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El renegado Kautsky en Argentina

El renegado Kautsky en Argentina

Los acontecimientos recientes, signados por disputas alrededor de la conformación de listas para las próximas elecciones de medio tiempo, ponen en evidencia el comportamiento del FIT-U como herramienta montada exclusivamente para el interés de políticos profesionales organizados en estructuras partidarias que les permiten conformar una suerte de cooperativa con propósito de sobrevivencia legal en el régimen burgués para lo cual no trepidan en utilizar los mismos mecanismos de selección de cuadros gerenciadores de tal objetivo que el sistema les propone, como lo es en el caso el uso de las PASO.

Sin embargo la cuestión no puede dejarse planteada exclusivamente con esos límites, en la medida en que la situación en examen y sus expresiones en el plano de la realidad, dan cuenta de un posicionamiento de estas organizaciones frente al poder burgués que las aleja definitivamente de toda actividad transformadora en lo político que pueda ser considerada en el programa revolucionario y la construcción de poder obrero.

El poder, es una función social emergente de la relación capital-trabajo que esta en la base misma de esa estructura social. En ese sentido , cuando hablamos de poder estamos aludiendo a aquello que tiene el rol específico de reproducir materialmente la sociedad de modo satisfactorio al punto de obtener consenso en la población misma en tanto garantice la supervivencia de ese colectivo.

El “poder expresa relaciones sociales que construyen el modo de producción capitalista, vale decir , venta de fuerza de trabajo, propiedad privada de los medios de producción y apropiación del valor generado por el trabajo en manos de quienes se hacen de ese producto transformado en mercancía para traducirlo en su equivalente general, la moneda. Luchar contra el poder constituído es tomar partido en la contienda de clases que ese poder expresa a través de las relaciones capitalistas de producción. la defensa del “poder” existente.

Por ese motivo y teniendo en cuenta el carácter material sobre la que reposa el concepto poder es que luchar por la ampliación de derechos en contexto de las llamadas políticas sociales no es sino la continuidad del derecho burgués , es decir la permanencia y desarrollo de las formas jurídicas que perfilan las relaciones de producción capitalista a partir del reconocimiento del derecho primario que es el de la propiedad privada en forma tal que esta resulta parte de la misma base estructural .

Luchar por la asignación de bienes bajo forma jurídica – no otra cosa es un derecho subjetivo, en tanto solo se concreta en la capacidad de acción ante el Estado para que éste por sus órganos judiciales predispuestos declare una situación concreta en favor o en contra de tal o cual sujeto de derecho- no implica desmaterialización del poder sino reforzamiento dialéctico del mismo en tanto esa acción es en el mejor de los casos, defensa del orden existente y nunca su contrario. Luchar contra el poder capitalista es luchar por otras relaciones sociales, es decir, por construir otro poder. Por eso resulta tan importante hablar de socialismo y su instrumento de poder, la dictadura del proletariado.


El FIT U entiende y propagandea que la victoria del socialismo requiere de su triunfo parlamentario y para eso llega a sugerir que la forma política apropiada para el paso del capitalismo al socialismo es en definitiva, la coalición parlamentaria de los
partidos progresistas burgueses y socialistas. Este posicionamiento llevado al extremo deja presente la posibilidad lógica de sugerir que, para Kautsky resucitado en el FIT-U la única revolución aceptable habrá de ser la celebración de una elección y la obtención de al menos el 51 por 100 de votantes favorables.

Con este programa estratégico de un solo punto , corresponde una segunda pregunta ¿ dónde queda para el FIT-U la valoración de la auto organización directa de la clase trabajadora? ¿Cuál es el lugar para la democracia directa de los consejos,
asambleas o soviet? Siguiendo a Kautsky , los FIT-U no están muy distantes de exhibirse que en relación con las organizaciones de masas y sindicales como una forma superior de organización y primordialmente como un recurso de urgencia para la ausencia de organizaciones políticas consolidadas que solo serán tales cuando se avengan a considerarlos sus “dirigentes naturales”, todo lo cual explica con claridad el posicionamiento de sus organizaciones hermanas en Chile, y el derrotero que siguen en esa instancia territorial de la lucha de clases .

No se trata simplemente de democracia frente a dictadura, sino de la «dictadura de clase inscrita como democracia obrera en la forma misma de la democracia directa .La dictadura del proletariado es indispensable porque su función política se liga a la
existencia misma de la burguesía y su necesaria derrota. Sobre esta base no es posible acuerdo alguno. Únicamente puede decidir la fuerza. Naturalmente, el poder único del proletariado no excluye la posibilidad de acuerdos parciales con otros sectores sociales en un contexto de capitalismo atrasado y tardío pero el proletariado sólo puede fijar esos acuerdos después de apoderarse del aparato material del poder y asegurarse la posibilidad de decidir libremente las concesiones que tiene que hacer o rechazar, en interés de la causa socialista.

Aquí «dictadura» no significa lo opuesto a democracia, sino el mismo modo subyacente de funcionamiento de la democracia. La «dictadura del proletario es lo opuesto a la dictadura de la burguesía expresada en la forma democrática parlamentaria
La verdadera cuestión es cómo se estructura el espacio en el que tiene lugar todo el proceso político y la confrontación opera en definir si ¿es el proceso de representación parlamentaria con partidos que «reflejan» las opiniones de los votantes, o una
autorganización más directa de la clase obrera y los oprimidos ?

La democracia parlamentaria torna pasiva a las masas y cede la iniciativa al aparato de poder estatal a diferencia de lo que sucede con los «soviets», donde las clases obreras se movilizan a sí mismas y ejercen su poder directamente.

Cuando Lenin y Trotsky definen la democracia liberal como una forma de dictadura burguesa, lo que puntualizan precisamente es que esta es la forma misma del Estado burgués.Ni siquiera las elecciones más «libres» pueden poner en cuestión los procedimientos legales que las legitiman y organizan, el aparato estatal que garantiza (por la fuerza, si es necesario) el proceso electoral, etc.

La opresión imperialista, rompiendo todo posible equilibrio de fuerzas sociales en la constitución y reproducción de la sociedad burguesa, despoja a la democracia burguesa parlamentaria de todo fundamento para viabilizar el cambio . La legalidad pacífica» ha perdido su encanto en el caos de la crisis mundial.

La anti política, que en el mundo de las apariencias exhibe por imágenes el FIT-U, encerrada en las instituciones representativas y atrincherada en el juego electoral, resulta como lo ejemplifica el caso chileno en curso y el peruano un intento extremo y paroxístico de preservar y restaurar el orden de la política de clase que desenvuelve la burguesía y su Estado.

En tiempos tan inestables, la propia estabilidad psicológica de enormes masas se desintegra, como reacción a acontecimientos traumáticos a gran escala, la mayoría puede pasar en cuestión de días de un extremo a otro, las oscilaciones son tan fuertes y rápidas que la representación política electoralera pierde sentido y eficacia. El trabajo político revolucionario no es «reflejar» pasivamente la opinión de la mayoría medida según encuestas previas a una elección predispuesta por el orden constitucional burgués , sino gestionar la idea del poder obrero y la autodeterminación de la clase consciente en la actuación del programa revolucionario gestado por su vanguardia.

La militancia revolucionaria está marcada por la premisa necesaria de exhibir propagandísticamente el régimen de los sóviets como aquel que establece un contacto infinitamente más estrecho, más orgánico, más honrado, con la mayoría de los
trabajadores ya que su característica más importante no es reflejar estáticamente la mayoría, sino formularla dinámicamente como un proceso «objetivo» que predetermina las coordenadas posibles de las intervenciones políticas; con este horizonte, es
inimaginable que una intervención política radical cambie estas mismas coordenadas «objetivas» y por tanto, de alguna manera, cree las condiciones para su propio éxito

Los empeñados en sostener la legitimidad normativa que impone el “estado de derecho“ de la burguesía y su democracia se transforman en apologistas de la premisa según la cual no se debe arriesgar a la revolución demasiado pronto sino esperar al momento adecuado, cuando la situación esté madura según las leyes del desarrollo histórico, siendo ese momento aquel en el que se considere dada una presunta habilitación por las mayorías populares .

El FIT-U oculta un dato objetivo de la historia, la revolución solo se permite ella misma y no necesita de mandato alguno. El temor a tomar el poder «prematuramente», la búsqueda de la garantía, es el miedo al abismo del acto. Ahí reside la dimensión plena del oportunismo de estas organizaciones oculto tras la verborragia del esquema “militar” táctica-estrategia, que paradójicamente se emplea para eludir cualquier acción de ese tipo . Su apuesta a este manoseo de la ideología con propósitos puramente oportunistas denota en sí el apartamiento de todo objetivo revolucionario y el enlace definitivo y decadente con el reformismo signado por un retorno a los paradigmas de la Socialdemocracia Alemana de la II internacional. Vale decir, con banderas, colores, siglas , actos alusivos y recordatorios de IV internacional se desciende en la historia hacia formulaciones anteriores a la III internacional de Lenin y Trotsky formadora y constructora del cambio social y político más importante en la historia de la humanidad.

El FIT-U con sus encuestas, sus cálculos de votos para obtener parlamentarios leyes o normas enmascara su decisión consciente de frustrar una herramienta que pudo ser de lucha y con ella impide la formulación masiva de la propuesta del acto revolucionario

Quienes esperan la “llegada” de las condiciones objetivas de la revolución la niegan en sí misma y la obstaculizan. Solo es posible un mensaje en contexto de campaña electoral impuesta por la burguesía con sus leyes electorales y sus jueces : El Estado burgués-democrático no tiene ninguna oportunidad de supervivencia y su sobrevivencia impuesta por mil mecanismos de control social y conformación de ideología se encuentra en crisis, dejando abierta la tendencia profunda hacia la conformación de una sociedad únicamente basada en el control por la fuerza y la restricción de posibilidades de determinaciones libres en los trabajadores y el conjunto de los oprimidos . Frente a esto, la única manera es construir de modo consciente la contradicción dialéctica que se genera en la realidad advirtiendo de modo activo , con agitación y
propaganda la necesidad de la revolución socialista y la construcción ineludible del poder obrero

La acumulación de exclusiones sociales, de conversión de personas en no personas, no puede ser superada por el régimen parlamentario y la presencia de políticos que oportunistas con simbología socialista es funcional a esa herramienta de opresión y consolidación de las determinaciones políticas engendradas desde el ejecutivo por los operadores políticos de la burguesía encargados de gerenciar sus intereses reproductivos de la acumulación capitalista

La aceptación plena del presente es el único dominio posible de la auténtica libertad situación que en todos los casos implica un compromiso con la realidad y sus antagonismos de clase cuya superación no se compadece con un intento sucedáneo
de construir el socialismo dentro de los límites del capitalismo mismo

En lugar de lamentar la pérdida de energía revolucionaria en las masas, extremo no demostrado ni estático, que se usa como caballo de batalla por los oportunistas- reformistas del FIT.U , habría que recordar y denunciar de modo propagandístico que la limitación original del proyecto revolucionario «burgués» que toma fuerza en nuestras tierras con la aceptación pasiva de la democracia burguesa traduce, la falsedad de su promesa de libertad universal: deja en claro las limitaciones formales de las
declaraciones de derechos humanos , para exhibirlos específicamente en la libertad del comercio y la propiedad

por Daniel Papalardo