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CLASES SOCIALES Y CRISIS CAPITALISTA

La democracia formal como sistema de gobierno y la república burguesa no son más que la forma jurídica de una dictadura de clase  En nuestro país, los trabajadores somos víctimas de una ficción democrática que  disfraza la dictadura de la clase dominante. La crisis del capital socialmente manifiesta a través de altos índices de pobreza y creciente miseria ,  no permite que la estructura económica  evolucione gradual y pacíficamente , en el marco de la ley a través del escenario parlamentario .

          La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado.  El trabajo asalariado Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí. Hasta hoy, toda sociedad descansó,  en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opresoras.  Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría,

La situación de los trabajadores  es hoy  muy distinta, pues lejos de mejorar, decae y empeora a niveles de pauperización . El empobrecimiento se desarrolla en proporciones que hacen que los asalariados aún con trabajo no satisfagan sus necesidades vitales.  

   Sin embargo y pese a su desarrollo histórico como clase en sí , los  trabajadores siguen atrapados por las ilusiones democráticas  siendo esto,  uno de los mayores obstáculos en el camino de la revolución social necesaria .

    La historia es de la lucha de clases, se desenvuelven los acontecimientos en tanto confrontación social cotidiana que implica en sí misma la presencia de una tendencia objetiva hacia su superación revolucionaria  por toda la sociedad o en sentido inverso al hundimiento de las clases en pugna.

    El desarrollo de la acumulación y reproducción del capital , en particular cuando este porceso objetivo entra en crisis, simplifica ese antagonismo haciendo que la estructura social  se divida abiertamente en dos  campos enemigos , que se enfrentan entre sí : burguesía y proletariado.  En ese contexto, vista desde el plano subjetivo, la situación obliga a sectores sociales oscilantes entre estos dos campos a tomar definición precisa en plano ideológico  por uno u otro de los contendientes. Son gravitantes en ese plano el posicionamiento de quienes se ubican en el colectivo de personas que han sido desalojadas de la economía formal y  los sectores medios.

     En nuestro país, con frecuencia relevante y de modo espontaneo gran cantidad de personas se perciben inscriptas en los sectores medios .Sin embargo y a pesar de lo manifiesto en todos estos casos  esas personas necesitan trabajar y recibir un salario para poder atender a sus necesidades con lo que objetivamente deben ser considerados y considerarse como clase trabajadora sin espacio posible de entrelazamiento con la burguesía.

A menudo sucede que aquellos que tienen sueldos  por sobre el monto de la canasta familiar razonan y se perciben de modo diferenciado con ese condicionamiento objetivo de dependencia absoluta de su oferta cotidiana de fuerza de trabajo y de la aceptación de la utilización de la misma por quien le paga un salario . Cuando así se razona espejándose en los sectores medio-altos de la sociedad, o más concretamente en la burguesía, se olvida que si se pierde el trabajo -circunstancia que es altamente probable en el inestable mercado nacional-   esa situación se ve desplazada por la falta  de su única fuente de ingresos  que a su vez lo  excluye de aquellos en donde por falsa conciencia se pretendían ubicar .

     Diversa es la situación de los sectores medios ajenos a la clase trabajadora , integrados por aquellos que satisfacen sus necesidades sin venta de  fuerza de trabajo y percepción de salario , sino por la percepción de rentas generadas por inversiones de excedentes o la propiedad e bienes inmuebles. Esas rentas pueden ser heredadas o adquiridas , pero en todos los casos ubica a estas personas por fuera de la categoría de clase trabajadora.

        En otro plano , se ubican los que se ubican dentro de la llamada población económicamente sobrante, que sobreviven también de su propia actividad o recibiendo planes o asignaciones estatales que buscan subsanar la ausencia de requerimiento burgués de su capacidad laborativa. En ese contexto es definitorio que estos sectores se identifiquen plenamente con la clase trabajadora y se integren en la misma aceptando su condición de liderazgo ideológico manifiesto en su vanguardia a través de la adscripción al programa revolucionario , esto porque tener conciencia de clase es prioritario para lo que significa la representación simbólica de la realidad social crítica en la que sobrevivimos , sobre la base del respeto  y la solidaridad entre iguales que nada tiene que ver con el falso paternalismo que exhiben algunos operadores políticos del poder burgués.

      Es esencial e imperativo romper con la ignorancia relativa a nuestro objetivo posicionamiento social  y en sentido inverso asumir las tareas específicas que la condición de trabajadores impone en la lucha de clases sin concesión hacia la burguesía . El conjunto de los trabajadores por resultado de la crisis capitalista y las contradicciones yacentes en ese modelo de producción

La burguesía exhibe su incapacidad  para seguir gobernando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones de su vida como clase.  Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de garantizar a los trabajadores y demás sectores oprimidos la existencia  material necesaria , porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo .. La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad.

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