Karl Marx hizo pública una idea que con el tiempo ha adquirido la mayor significación a partir de los hechos de la historia de la lucha de clases desarrollados con posterioridad. Al comienzo del” Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte» (1852) se puede leer lo siguiente: «La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos»

Con esta afirmación no instituye un dogma sino una herramienta metodológica a partir de la cual cuando nos encontramos inmersos en situaciones de crisis estructural y política que implican aunque no realizan en concreto una tendencia objetiva al cambio social planteada desde la propia dificultad de reproducción que plantea la relación social capital , la advertencia de la posibilidad cierta de que en la faz subjetiva, los actores políticos, no actúen basándose en las condiciones reales existentes , sino que apoyen sus actos en el disfraz ideológico extraído del aparato de premisas de ese tenor , propio de situaciones pasadas que no se repiten en lo concreto , con lo que la propia noción de la transformación social se obstaculiza ante la repetición de lo viejo que no tiene actualidad en lo presente.
Por estos días. nos toca advertir el descenso pronunciado de todo cuanto pudo o pretendió implicar aquel recitado de campaña que materializó Raúl Alfonsín , buscando ideologizar con las formas de la república el objetivo estratégico de , una pretendida transformación social democrática en el marco de una forma de Estado republicana , que volviendo a los orígenes de su instauración jurídica plasmara el programa mínimo de ese modelo de cambio por el cual se estructura , la unión nacional, la paz, la justicia, la defensa común, el bienestar general y la libertad para los argentinos y sus descendientes.
La particularidad específica de la situación es que, la renovación de esa apuesta la procura un conjunto de operadores políticos que desde organizaciones partidarias ,conformando un frente que se autopercibe de “izquierda” establecen discursivamente una propaganda que remite a esa construcción ideológica republicana, razón por la cual gana espacio el modelo de la honestidad, la oferta de tribunos mejores y probos y el imaginario de una sociedad estructurada en forma jurídica donde resultan prevalentes los derechos subjetivos y la “limpieza de las instituciones”, es decir, que todo sea como dice ser y actualmente no es.
Es por ese motivo que transformados en cruzados de la república, se colocan el dedo acusador y emulando a los mentores del partido socialista fundado por Juan B Justo , parecieran indicar que su lugar es el de la “fiscalización “y no el de la realización en actos , rol que sin lugar a duda tiene que asumir el parlamento burgués, por lo que para tal fin se necesitan parlamentarios que gesten nuevas leyes .
Sin embargo, Marx explica en el texto citado más arriba, que cuando la humanidad intenta algo nuevo (una revolución democrática, por ejemplo), los actores políticos toman un lenguaje prestado. Para darse valor y justificación, buscan su inspiración en el pasado, reviviendo figuras históricas, y contextos que ya no son relevantes en la situación actual y no lo son, en nuestro caso, porque esa revolución democrática ya aconteció y se definió en concreto con las formas que la realidad le impuso, por vía de la prevalencia de las relaciones sociales de producción que enfatizaron el atraso productivo del país, y la dependencia financiera que hizo prevalecer esa forma del capital.
La pretensión que dejan ver los dirigentes más salientes del FITU, en cuanto a la forma y el contenido de su discurso público es constituirse más temprano que tarde en una suerte de Graco Babeuf del siglo XXI, dotando a su discurso por ausencia de toda referencia a la lucha de clases, de un contenido más próximo al «manifiesto de los plebeyos», que al del «Manifiesto Comunista» .
Esa referencia en “las generaciones muertas”, olvida u oculta intencionalmente, que este espectro del babuvismo que se pretende implantar , es el resultado del agotamiento de una experiencia histórica específica que no es otra que aquella que lleva a concluir lo inverso a lo planteado , es decir, que la revolución burguesa -como sucede en el presente de la lucha de claes- en el seno de su propio proceso dialéctico , muestra sus límites: la libertad sólo puede ser “ante la ley” cuando los textos de ese tenor emergen de un parlamento que solo busca que el pueblo no delibere ni gobierne sino por sus representantes; la igualdad es la igualdad “legal” que por su contenido específico es selectiva y no generalizada en sus mandatos y en los tribunales del poder judicial al que se acude para aplicarlas y la fraternidad, solo una simple expresión de deseos negada precisamente por los efectos propios de las formas jurídicas finalmente instauradas.
«Generaciones muertas» en Marx , es aludir a las grandes figuras y eventos de revoluciones pasadas. Es no trascender lo que ya hicieron en el tiempo histórico de nuestro país Juan B Justo,Alfredo Palacios y en cierto sentido hasta Eva Perón , traerlos a cuento de manera indirecta o subyacente en los discursos, es pretender que se transforme en una ruta que señala por donde ir, cuando la realidad exhibe que ese camino ya se transitó y aquí estamos con lo que es y nos oprime y explota, de ”pie sobre la tierra”
Por esto el concurso abierto de fotos, videos y declaraciones con formato de brevedad y contingencia coyuntural,” oprime como una pesadilla»: , es decir, en lugar de servir como guía, se convierte en un obstáculo del hoy más que nunca necesario programa socialista revolucionario . La forma y el contenido militante de la cooperativa electoral que asume y se reivindica el lugar de la izquierda del régimen no hace otra cosa que impedirle a las masas trabajadoras que quieran prestarle atención , la comprensión necesaria del programa socialista y su gestación organizada desde su propio partido de clase .
«Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal se producen, por así decirlo, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa…..La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y cuando estos se disponen precisamente a revolucionarse y a revolucionar las cosas, a crear algo nunca visto, en estas épocas de crisis revolucionaria es precisamente cuando conjuran temerosos en su auxilio los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para, con este disfraz de vejez venerable y este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.
Frente a todo esto, la propaganda y agitación socialista revolucionaria necesita imperiosamente posicionarse en el camino inverso de todo cuanto exhibe la cooperativa electoral FITU y centrarse en explicar cómo y de que manera la participación en la farsa electoral priorizando candidatos y no la difusión del programa socialista revolucionario es legitimar el orden burgués vigente y su república democrática , frente a lo cual el planteo es no votar y hacer público que la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo.
Esto significa, a su vez, que la revolución democrática sólo puede triunfar por medio de la dictadura del proletariado,Tal como lo señala León Trotsky :
• La dictadura del proletariado, que sube al poder en calidad de caudillo de la revolución democrática, se encuentra inevitable y repentinamente, al triunfar, ante objetivos relacionados con profundas transformaciones del derecho de propiedad burguesa, La revolución democrática se transforma directamente en socialista, convirtiéndose con ello en permanente.
• La conquista del poder por el proletariado no significa el coronamiento de la revolución, sino simplemente su iniciación. La edificación socialista sólo se concibe sobre la base de la lucha de clases en el terreno nacional e internacional. En las condiciones de predominio decisivo del régimen capitalista en la palestra mundial, esta lucha tiene que conducir inevitablemente; a explosiones de guerra interna, es decir, civil, y exterior, revolucionaría. En esto consiste el carácter permanente de la revolución socialista como tal, independientemente del hecho de que se trate de un país atrasado, que haya realizado ayer todavía su transformación democrática, o de un viejo país capitalista que haya pasado por una larga época de democracia y parlamentarismo. ( L.Trotsky. ¿Qué es la revolución permanente?
(Tesis fundamentales)

Nuevo Curso