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CRISIS DE DIRECCION

El grupo concentrado de burgueses que dentro de la clase dominante  se apropian  y monopolizan todas las ventajas de este proceso de transformación desde arriba de la organización jurídica y política del orden social buscando facilitar y posibilitar en extenso la reproducción del capital coexiste con el paralelo incremento de la miseria,  la opresión, promueve condiciones de trabajo equiparables a  la esclavitud, por la  degradación de la condición humana

Este proceso tiene en otro ritmo, mas lento pero permanente un anverso subjetivo y de conciencia que se representa en el aumento de la indignación de la clase obrera que se ve amenazada en su existencia .

Este fenómeno que parece sorprender a los periodistas conchabados en algunos medios, al que se le suman las mecánicas y dogmáticas opiniones que en serie se reproducen desde las redes sociales, no es otra cosa que la expresión de una tendencia histórica de la acumulación capitalista según así se define en un capítulo de El Capital.

En paralelo y concentrados exclusivamente en la denuncia de esos males, comentándolos pero nunca abriendo vías de transformación ,los reformistas y algunos oportunistas  que existen y pululan de las filas de la militancia  que dice ser “la portadora del aguante y la resistencia”, continúan en la reiteración  de la táctica discursiva centrada en la construcción y gestión de derechos subjetivos  cuya existencia se reclama del Estado a quién se denuncia a la vez por su supresión .

Para esto último , este sector político bajo  el amparo protector de una pretendida amplitud de criterios en realidad encubren sus cerrados enfoques dogmáticos de círculo de lectura , avanzan con el rejuvenecimiento de viejos argumentos creídos de que por tanto repetirlos ellos se acercaran a la mínima objetividad que exige la certeza.

Uno de esos rebusques de manipulación es tomar un texto y reprocharle al texto, vaya uno a saber desde que lugar y con qué legitimación   una suerte de verdad revelada que contrasta con lo escrito y  dice muy seria que el autor no ha tomado en cuenta aquello de que  a la inversa de lo que se sostiene en realidad las fuerzas productivas en el capitalismo siguen creciendo. Con esta metodología se busca renegar del documento propuesto por Trotsky  para la fundación de la cuarta internacional y ulteriormente adoptada por esta.

Sorprende que quienes así lo hacen con insistencia, sin explicación alguna y sin pagar las consecuencias de sus propias acciones hayan durante décadas afirmado lo inverso y tomado al documento “la agonía del capitalismo y las tareas de la cuarta internacional “ como un catecismo laico” con el cual anatematizar a cuanto “hereje” se les cruzara en el camino, a la par que se auto percibían como los poseedores de la brújula ideológica orientadora.

Sorprende aún más, si se tiene presente que cuando daban por válidas esas tesis , no se daban con tanta claridad como hoy el desarrollo de guerras en el mundo que amenazan con extenderse y las pujas interimperialistas por los mercados no cesa de tomar forma violentas que padecen los explotados y oprimidos del mundo.

Estas afirmaciones que remiten a una víabilidd para el desarrollo de las relaciones sociales capitalistas de modo que ese orden sea capaz de dar contenido consensuado entre las clases a la existencia , no son otra cosa, en ultima instancia que polemizar en modo oblicuo y por añadidura  con el propio  Marx citando a Marx en particular en cuanto se refiere  a negar que en la sociedad capitalista no se produce pauperización de las masas.

Así las cosas , cuando se afirma que el capitalismo presenta aptitud para desarrollar las fuerzas productivas sin que ellas manifiesten contradicción alguna con la propia existencia humana , se esta además diciendo que la “teoría de la pauperización” crecientes de las masas, es errónea

Dicho en otros términos los eternos monopolistas de la brujula que marca el norte  socialista para terminar una y otra vez en un callejón sin salida,  afirman que  el bienestar de las masas, aunque lentamente, crece; que  el abismo entre pudientes e indigentes no se profundiza sino que se cubre y licúa de manera progresiva .

No dudamos que se pueden hacer infinitos discursos al respecto y exhibir datos estadísticos y proyecciones puramente numéricas sin ser conglobadas con los fenómenos sociales , pero lo cierto es que en los últimos tiempos, la falsedad de semejantes afirmaciones aparecen ante las masas  de forma cada vez más evidente ya que la carestía aumenta y la miseria cultural se extiende poniendo distancia significativa a toda posible sociedad capitalista de bienestar general.

El salario de los trabajadores, pese a su lucha mediante huelgas tenaces, crece mucho más lentamente que los gastos que soporta la fuerza de trabajo. Los productos alimenticios, la ropa, los combustibles, todo en fin, aumentan de precio. El trabajador se empobrece y se ve más pobre y obligado a vivir peor, a alimentarse insuficientemente.

En la sociedad capitalista la riqueza aumenta con rapidez increíble, mientras la masa obrera se empobrece en forma sostenida, esta contradicción objetiva es la que lleva al estancamiento del desarrollo de fuerzas productivas, que para lograrlo ubican a la sociedad de conjunto con el capitalismo mundializado , al borde de la barbarie

El empobrecimiento de las grandes masas que se registra en nuestro país, es un aspecto  del fenómeno que se agrava internacionalmente.

La ley de correspondencia entre relaciones de producción y la situación de las fuerzas productivas marca desde el plano económico una  objetividad del desarrollo de la sociedad .

Conforme a lo que pueda seguirse de su enunciado, la acción recíproca entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción  revelan el nexo causal interno y la interdependencia de estos dos aspectos del modo de producción. Las fuerzas productivas son el elemento más revolucionario y móvil de la producción. Primero se desarrollan y modifican las fuerzas productivas. Como resultado de estos cambios, se desarrollan y se transforman las reacciones de producción.  No obstante, las relaciones de producción constituyen una forma de desarrollo de las fuerzas productivas, de cuyo nivel y carácter dependen.

Al mismo tiempo, dichas relaciones poseen una cierta independencia y actúan, a su vez, sobre el desenvolvimiento de las fuerzas productivas. Si las relaciones de producción corresponden al nivel y al carácter de las fuerzas productivas, aceleran su avance, se convierten en su motor. Al contrario, si las relaciones de producción se rezagan respecto al desarrollo de las fuerzas productivas y dejan de corresponder al carácter de estas últimas, constituyen un obstáculo para el progreso de la producción y con ello el de todo el orden social . Tarde o temprano, como lo prueba la historia del desarrollo de la sociedad, las relaciones de producción caducas han de ser sustituidas por otras, nuevas. La ley de la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas condiciona la sustitución de las formaciones económico-sociales

La transición de un régimen social, en razón del antagonismo de clase, se efectúa en encarnizada lucha de clases, por medio de la revolución social. En correspondencia con esta ley, surge la necesidad y la posibilidad objetivas de poner fin al régimen capitalista e implantar el socialista.

Las relaciones de producción capitalistas, basadas en la propiedad privada sobre los medios de producción, se encuentran en conflicto con el carácter social de las poderosas fuerzas productivas modernas. La prueba está en los bajos ritmos de crecimiento de la producción, en las crisis económicas, en el hecho de que se trabaja constantemente por debajo del potencial de producción, en la desocupación crónica. Después de desarrollar de manera gigantesca las fuerzas productivas, el capitalismo no las utiliza en interés de la sociedad, sino con vistas al enriquecimiento de un pequeño grupo, de un puñado de explotadores.

El capitalismo se ha trocado en un inmenso obstáculo del progreso social. La humanidad entra en el período de la revolución científico-técnica, más las relaciones de producción del capitalismo resultan excesivamente estrechas para tal revolución, para que la sociedad pueda utilizar plenamente todos los resultados de  la ciencia, de la técnica y de la cultura.

 Estamos en un proceso social dentro del cual el orden capitalista exhibe signos de agonía , pero su superación histórica  sólo es posible si se resuelve de manera positiva para los intereses de la clase trabajadora , la crisis de su dirección política.

El objetivo estratégico para el que resulta relevante la construcción de esa organización política de clase  es la destrucción del sistema capitalista y sus instituciones , la abolición del trabajo  asalariados y las clases sociales en una nueva sociedad gestante del hombre nuevo.

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