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LA AGITACIÓN DEL “FANTASMA MILEI”. UNA TACTICA DE AFIRMACIÓN BURGUESA.

La agitación del “fantasma Milei”. Una tactica de afirmación burguesa

Milei busca posicionarse siguiendo el desarrollo que oportunamente hiciera Macri, haciendo penetración del discurso y el apoyo de Cavallo con aditamentos de presentación formal y direccionamiento específico a los jóvenes. Para esto no se requiere un Estado cada vez más débil para tomar por asalto a la patria, como se sostiene a través del grupo Dorrego desde un sector del gobierno y militancia cristinista, sino por el contrario la reformulación del aparato estatal con prevalencia de la reducción del gasto social y el incremento de las funciones represivas , desplegado sobre una sociedad bajo control y amenaza punitiva legitimada por consenso establecido por vía del voto , las leyes y las sentencias de los jueces, de las que ya dan evidencia las condenas a los detenidos por manifestarse en las calles , como es el caso de Sebastián Romero, Arakaki y Daniel Ruiz.

Esta táctica y estrategia, con todo el soporte propagandístico mediante se incluye en un marco de comprensión de la realidad que pone ya casi como premisa, la idea de que todo ha de contenerse dentro del volquete que impone el formato electoral. Esto significa que todo el arco político, incluidos los que se reputan en el FITU, e incluso los que desdiciendo sus nombres exhiben ya una campaña electoral prematura como es el caso de Razón y Revolución, quienes en tal forma confirman su absoluta debacle.

Aceptar ese territorio electoral como la cancha donde se disputa el partido, es la primera causa de todo el derrotero que exhibe la lucha de clases, en tanto en los trabajadores no circula el mensaje claro de disputar el conflicto en los escenarios que les son propicios y no en aquellos en donde la burguesía luce sus mejores armas. 

Tal vez sea esto último el mayor obstáculo que presentan los datos objetivos de la realidad para modificar su curso en sentido favorable a los intereses históricos de la clase trabajadora y la búsqueda de su estrategia de demolición del Estado burgués. 

La apuesta al terreno electoral, ya hecha en el curso del año 2019 desalojando las calles y los conflictos por las más diversas vías , con o sin las implicaciones traidoras de la burocracia sindical , ha mostrado sus frutos , todos ellos adversos a los explotados y oprimidos, asumiendo claramente el rostro de la miseria social en todos sus aspectos . Se sumó a ello , las intervenciones sanitarias necesarias por la pandemia que obligaron a reformular modos de actividad militante. Sin embargo, casi como aprovechando el efecto de esa inercia y de los actos de descompresión social realizados por vía de paseos callejeros eufemísticamente denominados “movilizaciones” por la autoreferenciada “izquierda”, la situación actual evidencia la insistencia en ese rumbo que implica un trayecto temporal hasta el acto electoral donde que necesariamente implicará concertaciones de los operadores políticos, artimañas, falsos enfrentamientos y construcción de agenda dispersiva.

Todo ese aparato en desenvolvimiento, no deja de dar cuenta de contradicciones objetivas y tendencias sociales que solo se perfilan como simple negaciones de lo afirmado pero en ningún caso superadoras de ese fenómeno. Por tal circunstancia, la actividad militante, entendida como penetración propagandística desde fuera hacia la clase en sí, en ningún caso debe dar por cierta toda esa operatoria de la clase dominante y de quienes le sirven a la misma en función de sus intereses de aparato .

Es necesario no demorar las coincidencias por la base en torno a la necesidad de dotar a la vanguardia obrera del programa socialista e impulsar las consignas de agitación propias del mismo en todos los frentes de trabajo donde fuera posible, aún cuando esto signifique la arida tarea de enfrentarse con los aparatos democratizantes y reformista que en su agotamiento pugnan por una sobrevivencia miserable como referentes de izquierda de un régimen burgués cuya reproducción muestras severos índices de crisis que impulsan hacia medidas económicas que capten una porción más del valor generado por el esfuerzo obrero.

Los trabajadores debemos comprender que es necesario intervenir con nuestra propia política obrera, con independencia del gobierno, de los burócratas y de las patronales explotadoras . Los proyectos de leyes anunciados bajo lemas tales como “ que la deuda la paguen los que la fugaron , o el de impuesto a las ganancias inesperadas, no son otra cosa que instrumentos para la formación de falsa conciencia, en tanto buscan contener las consecuencias sociales de las acciones reales del gobierno y el poder burgués con formas jurídicas que lucen absolutamente ineficientes para los intereses de explotados y oprimidos en la medida en que no afectan, ni revierten las causas que generan la situación de miseria social en que nos encontramos.

Es necesario crear el convencimiento práctico de la necesidad de un plan de lucha en unidad de los que estén dispuestos a luchar . Un plan de lucha impuesto desde los trabajadores mismos en sus lugares de trabajo , en los barios en las escuelas que apunte a gestar la unidad por concurrencia en el señalamiento de los principales problemas de la mayoría que centran en la depreciación del salario y las jubilaciones , la necesidad de empleo para quienes no lo tienen y la abolición de toda forma de precarización laboral .

Pelear por el poder obrero , por una democracia obrera superadora de las relaciones capitalistas de trabajo, y de la enajenación alienante emergente de una sociedad productora de mercancías, es el objetivo estratégico a cumplir por medio de una verdadera revolución social