Durante años y por distintas variantes de expresiones políticas se hizo en la Argentina por sus respectivos operadores un formato de actividad política que como una suerte de reglamento , regía sin letras la competencia de ese mercado, sin dejar ver la advertencia de que cualquiera fuera quien hiciese acciones políticas lo que en definitiva producía, y como no puede ocurrir de otro modo era un tipo muy particular de mercancía.
Vale decir, la instauración de la república democrática tras el fracaso del partido militar por su deriva en prácticas genocidas y bélicas de enfrentamiento con otros Estados, lo que gestó poco a poco hasta consolidarlo fue que la actividad política fuera una suerte de culto del lugar común adaptado a las encuestas entre empresas que pujaban inicialmente por su crecimiento a como fuera. Siendo mercancía lo que producen esas empresas, la exhibición y oferta del producto en el mercado , hizo que se buscara con mayor insistencia la demanda de ese producto específico, factor que desde las pyme de la izquierda las hizo devaluar su discurso para no irritar o espantar a la pequeña burguesía con categorías tales como clases sociales, lucha de clases, ley de valor, independencia de clases, dictadura del proletariado. Por esta vía , los empresarios que habían comenzado aludiendo al carácter internacional de la lucha , decidieron mantener la etiqueta del envase, pero alejarse de ambos , es decir, se dedicaron a lo nacional y la lucha derivo en parlamentarismo pero no con el formato bolchevique que lucía anticuado, sino con el del cretinismo construido en una serie sucesiva y significativas de componendas.
No obstante para poder ir a vender a más público ese nuevo producto con envase y etiqueta tradicional advirtieron que el volumen de su producción era también una dificultad en las formas jurídicas electorales. Decidieron armar una cooperativa para ese efecto y para ir todos juntos a las ferias electorales que periódicamente la república democrática les ofrecía para ir a vender sus discursos y así es que por fín encontraron un mercado inestable pero mercado al fin.
Lo cierto es que cuando se opera de esta manera , las diferencias se diluyen y se termina por pensar que hay que pegar un salto en el desarrollo, siendo ese el momento más difícil para una empresa por las dificultades que presenta en la dimensión organizativa de la opción. Siendo así, y teniendo frecuencia de trato con otros puesteros, la tendencia es a dar el salto pero con la necesaria unidad de sentidos políticos con componentes y expresiones políticas de otras clases sociales, que curiosamente son las que explotan y oprimen de alguna u otra manera a los iniciales integrantes de esas pequeñas empresas que tomaron este derrotero , lavando primero el programa por vía de nuevas interpretaciones , para luego imponer el no programa y la prevalencia de la coyuntura sobre iniciales propósitos estratégicos.
En un paso más en esa orientación , que es generalizada pues ya nadie sabe en general que es lo que se contiene dentro del producto mercantil que la política argentina vende por cada uno de sus efectores , factor que se evidencia por el constante salto que los operadores hacen de una a otra empresa o la emergencia de grupos que cooptando pretenden monopolizar el mercado alterando sus reglas de competencia.
Lo cierto es que nos toca sobrevivir en este siglo, a espectáculos que creíamos sepultados en la historia por desaparición física de los protagonistas pero no por la trascendencia dialéctica de sus ideas en el tiempo y lo hacen con la apariencia de nuevos sucesos, pero como farsa . Si se lee un poco la propia literatura política de otros tiempos, donde hay que reconocerlo, la mercantilización era mínima y las personas por sus ideas o por su condición de clase mantenían su afiliación a grandes partidos de la burguesía u otros que defendían la independencia de clase desde un programa socialista se podrá advertir que varias veces la militancia organizada como partido del régimen , en tanto ese partido tiene ajuste con las pautas programáticas de la constitución nacional y las leyes que regulan la actividad de esos partidos y su financiación, tuvo momentos en los que decidió operar más en función de una teoría de la revolución por etapas y acudir a los objetivos de lo que consideraban necesarios propios de una revolución democrática a la cola de algún partido de la burguesía más radicalizado en esos propósitos.
Solo a título ilustrativo es necesario traer a cuento , una referencia puntual. En 1977, el Secretariado Unificado de lo que pretendía recuperar la Cuarta Internacional luego de la guerra emitió una resolución , sobre “Democracia Socialista y Dictadura del Proletariado»
La resolución en cuestión constituyo un total abandono de la teoría marxista del Estado y de la dictadura del proletariado. Para el SU, la dictadura obrera significa, por sobre todas las cosas, la “extensión» de las libertades democráticas y afirma que el aplastamiento de la contrarrevolución burguesa debe estar limitado por el respeto a las libertades individuales. Se trata de un abandono del planteamiento marxista puesto que el Estado obrero debe subordinar las libertades democráticas a la acción directa de las masas y al aplastamiento de la contrarrevolución. Este ha sido el curso seguido por todas las revoluciones (Cromwell, Robespierre, Lenin) en aplicación de la teoría de la revolución permanente .
El SU con esa resolución consagro en plano teórico , el abandono de la caracterización marxista del Estado sobre la base de las relaciones de propiedad en las cuales se apoya..
Desde Argentina, Nahuel Moreno líder de otra corriente revisionista, oportunista aunque se pronunció contra esa resolución , terminó en el tiempo acuñando la tesis de la revolución democrática que hoy luego de su diáspora se contiene mayoritariamente en los partidos del FITU se caracterizo por vía de todas las organizaciones políticas que supo fundar y desarrollar por una defensa principista del Estado burgués ‘democrático’ en los países de capitalismo tardío . Moreno, fue dirigente de un partido que mandaba telegramas de condolencias a los familiares de militares, asesinados por el terrorismo pequeño burgués, y se declaraba solidario con el dolor de sus familiares porque “nada de lo humano nos es ajeno»
De esta forma, cuanto queda claro para apresurados detractores y horrorizados sorprendidos que cuanto hacen los representantes del FITU en el hecho objetivo de la condena confirmada a Cristina Fernández es repetir con los formatos de difusión de imagen actuales, trazos gruesos de las directrices que cimientan su construcción política desde 1950 a la fecha, con más o menos matices, dejando en claro su actual reformismo, parlamentarista y oportunista.
Es una forma de que la empresa crezca, de protegerse a sí mismos de denuncias en su contra que tienen forma de proceso penal en curso. Incluso a la militancia a la idea trasnochada de sustituir el rol de la mujer política dirigente que ocupaba Cristina con el de Myriam Bregman, tal como si la lucha por el socialismo admitiera un cambio de figuritas para ocultar la construcción de un frente popular y la conciliación de clases en detrimento de una política autónoma de la clase a través de la construcción de un partido revolucionario de trabajadores . Solo queda desde la observación crítica de esta práctica , avisar , que es frecuente que cuando una pyme pretende trascenderse aún como cooperativa electoral, lo que se consigue no es lo pretendido sino la quiebra, ahogada por estrangulamiento en el mercado político por la concentración monopólica de la oferta en el resto de los partidos de la burguesía y la apatía generalizada de las masas trabajadoras .
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