público n°1 de , los capitalistas y su Estado.
Una alta proporción de los jóvenes trabajadores que hoy solo pueden atinar a una resistencia frente al orden social que los explota y oprime y militan en la propaganda contra el régimen burgués, desconocen los orígenes y la historia de esta organización que como sus componentes llevó a la lucha de clases a un alto estadio y luego desapareció con ellos, pues era de ellos y hacia todo trabajador a sabiendas organizativa e ideológicamente bajo el legado dejado por Ernesto Guevara que «en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera)»
En general a pesar de la profusa bibliografía que se generó en particular como se dice en el futbol, “con el diario del lunes”, la tradición oral es la que nutre algunas ideas propias del espacio de las apariencias sensibles sobre la formación del partido revolucionario de los trabajadores.
Dentro de los efectos de la victoria militar y cultural que la burguesía le impuso a la clase trabajadores por vía de practicas genocidas descargadas sobre su juventud, está aquel que terminó concentrado en la teoría de los dos demonios en donde se le ubico como uno de esos presuntos extremos , para lo cual se describió sus acciones políticas y sus documentos como propios de un emprendimiento de “guerrilla foquista”.
Esta operación ideológica de los vencedores y todo el arco político de la época y aún en la actualidad, , lejos de acercar al trabajador que nació en la última década del siglo 20 con esta experiencia para su educación y acción en el contexto de la crisis de reproducción del capital donde nos encontramos, lo distancia infundiéndole temor a quedar referenciado en esa suerte de lugar no deseado que implica la lucha armada.
Dada así las cosas, para los críticos el Prt y su ulterior expresión armada el ERP , fue un fenómeno ajeno a los trabajadores, y con eso se introduce el peor de los embustes porque al hacerlo se quita de la perspectiva obrera una herramienta de lucha para los difíciles momentos que atravesamos, en tanto esa intervención política de lucha obrera, se la referencia en el tiempo, preconcebida con un prejuicio que dota a la experiencia como manifestación de la intemperancia ultraizquierdista de los sectores medios pequeño burgueses.
Fue así que por esta vía de construcción de un discurso mitológico se estableció la ideología que descarta la posibilidad de que existieran obreros que tomaran el camino de acciones armadas, puesto que estos no pueden hacer una opción racional por esa táctica política.
Lo que se hizo y se hace por vía de esa operación ideológica es consideran que la experiencia histórica realizada por el PRT se corresponde con la
rebeldía del estudiantado de aquellos años descartando su posicionamiento proletario, puesto que los trabajadores son naturalmente peronistas,y conforman una masa amorfa multiclasista.
Sin duda ese es un dato que carece de toda demostración y permanece puramente en el plano de la mera especulación con objetivo funcional al interés de la burguesía.
Lo cierto y por fuera de ese discurso puramente especulativo instalado en la tradición reinante sobre el particular, es precisamente lo inverso. Se puede hoy con el paso del tiempo y obtención de mayores fuentes históricas de información afirmar con criterio de verdad, que El PRT logró captar una cantidad apreciable de obreros incluyendo un,buen número que había adherido o activado en el peronismo en sus distintas expresiones, pese a que para estos últimos aquel pretérito «sentir peronista» tenía la ventaja de no exigir nada a cambio y sentirse más cómodo en una generalidad compartida por gran parte de la población según lo indican los guarismos electorales en aquel tiempo.
Más allá de esto la adhesión de los trabajadores al PRT- debe ser considerada no sólo cuantitativamente sino también, por su significación cualitativa.
Nuestra evocación de la fundación de esa organización es por su relevancia histórica y por el aporte que esa experiencia debe tener en el presente , marcado por la acción de organizaciones reformistas culturas del cretinismo parlamentario
En ese sentido insistimos en que , lo que tiene relevancia no es la cantidad de obreros que se acercaron a militar en la organización , sino la proporción significativa de trabajadores que habían adquirido con ese acto de adhesión al PRT , un nivel de consciencia en torno a su condición de clase en sí y la necesidad significativa de lograr con su acción militante la transformación de cada trabajador , en clase para sí.
El Prt debe ser rescatado en su objetiva significación histórica , en un aniversario más de su surgimiento , para dotar a los compañeros trabajadores en lucha de herramientas conceptuales necesarias, que lejos de todos los intentos que pugnan por borrarlo de la conciencia histórica de la clase trabajadora , dan testimonio de una imagen que refuta las tipificaciones simplistas.
No fue una organización foquista, aunque se reivindicó guevarista en un sentido internacionalista y latinoamericanista e hizo empleo de la lucha armada y tuvo la virtud de afirmarse dentro del marxismo que llevaba su propaganda revolucionaria a la clase trabajadora en sí, abrevando en distintas fuentes y corrientes reales de ese pensamiento transformador .
Si bien esto último le implicó una heterogeneidad que significó políticas y líneas contradictorias, también es cierto y eso es lo más valioso, lo llevó a una praxis vital y compleja por la que fue apuntado por la burguesía como su principal enemigo político , en una abierta confrontación clase contra clase.
Lejos de todo preconcepto y operación ideológica de burgueses y reformistas, el PRT marco la correspondencia entre el nivel medio de la conciencia de las masas en su tiempo histórico y la línea política heterogénea y practicista de la organización, venciendo los límites que hoy adolece en el plano subjetivo la lucha revolucionaria, particularmente por la crisis de su dirección .
Insistimos en un concepto final. Estamos en una semana de aniversarios. Este factor de mero calendario no debe alejarnos del fenómeno histórico como tampoco reducirlo a la mera evocación que en algunos casos no hace otra cosa que renovar los estereotipos ideológicos que la burguesía ha impuesto por vía de la formación de sentido común en las masas obreras. La experiencia debe ser analizada en contexto y además evitar el reproductivismo mecanicista en tanto las razones estructurales de la emergencia del PRT no tienen asimilación analógica con las presentes.
La necesidad de un partido de clase, con política obrera autónoma y de definición estratégica hacia el poder obrero y el programa socialista están planteadas hoy para reabrir desde el contexto específico actual esa experiencia de partido de la clase trabajadora ajeno a toda ingerencia en él del enemigo de clase.
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