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VENDER INDEPENDENCIA DE CLASE POR REPRESENTACIÓN

“…Se impone tanta verdad en la medida en que nosotros la impongamos.
La victoria de la razón sólo puede ser la victoria de los que razonan” ( Beltolt Brecht. “ Galileo Galilei)

La situación del desarrollo de la lucha de clases en la sociedad a la que nos integramos en condición de clase explotada nos impone una reflexión desde ese desfavorable posicionamiento subjetivo. En ese sentido hay que tener presente que cualquier avance en esa acción, cualquier análisis en que pretendamos adentrarnos , debe estar referenciado por el período de lucha de clases que aborda y desde él, extraer el contenido específico de las categorías conceptuales que en el plano de la opinión podamos volcar en este texto.
Federico Engels, en el prólogo que introduce sobre el texto de Marx, “la Internacional. Documentos, artículos y cartas. “ según edición de sus obras completas por el Fondo de Cultura económica , señala en el sentido apuntado en el párrafo que antecede que: “Se sobreentiende que cuando no se conciben las cosas y sus relaciones recíprocas como fijas, sino como variables, también sus acciones en la mente, los conceptos, se hallan igualmente sometidos a modificaciones y renovación, que no se los enclaustra en definiciones rígidas, sino que se los desarrolla dentro de su proceso de formación histórico o lógico respectivamente.”
Con esa herramienta metodológica, es posible decir que la situación en Argentina, es de dominio estable de la burguesía, si se toma a esta clase de conjunto . Con esto queremos significar ue la clase obrara está definida y delimitada por su contraria en el contexto de su dominación y su existencia se advierte por su presencia en la sociedad como fuerza social , pero en ningún caso política , es decir solo existe por acción del capital y no por sus determinaciones tácticas y estratégicas hacia su emancipación de la condición de explotada.
Dicho, en otros términos, las expresiones de determinación de voluntad que los trabajadores realizan desde su condición de clase no logran cuestionar las relaciones de sujeción . Esto implica que la estructura productiva se impone a cualquier voluntad de cambio del orden social que ella desenvuelve , aunque todo esto , en realidad, no elimina el malestar colectivamente subjetivo que algunos grupos internos de la clase trabajadora experimentan por algunas acciones del equipo de operadores políticos que actúan desde el Estado en beneficio funcional del interés burgués.
contrariamente a quienes siguiendo las sombras de las apariencias, como elementos corpóreos , certeros y reales , sostienen sin siquiera sonrojarse , ni revisar cuanto pudieran haber dicho en su propio pasado, que “al gobierno le salen mal las sesiones parlamentarias, por la persistencia de las luchas”
Siempre que se tira al espacio de la consideración pública, algún tipo de afirmaciones como la transcripta, la vocación subyacente de esa acción, tiene que tener en sí, al menos un acercamiento a lo materialmente existente y nunca adquiere al menos la calificación de acción responsable, cuando solo se ajusta al deseo de quien la emite.
La tesis que empezó a tomar cuerpo desde que se vieron los resultados en algunas provincias donde se adelanaron las contiendas electorales, en las que la presencia de la izquierda del régimen burgués arrojó resultados de marginalidad política, se desenvuelve de manera explícita ahora que han pasado unos meses y se avecinan otras jornadas con ese tipo de farsa , de sobre en urna.
Esto último sucede por un doble juego de intereses sectarios, engendrados desde la política de aparato que invierte el orden de lo existente privilegiando al aparato partidario por sobre los datos objetivos de la realidad. El principal es ver si por la apología del luchismo y poniendo a los figurones frente a todo lo que pueda hacer las veces de cámaras , en las que se vendan rostros y repetición de consignas donde en todos los casos la salida de todo conflicto es : “vení al frente de izquierda, se pueden mejorar las magras perfomances anteriores, en particular porque si se pierden las bancas se restringe el presupuesto de la organización y básicamente el espacio donde solo pueden encontrar estadio , la táctica electoralista en estrategia reformista .
En segundo lugar, y esto es lo más preocupante, para cubrir la posibilidad del fracaso con la señalización de marcar a la “lucha como camino”, siempre y cuando esta consista en poner carteles y caminar junto a los que son perjudicados por los diseños políticos que se integran en la ofensiva de clase que la burguesía lanza sobre explotados y oprimidos para advertir , luego de golpearlos duramente en los fundamentos mismos de su existencia por desplazamiento de la fuerza de trabajo , que el rescate, la reproducción y si se quiere una nueva secuencia de acumulación originaria son esenciales para el capital y que la única vía de este resultado es el sacrificio por mayor apropiación o conservación de la cuota de plusvalor que han de recibir los trabajadores en un nuevo escenario existencial marcado por las carencias y la pobreza significativa.
Dicho de otra manera, la burguesía golpea hoy al amparo de un encuadre político favorable que no se corresponde con la base material en crisis y con ese viento aleatorio en su favor, avanza en el desplazamiento de los trabajadores en el escenario social-existencial. Ese ataque se sabe, no puede ser de otra forma que transitorio , porque la matriz de lo político en el orden burgués es la aprobación de los intereses de esa clase , por consenso, que en sentido general, reconfigura la relación amo-esclavo.
Dicho de esta forma, lo que ocurre y la izquierda del régimen oculta , porque su lugar es meter bullicio en la puerta , pero nunca ingresar de manera significativa a la puja de manera que esta se transforme en conflicto abierto de clases y no una controversia entre propios con influencia de extraños que hacen la claque para alguno de los sectores en conflicto, pero nunca lo protagonizan.

Esto significa lisa y llanamente que la izquierda del régimen toca en este espacio temporal una sola música, signada por la prevalencia del criterio según el cual «los enemigos de mis enemigos son mis amigos» que sugiere que dos partes, aunque no sean amigas, pueden aliarse para enfrentar a un enemigo común ya que un enemigo compartido crea una base para la cooperación, incluso entre aquellos que no tienen otras razones para ser aliados.
Así las cosas, pareciera que lo único importante es que al gobierno le vaya mal en el parlamento, ocultando que lo mayoritario en el congreso nacional no son los trabajadores y su política de clase sino los enemigos de los explotados, de forma tal que si algún grupo de personal político personero de un sector de la burguesía en tanto clase le impone al equipo encargado de la faz ejecutiva, mínimas correcciones en el plan de gobierno eso no es otra cosa que la resultante de manifestantes que gritan en la puerta.
Lo que no se advierte es que cuando se llama a acudir a las urnas, en cada capítulo de la farsa electoral se está diciendo que no hay sumatoria de elementos en la realidad que transformen a una fuerza social como lo son los trabajadores en fuerza política y que precisamente la instancia electoral, en particular para elegir parlamentarios, sería el camino pavimentado para el pasaje de esa fuerza social a fuerza política. De tal manera y de ser así las cosas, se concluye que no son los que gritan en ocasiones por las calles, los que condicionan los avatares que se suceden puertas adentro del Congreso de la Nación, pues de serlo la relevancia de la izquierda del régimen debería ser notoria, y no residual como en realidad ocurre.
Dicho de otra manera, que los bloques de operarios políticos de algún sector de la burguesía consigan guarismos para rechazar medidas del gobierno no es en ningún caso una consecuencia directa de lo que sucede en las calles. En ese espacio lo único que ocurre es que un grupo diverso de demandas sociales solo reciben una respuesta que reciben quienes pretenden corporizarlas: “palos y detenciones”
La izquierda del régimen, sin embargo, oculta otra cuestión que es significativa, que es su único propósito de formatear esa demanda de fuerzas sociales incipientes por la canaleta de la república burguesa, de manera que el descontento que se enuncian en los reclamos sea el sustento de un voto específico y del ingreso de la demanda al propio parlamento. No hay en ningún caso la vocación de que el descontento pueda dar un salto de calidad desde antagonismos cotidianos diversos y parcializados a un cuestionamiento sostenido del Estado, que se constituya como tal en una fuerza política movilizadora de las clases antagónicas hacia un enfrentamiento directo. En definitiva, el objetivo es no abandonar nunca la presencia de instancias mediadoras entre los actores directos del conflicto y esa exigencia de la representación siempre latente en toda intervención no lleva a otra cosa que a la funcionalidad de lo hecho con la republica de la democracia representativa del orden burgués , donde el pueblo no delibera ni gobierna sino por sus representantes electos.

El menoscabo de la conformación del sujeto revolucionario, por vía de la exaltación apologética de la lucha contenida por las formas, y propósitos reformistas, es obstructivo del desarrollo del poder obrero, y solo apunta a que los atisbos de acción directa pasen por el ataqaue a las cosas que representan las relaciones sociales involkucradas en la reproducción del capital y no a su superación política por otro tipo de relaciones y estructura del poder de clase , como el que implica la construcción y establecimiento del poder obrero y su dictadura de clase.

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