Nuevo Curso

EL ENEMIGO INTIMO.

“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente;
enfrentar solo los hechos de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar.
Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida…para no darme cuenta, en el momento de morir, que no había vivido.”
― Henry David Thoreau

Cada vez que accedemos desde distintos puntos del país a la exhibición reiterada de acciones represivas desenvueltas por agencias del poder burgués en el marco de su monopolio del ejercicio de la fuerza, la inmediata reacción que se constata en donde las personas se pueden expresar es la recurrencia a la consigna que reclama un FUERA para quien gobierna.
La pregunta inmediata a esa consigna es la que nos interroga sobre cómo sería esa expulsión de la escena de quien actualmente tiene a su cargo la gestión ejecutiva del Estado d. Si es por vía institucional, lo hecho implica la presidencia de Villarruel y su aparato oscuro tras el escenario , unida a las peores expresiones del peronismo.
Si hipotéticamente un movimiento de la población lograse rebasar la línea de la actual gestión de gobierno con solo esa determinación como programa sin cuestionar además al Estado de la burguesía en sí , la institucionalidad del régimen de donde no saca los pies, no tiene otra ruta que implementar la norma constitucional que regula esa acefalía, lo cual implica poner en acto la sucesión presidencial que ella introduce por sus artículos.
Si se actúa sin otro programa que el ya difundido FUERA MILEI, se tropieza además con los oportunistas de todo color y con el FITU, jugando a que “ le den algo” los que no dejan de mandar .
Hay que advertir entonces que la búsqueda de un pliego mínimo que acompañe al hecho político de la destitución para su realización requiere una revolución y no un cambio de gobierno.
En ese sentido también cabe preguntarse ¿ Cual es hoy la ideología de las mayorías, que no sea el aseguramiento del propio bienestar individual dentro de relaciones capitalistas que estando en crísis de acumulación y reproducción no se lo puede dar?
Cuál es el nivel de comprensión de lo real que tienen las masas trabajadoras respecto de cuanto le sucede? Solo se concentra en un hipotético repudio al presidente y su entorno inmediato ?¿ Hay una demanda mínima por otro modelo social?
Estos interrogantes no llaman a la preocupación de la política de clase, no por su entidad en sí, sino porque esa política de clase no se realiza desde operador organizado alguno. Todos estos problemas conexos y relevantes, no se exhiben ni se milita para su incorporación en una organización que pueda conducir ese anhelo de retirar del poder a Milei.
Incluso hay que decir que es posible que el presidente sea expulsado como ocurriera ya en otros países de Latinoamérica pero ese resultado es factible que opere , porque probablemente lo expulsarán los mismos que lo produjeron y lo pusieron en ese lugar, una vez que terminen de apropiarse de la poca riqueza que subyace en la estructura capitalista de la Argentina.
Las organizaciones existentes en franco retroceso de consenso con las masas trabajadoras solo buscan votos para consolidar su aparato y desde él apuntar a una táctica reformista que consiga llamar a una Asamblea Constituyente, que de realizarse los desplazará del lugar y reubicara a alguna expresión política de la burguesía
El ejemplo de Chile señala ese camino. Todo es absolutamente más difícil que lo que contiene la consigna.
Un estado nacional no imperialista no puede hoy desarrollar su propio capital. Los reformistas cultores de horadar el gobierno de turno para que el poder burgués y su sistema quede en pie, sostienen ideológicamente la premisa inversa y con eso de manera permanente conducen las luchas a su frustración.
De esto se infiere que cualquier luchas por la liberación nacional han terminado históricamente
Un estado nacional de capitalismo tardío como lo es la Argentina no puede hoy desarrollar su propio capital desde las herramientas jurídicas que dicen sus lineamientos políticos y solo viabiliza mecanismos de explotación que agudizan su intensidad para solamente sobrevivir y facilitar su reproducción.
Esto último excluye también la posibilidad de alianza del proletariado con cualquier sector de la progresía pequeñoburguesa que se embandere en esa hipotética estrategia de liberación nacional.
Los trabajadores no tienen otro camino que salirse de la ruta que los lleva al reciclado de la explotación y recuperar sus herramientas de lucha de clases y los métodos de combate necesarios para el enfrentamiento militar con el poder burgués. Experiencia que se aborda desde el programa revolucionario y según lo que el programa y la organización revolucionaria reformulen constantemente según los signos que deja en concreto la lucha de clases.
El FITU y todos sus colaterales que pese a declarar que no tienen coincidencias sustantivas con esa cooperativa electoral, adquieren para sí ese producto del mercado de la política y el régimen que impone el poder burgués desde su Estado, en ocasión que este se manifiesta en elecciones farsescas , han entrado por múltiples causas, en el camino de la social democracia, siendo éste uno de los factores que impide impulsar esta consigna tan difundida en las redes, cada vez que la gestión de gobierno desarrolla una de las determinaciones que previamente le vienen impuestas por la burguesía de conjunto.
Dicho de otra manera, es esa ubicación estratégica de estas organizaciones la que presenta un mínimo aparato político que se dedica a producir desvíos de la tarea emancipatoria de los trabajadores en post de un nuevo orden social una dificultad más para el desenvolvimiento de esas acciones.
Hay que dejar en claro que por esta vía política que emerge de la cooperativa electoral FITU y sus colectoras presuntamente autónomas de su gestión pero tributaria a la hora de las elecciones, no se desconoce que nos encontramos en términos generales en un contexto histórico que da cuenta de una situación de crisis de reproducción del orden social capitalista y en ese sentido de los elementos que componen la relación social capital.
Sin embargo, si se sale de la mera declamación, se advertirá que al mismo tiempo, no se le acuerda centralidad y se lo enuncia como un elemento más. En ese sentido es necesario advertir que si por esa simple declamación se ignora ese componente esencial de la situación, en lo real y concreto ,resulta de difícil materialización la posibilidad de tratar y generar reformas sociales sistemática.
A la inversa , lo que se hace con distintos ritmos y modalidades desde la gestión de gobierno es desarrollar la tendencia a su implícita desaparición
En este sentido , la crisis de desarrollo del capital presenta obstáculos para que la burguesía pueda continuar la acumulación y reproducción de capital
Por este motivo es que en los hechos, las medidas de gobierno se orientan a degradar el l salario real y con ello, el nivel de vida de las masas por incremento de la explotación
La realidad hace que en los hechos, la gestión del poder burgués formal, se oriente a dotar de mecanismos a esa clase dominante que hacen las veces de herramientas para que esta recupere la situación dominante por consenso de las mayorías sin que el empleo de la fuerza sea su único mecanismo de dominación
En ese sentido es que restringe impuestos, derechos aduaneros, mantiene el proceso inflacionario aunque dice controlarlo ,recurre a envilecimiento de la moneda ´por diversos mecanismo ;encarece la canasta familiar, aumenta la desocupación, e introduce reglamentación policíaca de las huelgas.
Los datos objetivos que la dialéctica de la lucha de clases deja registrados en la historia marcando a la vez su continuidad como proceso y no la discontinuidad que pretenden asignarle los reformistas afiliados en su debacle a los esquemas ideológicos de la posmodernidad hacen a la prevalencia teórica de las categorías conceptuales que nacen desde el propio Manifiesto Comunista de Carlos Marx obligando a los enemigos de la clase trabajadora a intentar sobrevivir bajo la forma de oportunismo socialista.
Por eso se menosprecia el trabajo de penetración del programa socialista por la vanguardia en las masas trabajadoras en sí, sustituyéndolo por imágenes, y el culto de la personalidad de uno de sus candidatos a quien se le coloca en sitios fetichesco que llegan al punto de sostener que si hubiera participado de las elecciones en CABA otro hubiera sido el resultado.
El período de preparación de las fuerzas sociales y sus componentes ideológicos en tanto armas de la crítica y programa de acción es soslayado de modo deliberado por las direcciones aparatescas de esta cooperativa electoral . La confrontación clase contra clase es interpretado por ellos en el sentido de una renuncia a esa especifica confrontación , ocultando que en ningún caso es un simple conflicto social sino finalmente un enfrentamiento de opuestos con lógica militar donde el uno intenta superar al otro .
Así los describe Lenin cuando los describe en su esencia diciendo que “ Explican el mejoramiento de la situación de los esclavos para luchar contra la esclavitud asalariada queriendo que los esclavos vendan por unos céntimos su derecho a la libertad. Predican cobardemente la «paz social» (esto es, la paz con los esclavistas), el renegar de la lucha de clases, &c. Estas corrientes encuentran muchos partidarios entre los parlamentarios socialistas, los diversos funcionarios del movimiento obrero y los intelectuales «simpatizantes». (Lenin Vladimir. Marxismo y reformismo Edición electrónica: Marxists Internet Archive)
Es así que la opción reformista bandera del FITU y colaterales se choca con un escenario que en concreto hace que cualquier reivindicación seria con forma de demanda y en busca de la institucionalización por la forma jurídica que la consagre o cualquier pretensión progresiva relativa a libertades democrática de la pequeña burguesía, conduce inevitablemente a su resignación impotente y frustrante , ante los límites de la propiedad capitalista y del Estado burgués.
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