La Cámara Penal, Penal , Contravencional y de Faltas de la ciudad de Buenos Aires condenó al líder del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) Alejandro Bodart a seis meses de prisión en suspenso por incitación a la discriminación por una serie de mensajes que publicó en 2022 en la red social La Sala III del tribunal revocó la absolución que en primera instancia había recibido Bodart en una causa que se inició por una denuncia de la Delegación de Asociaciones Israelistas Argentinas (DAIA).
Así, la entidad lo denunció por violar la ley Antidiscriminatoria 23.592 y la definición de antisemitismo de la Internacional Holocaust Remembrance Alliance (IHRA) adoptada por el Estado Nacional
Los jueces Ignacio Mahiques y Jorge Atilio Franza entendieron que en el caso hubo delito..
En la semana que culmina , la Sala I de la Cámara Criminal y Correccional Federal, con los votos de los jueces Pablo Daniel Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, confirmó el procesamiento de la diputada nacional Vanina Biasi, por ocho mensajes antisemitas publicados en la red social X (ex Twitter), donde comparaba al Estado de Israel con el régimen nazi.
La causa se inició a partir de una denuncia del fiscal Carlos Stornelli, donde expresó que las manifestaciones hechas por Biasi podían tener como objeto «la justificación o promoción de la discriminación religiosa, alentando y/o incitando a la persecución o el odio contra un grupo de personas a causa de su religión, nacionalidad o ideas políticas». Luego, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (D.A.I.A.) se sumó como querellante a la causa.
En abril de este año, el juez Daniel Rafecas la había procesado por la violación a la ley antidiscriminatoria 23.592, que en su artículo 3° establece penas de un mes a 3 años de prisión para quienes inciten a realizar discursos discriminatorios, entre otras conductas penadas.
Para Rafecas, la crítica a políticas israelíes está protegida por la libertad de expresión, pero no la negación de su derecho a existir o la difamación colectiva. En ese sentido, entendió que las expresiones de Biasi excedieron el límite al incitar al odio contra la comunidad judía.
Ahora, la Cámara confirmó aquella decisión de Rafecas. El juez Mariano Llorens enfatizó que no puede dejar de tenerse en cuenta -a la hora de hacer expresiones en una red social- en la masividad y descontextualización al que puede llegar el mensaje:
“Un mensaje emitido por una red social -cualquiera sea ella-, tiene una dinámica propia, en la que, entre comentarios, republicaciones y redistribuciones, el contenido de lo dicho termina divorciándose de su nacimiento para adquirir una esencia autónoma”.
Las dos situaciones que transcribimos, registran una objetividad, es decir, dan cuenta de determinaciones de voluntad de un poder del Estado, que contrariamente a lo que se sostiene por mayoría, sus miembros no tienen diferencias esenciales con el perfil político de quienes operan desde la gestión gubernamental. Ambos son expresiones de un poder formal que ejecuta los designios e intereses materiales del poder burgués.
En el «Manifiesto Comunista», Marx y Engels conciben el Estado como un instrumento de la clase dominante , de la burguesía sobre la clase obrera. El Estado, según su análisis, no es una entidad neutral o representativa de toda la sociedad, sino un aparato al servicio de los intereses de la clase que controla los medios de producción. Es esta tesis, la que no se debe perder de vista y a la que hay que remitirse , cada vez que nos encontramos ante fenómenos como los descriptos.
El Estado, en el marco del capitalismo, se manifiesta a través de instituciones definidas por ley , encargadas de mantener el orden «burgués» y proteger los privilegios de la clase dominante y emerge por determinación de la burguesía por vía de la forma jurídica Constitución Nacional y las leyes que en su consecuencia se dicten . Además, la «ideología dominante» que emana del Estado y de la clase dominante impregna la sociedad, justificando el sistema capitalista y perpetuando la explotación que padecen los trabajadores .
El Estado es un producto histórico de la lucha de clases y, por lo tanto, no es eterno, precisamente es la revolución proletaria la que termina con su estructura institucional y las relaciones que promueve, por vía de la dictadura de los trabajadores y sus organismos de decisión política.
Vistas, así las cosas, nadie puede privarse de manifestar solidaridad con los malos momentos y situaciones que se generan para ambos dirigentes del FITU, sin dejar de recordar la suerte que en otros estrados corrieron los militantes César Arakaki y Daniel Ruiz a 3 años y 6 meses de prisión y 3 años respectivamente, por. Sin embargo, ese apoyo en la adversidad no puede confundirse con la omisión de la necesaria crítica política a una forma de militancia que se agota por sus propios fundamentos y efectos, que remite al circo de declaraciones en redes, cartelitos, fotos, videos y otras yerbas, en igual forma que lo hacen los que son fustigados como la “derecha fascista”.
Se olvida todo el tiempo que esos métodos se emplean a la par que en su gran mayoría sus contenidos propagandísticos van acompañando el orden jurídico de la sociedad construida por el capital y su Estado.
Dicho de otra forma, quienes hoy sufren los efectos de estas decisiones del poder judicial, también utilizan la denuncia ante esos organismos como herramienta militante y forman parte de comisiones investigadores, con lo que avalan el sentido del castigo que el orden burgués impone a toda la sociedad marcando la supremacía de su Estado.
La dirigencia de la izquierda del régimen vigente, no pueden negarlo de modo selectivo o con beneficio de inventario, como se lo mandata su pensamiento oportunista y reformista y victimizarse frente a su propia obra , buscando la militancia acompañe ese parecer, más allá de repudiar en sí los fundamentos de lo decidido y su significación política.
Buscando poder lograr un mejor acercamiento al fenómeno y no a sus apariencias, debe decirse que, si se reviste como diputado en el parlamento burgués, tu partido se conforma en un frente legalizado por la justicia electoral y tiene un programa avalado por la justicia electoral y se adapta por ello al régimen de partidos políticos instituido también con forma jurídica, luego, esa situación te inhibe de hacer declaraciones que suponen en sí delitos.
Son cuatro jueces, que ya han dicho que el hecho asume perfil delictivo y posibilita el desarrollo de un juicio penal, indicando el tipo penal del que se trata. Ese es el trato que los reformistas que sostienen el Estado posicionándose a la izquierda de ese régimen reciben del Estado mismo.
La experiencia corrida tanto por Vanina Biasi , como la de Bodart, les indican a la militancia a dónde va el FITU, y en concreto, cuáles son sus límites – Es el parlamento que el FITU integra desde hace tiempo y por su continuidad aspira mantener, cuando presenta nuevas listas de candidatos, el que sancionó la ley por la que se instituyó el delito que ahora se le imputa a Vanina Biasi ,que cree como el resto de la directiva de esas organizaciones burocráticas ,que haciendo gestos o gritando se lucha y se combate. Solo recuerdan la escena de los comienzos de partido del equipo de Nueva Zelandia en rugby.
En la historia de la lucha de clases en Argentina, hay un punto clave o de conexión en diversos contextos, larga e ideológicamente silenciado que remite a los motivos por los cuales se produjo La crisis y la escisión del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), durante la segunda mitad de 1967 y los primeros meses de 1968,
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Los contextos, fundamentos e implicancias de esta situación deben ser propagandizados en tanto como lo indica Hernán Camarero, “…en la historia de la izquierda revolucionaria argentina los contextos, fundamentos e implicancias del mismo permiten iluminar aspectos cruciales del devenir de las vanguardias políticas, sobre todo, de ciertos debates de carácter estratégico. La discusión que condujo a la ruptura de la pequeña organización fue la articulada en torno al papel de la lucha armada y a las tareas a desarrollar por el partido, así como, en términos más globales, respecto a los objetivos, métodos y tácticas del combate emancipatorio de los trabajadores” .( Un debate clave de la izquierda revolucionaria)
Unos años después de ese debate, Mario Roberto Santucho, dejó sentado su criterio que hoy a pesar del tiempo transcurrido, tiene absoluta vigencia, en el marco de la significación política de las decisiones adoptadas por el poder judicial.
La clase obrera y el pueblo argentino han vivido los últimos años riquísimas experiencias políticas que entroncan en la historia de nuestra lucha de clases, y aclaran cristalinamente cuestiones vitales para los intereses nacionales y sociales de las masas trabajadoras argentinas. Reflexionar sobre estas experiencias, observar el comportamiento de las clases enfrentadas, comprender en profundidad las particularidades de nuestra revolución y extraer las conclusiones para guiar la acción correctamente, es una apremiante responsabilidad de los obreros conscientes, de los sectores progresistas y revolucionarios en general, de nuestras más amplias masas trabajadoras. (Poder burgués-Poder Revolucionario)
Una política revolucionaria debe saber utilizar todo tipo de armas, incluso aquellas que han sido creadas y son usadas con ventaja por la burguesía como el parlamentarismo, para avanzar en la movilización de masas, para introducir la crisis, la división y la desorientación en las filas enemigas.
Pero un grave error sería creer que a través de elecciones es posible encontrar algún tipo de soluciones a los problemas de fondo de la clase obrera, del pueblo y de nuestra patria. La burguesía proimperialista argentina desgraciadamente ha conseguido varias veces despertar esperanzas en nuestro pueblo sobre la posibilidad de producir importantes cambios mediante un proceso electoral.” (Mario Santucho, Poder burgués y poder revolucionario)
Reforma y revolución se implican constantemente. Sin embargo, esta relación dialéctica no se da de forma abstracta en la mente preclara de algunos oportunistas que habitan en nuestra existencia con rostro de “se hace lo que se puede” .La revolución es la causa de la reforma, La lucha con ese propósito estratégico señala los límites que el orden social capitalista tiene en cierto momento para dar reformas, y por tanto marca , un diverso camino militante . No reforma del sistema capitalista, sino reforma revolucionaria del sistema, en términos de cambio de un sistema por otro. La reforma como lo dejan ver estas acciones políticas del poder judicial muestra sus límites en las crisis capitalistas, donde toda la institucionalidad burguesa conformada en el Estado tiende a la contra reforma. Por ello a través de la reforma no puede avanzarse hacia el socialismo.
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