Desde que la burguesía de conjunto unificó a sus distintos sectores bajo la premisa de que fueran las instancias de la república la forma en que se dirimirían sus pujas por la gestió del Estado, quedó a la vez en claro que no sería esa la manera que estancara la lucha dentro de esa clase social.
El acuerdo funcionó como marco en lo que tiene que ver con la preocupación común que los une que se refiere a la reacción posible en escenario de crisis de reproducción capitalista de la clase trabajadora y otros sectores del pueblo excluidos de la producción y la economía formal.
Ocurre además que con esas premisas la forma de selección del personal político devino en farsesca en tanto todos los grupos internos en la puja burguesa tienen claro que esos intelectuales orgánicos a sus intereses no son en sí mismo sino que adquieren entidad en tanto el sistema se mantiene dentro de su cause natural en la explotación y la opresión.
No obstante, la profundidad internacional e interna de la crisis del capital avanza y no admite diques de contención pergeñados en una mesa de filibusteros asimilable al los protagonistas del cuento Ali Baba y lo cuarenta ladrones.
Hace ya tiempo que las zonceras y las avivadas criollas han dejado de ser efectivas. Tal vez para dar un momento en el tiempo, se fueron con el propio prócer fundador Carlos Menem. Los grupos del capital financiero, sus organismos internacionales, la lumpen burguesía local no admiten dilaciones a la hora de garantizar la distribución de riquezas en su favor, y no pueden ser detenidas con urnas.
Lo cierto es que las PASO no solo se establecieron como proceso ideológico selectivo que reduce la puja electoral y la difusión de ideas, también fueron impuestas para darle con anterioridad al acto eleccionario, la puntuación de valor e incidencia que tiene cada sector burgués representado por el aparato político que en forma empresarial asuma la contienda.
La división en tres tercios de la que habla Cristina a modo de agorera, curiosamente se perfilo en las PASOS , dejando abierto un período de tiempo para el todo vale. Incluso ya antes de las internas abiertas y obligatorias, el atisbo de un posible resultado luego confirmado, avisó a los fanáticos del discurso de “ley y orden punitivo”, MANO DURA, de la necesidad de acciones adicionales por naturaleza ajenas al proceso en curso. En eso se inscribieron los incidentes en las vías y en la estación ferroviaria de Constitución, y particularmente el ataque artero de una agencia represiva del Estado que quitó la vida a Facundo Molares y produjo seis detenciones.
Ya en nuestro día a día, la tendencia que confirma el panorama, hace que cada sector siga usando sus armas. El ministro de Economía trabaja con los suyos, cumple con los deberes y sigue sonriendo. En paralelo el presidente de cartón , admitiendo en los hechos que Massa hace las veces de primer ministro y que el régimen en los hechos dejó de ser presidencialista para ser parlamentarista. Libertad Avanza a la vez con presencia mediática del candidato al que incluso le consiguieron novia. El resto , con alta comprensión de cómo funciona la economía criminal, su real incidencia en la sociedad, busca apelar a muchas de sus “Pymes”, que tienen capacidad operaria disponible para hacer un conflicto en un club, matar a Mariano Ferreyra, congregar chicos fanáticos de las redes para tramar atentados, o atacar minimercados o autoservicios o en el mejor de los casos a los “chinos”que están en retirada del país.
Con ese “capital humano”, quienes administran ese recurso lo han lanzado a “trabajar” en el escenario mismo de la miseria que ellos generan con su apropiación de la riqueza que produce el trabajo humano socialmente organizado para la producción de mercancías.
Ese trabajo luego tiene otros escenarios también contabilizados en el patrimonio de ese sector burgués y sus funcionales que son los diversos emprendimientos comunicacionales que gestionan a la hora de formar una narración “con status de verdad”
Este escenario se ha visto en otras partes del mundo, Bolsonaro , Tramp y sus muchachos entre los mas conocidos. Pero lo cierto es que todo esto por ser precisamente una construcción y no una realidad, tiene precisamente un solo objetivo: hacer que se convierta en realidad. Para eso es necesario que tome cuerpo en los hechos la irrupción de los sectores populares y transformen el operativo en un escenario de lucha masivo.
La clase trabajadora en sí, es ajena a este proceso en el espacio activo, si es potencialmente víctima de ese operativo político y las reacciones de los restantes grupos de poder con el funcionamiento del aparto represivo, que gana en legitimidad para seguir repartiendo con balas “ley y orden”.
Hoy más que nunca corresponde repudiar la trama descripta. Los parlamentaristas reformistas como resulta una tendencia confirmada lucen inertes e incapaces de dar respuesta de clase para esta situación. Una vez más luce con evidencia la necesidad de organización política de la clase trabajadora bajo el programa socialista, en objetivo estratégico de construir el poder obrero.
La organización en defensa de los intereses específicos de la clase trabajadora, en orden a la superación dialéctica de esta crisis por fuera del orden burgués y sus miserias, es tarea del momento, en la lucha y en el programa.
NUEVO CURSO