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El fin de semana, en el predio de la ex ESMA, se realizó un festival en apoyo a los trabajadores de la Secretaría de DDHH y del Centro Cultural Haroldo Conti por los despidos operados en el último diciembre y el vaciamiento de los Sitios de la memoria, para dotarlos a posteriori de otro formato o finalidad .
Sin trabajadores no hay memoria. Desde las 6 de la tarde comenzaron a llegar
En el lugar se congregaron miembros de asambleas barriales de Almagro y Caballito, Barracas, Morón, trabajadores de otros sectores de en lucha como GPS y Aerolíneas Argentinas y la Asamblea de Trabajadores en Lucha del Hospital Bonaparte, Madres de Plaza de Mayo ,CePRODH, el SIPREBA, la Agrupación Marrón y diferentes juntas internas de ATE y políticas, representantes del Centro de estudiantes
El sentido de esta actividad política gira en torno a la premisa de Defender los puestos de trabajo de los miles de trabajadores y esos espacios porque hacerlo es mantener la lucha por los 30000. A la vez se denuncia que el equipo de operadores políticos que gestiona los intereses de la burguesía desde la institucionalidad estatal, busca avanzar en un desmantelamiento de lugares esenciales para la preservación de la memoria colectiva y lo hace generando el despido de quienes trabajan en esos espacios mostrando como evidencia, que ya obró de esa forma en ell Espacio para la Memoria “Virrey Cevallos” y el cierre de la mayoría de los Centros de Acceso a la Justicia, continuando la tendencia que ya había sido abierta respecto de estos últimos por el macrismo.
s despidos de cientos de trabajadores fueron anunciados por mensaje de whatsapp el mismo 31 de diciembre.
Sin duda en lo realizado el fin de semana, el activismo organizado o cercano a los agrupamientos políticos congregados en el FIT -U y sus satelitales, actuaron por un legítimo reflejo intentar poner freno a los ataques del gobierno, pero ocurre a la misma metodología que mostró su fracaso en la lucha contra la reducción de presupuesto en universidades, el veto a una ley de adecuación del haber previsional, o los DNU . Si no se registra ese dato de la evidencia objetiva y se sigue apelando al discurso meramente testimonial, plagado de premisas abstractas , sin duda que la arquitectura de poder de la burguesía continuará su avance.
En este caso , lo que el poder burgués hace, por fuera de la siempre presente búsqueda de una rentabilidad y reducción de lo que considera gastos bajo el paraguas del déficit fiscal equilibrado como fetiche de su programa económico, es dar señales en claro que la burguesía abandona el barco de la apariencia engañosa de la política de derechos humanos que se vio obligado aceptar al inicio de la gestión K, en un contexto donde le era necesario vaciar de sentido y hacer caducar lo antes posible la consigna defendida por lucha de calles del “que se vayan todos y no quede uno solo” que tomó cuerpo en las jornadas del 2001 en un breve espacio de vacío de poder operado en esas circunstancias históricas.
Sin embargo, el propio formato K a lo largo del tiempo se ocupó de aclarar, en tanto gestor de esa ficticia unidad de intereses democráticos formalizados en la política de derechos subjetivos bajo el amparo de la categoría pueblo, que a su izquierda quedaba solo la pared, y quien no lo suscribiera conocería al Estado en su faz represiva. Son ejemplos paradigmáticos de esto último , los hechos donde encontraron la muerte Mariano Ferreyra, Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, ello sin contar la desaparición del testigo en el juicio al genocida Miguel Etchecolaz, Jorge Julio Lopez
El icono de ese modelo fue la orden de bajar los cuadros de los jefes de gobierno durante la dictadura genocida. En la actualidad se acude al mismo formato de imágenes, las mismas operaciones de prensa pero con sentido inverso , dejando ver que el período contenido en las dos primeras décadas de este siglo hizo nuevamente notoria la vigencia de la tesis desarrollada por Marx , según la cual:
Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa. Caussidière por Dantón, Luis Blanc por Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793 a 17959, el sobrino por el tío. ¡Y la misma caricatura en las circunstancias que acompañan a la segunda edición del 18 Brumario
Por eso, es necesario no recostarse sobre las apariencias para entender lo que sucede, y comprender que nada de lo que acontece reconoce entidad de origen , sino que a la inversa, es una suerte de manifestación de un proceso contradictorio en curso que en este momento está dando cuenta del agotamiento de un modelo de dominación por otro que tiene a la misma clase como sujeto activo, pero diferentes paradigmas a partir de la constatación de que ya no necesita acuerdos por consenso con otros sectores sociales , sino que se le impone la prevalencia de su condición de señorío opresivo sobre los demás , para que ese espacio conquistado les permita a futuro luego de superar la crisis de reproducción de capital, organizar jurídicamente la sociedad bajo nuevos paradigmas consolidantes de un nuevo discurso formador de sentido común .
Por eso cabe un primer señalamiento: por medio de la simple agitación bullanguera, por los festivales y los abrazos no se llega a objetivo alguno y solo se acompaña los contornos de un nuevo fracaso. El consignismo hueco abre la posibilidad de que se avance en el debate y se muestre a los empleos que se procuran defender como “prueba” de un gasto innecesario para “la gente” que está el esfuerzo por salir del atolladero a donde nos habría llevado “esa política de gasto superfluo y generación de clientela política rentada”.
Presenciamos el fin de una política de estado decretado por otros operadores del poder burgués ubicados en la dirección de esas políticas a partir de que el poder burgués hace la lectura necesaria para sus intereses, que ya no tiene sentido manter una apariencia, y en lo más profundo ninguna alianza en torno a las virtudes de la república con perfiles dados por las convenciones de derechos humanos. Es claro que un mundo globalizado por el capital, que enfrenta escenarios abiertos de guerra , no tiene márgenes para detenerse en la condición humana.
En ese sentido, no es un dato menor que previendo el embate,Horacio Verbitsky se apresure a decir en su columna dominguera lo siguiente:
Mi aprecio por Cristina está fuera de discusión, pero no coincidimos en todo. El CELS propuso que sólo se expropiaran el edificio emblemático de las cuatro columnas y el Casino de Oficiales con su salón Dorado, de donde salían los grupos de tareas para secuestrar personas o llevarlas a los aviones para tirarlas al mar. Pensábamos que la formación democrática de las nuevas generaciones castrenses se fortalecería si la Marina del siglo XXI custodiara el sitio y rindiera homenaje a las víctimas de la Marina de 1976.
Pero los demás organismos de derechos humanos se negaron a poner un pie en el sitio hasta que no fuera desalojado el último marino. Perdimos 9 a 1 pero entendimos y respetamos esa abrumadora decisión mayoritaria, que Kirchner hizo suya.
Recuerdo un comentario de ese momento que me hizo un amigo tras la votación . Es muy buena propuesta para dentro de treinta años o para Noruega. Hoy es imposible hablar de eso…
Nos parecía que el mantenimiento de 17 hectáreas, con 40 edificios muy deteriorados, más la construcción de nuevas instalaciones en otro lugar para quienes debieran salir de allí, implicaría un alto costo para el conjunto de la sociedad, que había sido víctima de la dictadura. También incitaría a quienes se consideraban humillados y ofendidos a revertir la decisión en cuanto cambiaran las condiciones políticas.
No resulta gratuito buscar fundamentos en el fenómeno que nos convoca , sobre todo porque muchos de los presentes en las acciones del fin de semana no dudan en autodeterminarse como “troscos”, llevan banderas y carteles que les dan referencias , sin mayores explicaciones a la hora de decir que significa esa definición personal, y no dudan tampoco en insistir en que los que no hacen lo que ellos proponen “se joden” sin advertir que desde luego de las jornadas de junio-julio del 1975 para ubicar una referencia, los que se joden no son otros que los trabajadores de quienes se dicen voceros y que quienes no hacen lo que dicen sus carteles, son precisamente los enemigos de clase y su poder burgués..
Ante los marxistas se plantea una misión de otro género: poner al descubierto las «posibilidades» de la revolución que se está desarrollando en argentina en estadios preparatorios de agitación y propaganda, mediante el análisis de su mecánica interna y de los hechos que en plano de apariencias exhiben parcializadamente la realidad .
En este sentido hay que decir que la revolución en Argentina tiene sus notas específicas distintiva en tanto no puede ser algo diverso de las peculiaridades de todo nuestro desarrollo histórico-social , el que, a su vez se abre a perspectivas históricas completamente nuevas. Sin embargo, dentro de ese contexto es pertinente recordar siguiendo a Lenin que la república democrática es por su propia esencia, una dictadura de la burguesía sobre el proletariado y que solo la dictadura del proletariado puede suceder a la dictadura democrática. A esto agrega Trotsky que la transformación de la revolución democrática es socialista. La dictadura del proletariado no coincide, de una manera mecánica con la noción de revolución socialista. La conquista del poder por la clase obrara se produce en un medio nacional determinado, en un período determinado y para la solución de cuestiones determinadas .
Es en esa inteligencia que Trotsky se ocupa de aclarar ante sus detractores que con su teoría de la revolución permanente “no confundía la democracia con el socialismo. Pero demostraba que la dialéctica de clase de la revolución burguesa en nuestro país llevaría el poder al proletariado, y que sin la dictadura de este último no podrían tener realización los objetivos democráticos”. ((Trotsky. La revolución permanente no es el «salto» del proletariado, sino la transformación del país bajo su dirección)
Por eso queda claro que las tareas democráticas de impugnación de las prácticas genocidas, y la señalización de esas prácticas sobre la clase trabajadora es tarea de la transformación social permanente y solo se plasma por vía del poder obrero y socialista , a través de su dictadura. Pretender que la burguesía por propia vía a través de los sectores políticamente desplazados de la gestión de sus intereses, pueda revertir sus propias determinaciones tácticas, luce nuevamente como una construcción de base etapista y reformista que omite la ponderación de la permanencia del cambio social como única realidad por fuera de cualquier diseño ideológico.
Este planteo, no difumina la legitimidad de defender la fuente de trabajo, y la relación de empleo con el estado como empleador, que en esos sitios de la memora determina la presencia de asalariados que hoy reciben noticia de su despido. El posicionamiento de lucha frente a esa decisión del “patrón” necesita que se cuestione por la base la libertad que el mismo esgrime para poder hacer cesar el vínculo porque claramente esta decisión no está ligada a patrones de productividad ni déficit en la prestación del servicio que brindan esas agencias.
Esta situación no esta implícita en una épica de los derechos humanos y la memoria. En particular porque si se hace memoria, se podrá advertir que las víctimas de las practicas genocidas que se memoran nada tenían que ver con luchas democráticas y profundización del orden republicano, sino que abiertamente se inscribían en esa permanencia de la acción revolucionaria por un nuevo orden social sin explotados , ni oprimidos . Los caídos por el despliegue de esas prácticas de exterminio, no lo fueron por defender un museo , ni reivindicaban para el pueblo la posesión de sitios del horror. El camino para lograr la permanencia en su trabajo de quienes han sido cesanteados, no es otro que el que pregonaban y ponían en acto , precisamente los caídos por el despliegue de esas acciones de exterminio.
Tampoco hay que dejar de reparar, para evitar distorsiones que se trata de un planteo sindical, donde las organizaciones obreras de masas deben tomar particular incidencia y no ser un invitado menor . Si eso no ocurre, hay que insistir en las causas y las determinantes de esas falencias, y no revestirla de ideología, porque como tal eso crea una falsa conciencia de la entidad de lo que realmente hacemos.
Nuevo Curso.