Nuevo Curso

La naturalización de la explotación

“… Tengo mis libros y mi poesía para protegerme:
resguardado en mi armadura, ‘escondido en mi
cuarto,
seguro en mi interior, no toco a nadie
y nadie me toca a mi
Soy una roca, soy una isla.
Y una roca no siente dolor.
Y una isla nunca llora.”

“[Soy una roca]”
Simon y Garfunkel

La alienación de los explotados , se expresa objetivamente por una situación especifica establecida por que la producción de las manos y mentes de los hombres se vuelven contra sus creadores y llegan a dominar sus vidas.
Así, en lugar de construir la libertad del trabajador los objetos de lo que son desposeídos aumenta la servidumbre humana y despojan a los seres humanos de la capacidad de autodeterminación y autodirección, que es lo que los ha colocado por encima del resto de los seres vivos
Esa situación sólo puede ser superada si se restablece la unión de los trabajadores con sus
medios de trabajo y ellos se apropian de manera colectiva de lo que producen , sin regresar a ninguna forma de primitivismo comunitario de la carencia, , sino incorporando los grandes logros de la ciencia, la tecnología y la industria dentro de un modo de producción colectivizado
Todo esto, en un contexto que privilegia centrar la acción política en el veto de una ley que impone un ajuste que no es tal a los haberes previsionales , representa un desafio de primer orden para los revolucionarios , porque si no anida en las masas un deseo emancipatorio en la clase trabajadora no hay lucha de programa mínimo que pueda trascender hacia otros estadíos de la lucha de clases que la coloque en confrontación directa por el poder .
Es una cuestión significativa, porque el trabajo militante señalando el objetivo de la lucha contra la alienación, lleva sin solución de continuidad a la finalidad estratégica de construcción de un nuevo orden social, conducido por los trabajadores que forje en el tiempo un hombre completo y no disociado de cuanto produce culturalmente.
La actividad de propaganda debe marcar que el individuo aislado, , enajenado frente a los demás y aun de su propio ser y sus profundas emociones, representa en sentido colectivo, personas desintegradas, totalmente absortas en ellas mismas y atormentadas por una intensa soledad e incapacidad para comunicarse
Es necesario instalar esa marca diferencial porque es a ese sujeto declinando a la condición de objeto servil de los objetos, al que el gobierno de turno le indica que la libertad es el valor supremo a defender y consolidar por vía de la economía de mercado, cuando en realidad lanza una ofensiva para someterlo a un grado más intenso de esa alienación en escenarios miserables propios de la barbarie.
El elemento diferencial , de toda la intervención ideológica que se genera desde los mas diversos mecanismos gestados por el poder burgués es matar el sentido de lo humano y su dignificación cultural , para posicionar en la estructura social a atomizados habitantes, que incapaces de desarrollar vínculos comunitarios y solidarios por la propia dialéctica del desenvolvimiento de los mercados a donde ofrecen su fuerza de trabajo , se autoperciben aplastados y paralizados por el peso del orden social, en el cual no tienen un propósito significativo, ni el poder de tomar una decisión de transformación emancipadora junto a quien se emparenta , en idéntica forma de sobrevivencia

La condición objetiva de la alienación en la que se encuentran los trabajadores -que debe ser propagandísticamente señalada por la vanguardia- , demuestra que estamos ante una carencia endémica del capitalismo que anula al sujeto y lo hace mutar a la condición de objeto. No logrando ese propósito plenamente , al menos lo impone ideológicamente en el conflicto social en sí, quitándole su carácter antagónico y reduciéndolo a una mera controversia donde no se pone en crisis este mecanismo particular que emerge de la propia relación laboral.
Las causas de las actuales manifestaciones agudas de este resultado que implica la alienación, están enraizadas y hay que buscarlas en lo más profundo de la conformación de la sociedad de clases, en tanto estamos frente a un fenómeno signado por la historia desde el advenimiento del propio capitalismo .
Dicho de otra manera, la alienación, no es el curso inevitable e irremediable de la humanidad tomada en abstracto y en sentido general, sino el resultado de condiciones históricas específicas, que han surgido por la actividad espontánea del hombre en una sociedad de clases y que, en una etapa superior del desarrollo económico y social, pueden suprimirse, siendo esto la esencia principal de la necesidad del socialismo construido por el poder obrero.

Las desigualdades y asimetrías se originan y reproducen de continuo a partir de la relación social que se ha logrado imponer que no es otra que anida en la formación-reproducción del capital en el mecanismo que describe la ley del valor en la apropiación privada del valor creado y su realización dineraria en el mercado.
Por tal razón, todo cambio revolucionario ,no es otra cosa que una actitud prevalente de ruptura con lo existente porque en lo dado, en la materialidad, en la realidad misma, anida la alienación hermana de sangre de la explotación.
En senido inverso a lo señalado; No hay posibilidad de superación de este fenómeno si se siguen los paradigmas ideologicos que marcan las relaciones sociales capitalitas de propiedad y los vínculos que implican la venta en mercado de fuerza de trabajo , que impone con formas ideológicas la prevalencia de un tipo individual, utilitarista y esconde en grados más que significativos la desigualdad y las condiciones inhumanas de sobrevivencia.
La visión capitalista que emerge de la ideología dominante , latente en la pretendida fundamentación de los actos de gobierno, es la construcción de un mejor vivir exclusivamente ligado al desarrollo de bienes y servicios , a través de una mayor productividad del trabajo, lo que significa, no otra cosas que la intensificación de la explotación y eso lleva a la acentuación de la enajenación del sujeto con el producto y el consiguiente espacio de alienación y conversión del hombre en objeto.
Así vistas las cosas, lo que pareciera la matriz de todos los trastornos sociales es el atraso en el desarrollo productivo y su contrario, la eficiencia puesta al servicio de la producción por vía de la intensificación de los ritmos de trabajo y las extensiones horarias por vía de formas precarias de contratación de la fuerza de trabajo. Solo la ruptura consciente de esos paradigmas de la clase dominante , centrado en el desarrollo de bienes y servicios y la productividad del trabajo encorsetado bajo el derecho de propiedad individual, puede ser la vía de gestión de una nueva sociedad y la posibilidad de un nuevo hombre.
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